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Columnista - 10 agosto, 2022

Maya Brugés visionó lo que hoy es propuesta de Estado

Hoy se ratifica la idea de legalizar la droga para plantear una nueva economía, basada en el cambio del uso de la hoja de coca y la mariguana con fines medicinales e industriales

El ser humano siempre se ha inclinado por lo prohibido, tendencia que trasciende los tiempos y las generaciones, y la excepción no podía ser la prohibición de la mariguana, planta que desatanizó en su momento el médico Leonardo Maya Brugés, en memorable conferencia que dictó años atrás en el Instituto del Seguro Social de Valledupar, en la que demostró las propiedades terapéuticas (curativas) de la mal llamada yerba maldita, con incontables beneficios, criterios sopesados y acogidos por el cuerpo médico de la ciudad.

Maya Brugés ya había logrado tesis laureada otorgada por la Universidad Nacional al identificar al agente causal del carate o mal de la pinta, afección de la piel que se manifestaba por manchas de color blancuzco, rojizo o azul oscuro, producto de la despigmentación de las zonas afectadas, enfermedad cutánea infecciosa ya erradicada, que nos mereció el remoquete de vallenato pata pintá, transmitida por la bacteria treponema carateum, cuyo vector era el mosquito jején, que tenía como reservorio las playas del río Cesar y otras corrientes de la tierra de Compai Chipuco, investigación que catapultó al Dr. Maya al mundo científico con el registro del hongo Maya Brugés.

Hoy se ratifica la idea de legalizar la droga para plantear una nueva economía, basada en el cambio del uso de la hoja de coca y la mariguana con fines medicinales e industriales, para aplicación en la industria farmacéutica, textil y alimentaria, tema que ya empezó a socializar en el sur del continente la vicepresidenta, Francia Márquez, para romper el mito de la prohibición, con agenda similar del presidente Gustavo Petro Urrego ante Naciones Unidas, habida cuenta de una solicitud formal que ya elevó el nuevo Jefe de Estado ante el organismo multilateral.

“La paz no se logra si no se resuelve el problema de las drogas. La tragedia que arrastra el narcotráfico se contrarresta con una estrategia diferente. La política criminal no es el camino sino el de las oportunidades, lo que implica abrir las puertas de las universidades y la educación en general”, enfatiza Márquez, elucubraciones que ya hacen eco en el gobierno de Joe Biden.

El Estado colombiano es el principal responsable de los hechos relacionados con el conflicto armado en Colombia, subraya en su informe la Comisión de la Verdad, sin desligar de esta problemática global el fenómeno del tráfico de droga, conexo con la catástrofe humana y la oleada de violencia desatada por las mafias transnacionales.

Ayuda militar para la paz, no para fomentar la guerra, reitera la Comisión que lidera el padre Francisco de Roux, cuyas recomendaciones hoy son de buen recibo por parte de las Naciones Unidas, consciente de que la penalización de las drogas lleva a las personas a la clandestinidad, siendo peor la cura que la enfermedad.

Con la mariguana pasó igual que el café, estigmatizado por ser cancerígeno, falsa creencia que rebatió años después la OMS (Organización Mundial de la Salud), al retirar la alerta sanitaria y hallar en esta bebida una infinidad de propiedades benéficas, desde ser un bálsamo en las afecciones cardíacas, atenuar el asma, reducir los riesgos de cáncer, diabetes y alzheimer, hasta prevenir el mal de parkinson, hipertensión arterial y otras patologías, verbigracia de la energía que proporciona y lo altamente reconfortante que resulta el aroma de un buen tinto en la madrugada o a cualquier hora del día o de la noche.

Columnista
10 agosto, 2022

Maya Brugés visionó lo que hoy es propuesta de Estado

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

Hoy se ratifica la idea de legalizar la droga para plantear una nueva economía, basada en el cambio del uso de la hoja de coca y la mariguana con fines medicinales e industriales


El ser humano siempre se ha inclinado por lo prohibido, tendencia que trasciende los tiempos y las generaciones, y la excepción no podía ser la prohibición de la mariguana, planta que desatanizó en su momento el médico Leonardo Maya Brugés, en memorable conferencia que dictó años atrás en el Instituto del Seguro Social de Valledupar, en la que demostró las propiedades terapéuticas (curativas) de la mal llamada yerba maldita, con incontables beneficios, criterios sopesados y acogidos por el cuerpo médico de la ciudad.

Maya Brugés ya había logrado tesis laureada otorgada por la Universidad Nacional al identificar al agente causal del carate o mal de la pinta, afección de la piel que se manifestaba por manchas de color blancuzco, rojizo o azul oscuro, producto de la despigmentación de las zonas afectadas, enfermedad cutánea infecciosa ya erradicada, que nos mereció el remoquete de vallenato pata pintá, transmitida por la bacteria treponema carateum, cuyo vector era el mosquito jején, que tenía como reservorio las playas del río Cesar y otras corrientes de la tierra de Compai Chipuco, investigación que catapultó al Dr. Maya al mundo científico con el registro del hongo Maya Brugés.

Hoy se ratifica la idea de legalizar la droga para plantear una nueva economía, basada en el cambio del uso de la hoja de coca y la mariguana con fines medicinales e industriales, para aplicación en la industria farmacéutica, textil y alimentaria, tema que ya empezó a socializar en el sur del continente la vicepresidenta, Francia Márquez, para romper el mito de la prohibición, con agenda similar del presidente Gustavo Petro Urrego ante Naciones Unidas, habida cuenta de una solicitud formal que ya elevó el nuevo Jefe de Estado ante el organismo multilateral.

“La paz no se logra si no se resuelve el problema de las drogas. La tragedia que arrastra el narcotráfico se contrarresta con una estrategia diferente. La política criminal no es el camino sino el de las oportunidades, lo que implica abrir las puertas de las universidades y la educación en general”, enfatiza Márquez, elucubraciones que ya hacen eco en el gobierno de Joe Biden.

El Estado colombiano es el principal responsable de los hechos relacionados con el conflicto armado en Colombia, subraya en su informe la Comisión de la Verdad, sin desligar de esta problemática global el fenómeno del tráfico de droga, conexo con la catástrofe humana y la oleada de violencia desatada por las mafias transnacionales.

Ayuda militar para la paz, no para fomentar la guerra, reitera la Comisión que lidera el padre Francisco de Roux, cuyas recomendaciones hoy son de buen recibo por parte de las Naciones Unidas, consciente de que la penalización de las drogas lleva a las personas a la clandestinidad, siendo peor la cura que la enfermedad.

Con la mariguana pasó igual que el café, estigmatizado por ser cancerígeno, falsa creencia que rebatió años después la OMS (Organización Mundial de la Salud), al retirar la alerta sanitaria y hallar en esta bebida una infinidad de propiedades benéficas, desde ser un bálsamo en las afecciones cardíacas, atenuar el asma, reducir los riesgos de cáncer, diabetes y alzheimer, hasta prevenir el mal de parkinson, hipertensión arterial y otras patologías, verbigracia de la energía que proporciona y lo altamente reconfortante que resulta el aroma de un buen tinto en la madrugada o a cualquier hora del día o de la noche.