El robo de la energía eléctrica en el Cesar es una situación tan arraigada en el departamento como algunos dichos en el lenguaje vallenato. Contadores alterados, transformadores ilegales, postes clandestinos, conexiones de redes compartidas y tarjetas electrónicas con las que se manipula el consumo, son algunas de las modalidades de robo más utilizadas en el territorio para disminuir el rubro que pagan por el servicio y obtenerlo sin costo alguno. 

De acuerdo con Jorge Rivero, gerente Territorial-Cesar de Afinia, actualmente el 36 % de la energía eléctrica se pierde por el alto porcentaje de conexiones ilegales que hay en el departamento. Precisó que es una práctica ilegal muy pronunciada en el territorio y que aumenta cada día más por la proliferación de invasiones y la falta de conciencia ciudadana. 

Comentó que algunas de las modalidades que más impactan en el robo y el valor de la energía son las conexiones de transformadores ilegales que hay en las fincas, casafincas y comercios recreacionales que tiene redes irregulares con transformadores exclusivos. Así mismo, los postes rudimentarios y las conexiones que se construyen en las invasiones. 

Señaló que los habitantes de dichos asentamientos roban la energía de manera directa por medio de cables y demás materiales conductores, esta extracción corresponde a la de mayor valor económico e impacto negativo en la red eléctrica. 

“Otra modalidad que ocasiona pérdidas es la manipulación de los equipos de medidas. Los adulteran y les hacen unos procedimientos para que no registren la totalidad de la energía que está consumiendo un lugar en específico. Hay medidores que tienen algunas anomalías por el tiempo de uso y otros que son alterados para que el costo de la energía que pagan disminuya”, manifestó Rivero. 

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Explicó que, para hacerle frente a esas pérdidas, la Resolución 015 del 2018 establece que los operadores de red serán remunerados por medio de la tarifa bajo un concepto que tiene por nombre pérdida reconocida, es decir, que el operador se remunera a través de dicho concepto para estructurar un Plan de Reducción de Pérdidas. 

¿QUIÉNES NO ROBAN PAGAN LA ENERGÍA DEL LADRÓN? 

Según Rivero, si un usuario se roba la energía “le está robando a todo el sistema” debido a que todos los que están registrados en la red pagan por la energía que algunos particulares substraen de manera ilegal. En ese sentido, aseveró que mientras no se disminuya el robo de la energía siempre los usuarios debidamente registrados que no incurren en esta práctica pagarán la energía de los avivatos. 

“Al disminuir el valor de lo que se pierde por energía se disminuye lo que se le reconoce al operador por el concepto de pérdidas reconocidas. Si ese valor baja, también lo hará el valor del costo unitario del servicio. Es muy importante que los usuarios entiendan que la pérdida de la energía está ligada al costo unitario de la tarifa”, explicó el gerente. 

En ese orden de ideas, puntualizó que por ello la ciudadanía no debe dejar que otras personas hagan uso fraudulento de la energía eléctrica “porque todos los usuarios conectados estamos pagándoles esa energía”.

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¿QUÉ PASA CON LOS LADRONES DE ENERGÍA? 

Cuando la empresa se percata de algún tipo de anomalía en un medidor, envía un equipo técnico al lugar que con una orden de revisión lo retira y lo envía a un laboratorio especializado que verificará si el contador está alterado. En caso de que lo esté, el usuario entrará en un proceso de irregularidad en donde se le cobrará toda la energía que dejó de cancelar, según Rivero.

Además del pago de la energía robada, algunos particulares que se dedican a esta práctica son condenados a la cárcel. Un ejemplo de ello son los dos hombres capturados por la Policía Nacional en Barranquilla por presuntamente alterar los medidores del barrio Buenos Aires de esa localidad. 

A los masculinos les imputaron los delitos de concierto para delinquir y daño informático, debido a que por más de dos años modificaron y alteraron contadores, medidores y transformadores de energía en viviendas y sitios comerciales, con el fin de que sus propietarios cancelaran un menor consumo. 

Dichas irregularidades ascienden a más de $ 35.000.000 millones. Al respecto, la empresa de energía Air-e, la cual opera en esa ciudad, indicó que actualmente tienen 200 procesos abiertos en contra de usuarios, comerciantes y bandas criminales que a través de tarjetas electrónicas manipulan el consumo.  

Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN

@namiibb