En la semana que acaba de pasar se registraron dos convocatorias ciudadanas que dejaron un sinsabor frente al empoderamiento que se supone debe tener la ciudadanía frente a su ciudad.

La marcha convocada por los jóvenes para pedir seguridad y exigir justicia por los hechos que han afectado a los universitarios en los últimos dos meses, fue pobre en asistencia.

No se compadece con las voces que se escuchan en redes sociales y en los medios de comunicación.

La indiferencia hacia este tipo de actividades en las que se quiere medir la fuerza ciudadana son infortunadas en Valledupar.

Primero fue la marcha y luego la oración por la ciudad organizada y convocada por las iglesias cristianas y católicas, junto con el Círculo de Periodistas de Valledupar. La gran jornada de oración, denominada ‘No tengas miedo, detente y escucha’, buscaba poner en manos de Dios la situación caótica por la que está pasando la capital del país, sin embargo tuvo una aceptable asistencia.

Una ciudad de casi 500 mil habitantes debería mostrar más sentido de pertenencia y dejar de quejarse menos. Es cierto que la inseguridad aqueja, que tenemos los parques llenos de jóvenes drogadictos, que no hay trabajo y que la movilidad es un caos, pero esto podría cambiar si cada ciudadano pone su granito de arena para construir una mejor ciudad.

Asistir a este tipo de convocatorias es importante y más cuando son encabezadas por los líderes políticos, sociales y comunales.

El alcalde Augusto Ramírez y el gobernador Francisco Ovalle dan ejemplo de compromiso ciudadano, más no lo hacen los concejales de Valledupar que parece que vivieran en otro municipio, tampoco los diputados, menos los congresistas ni los presidentes de Juntas de Acción Comunal que aún siguen pendientes del transporte y el refrigerio, como si estuviéramos en época electorera.

La marcha realizada el martes anterior con la participación por lo menos del uno por ciento de la ciudadanía hubiese sido exitosa. Pero no, la gente como siempre se quedó inmóvil, tal vez porque consideran que no sirve de nada este tipo de manifestaciones y ven unas autoridades inoperantes que nada solucionarán así salga a marchar la ciudad entera.

De todas formas, si urge más compromiso ciudadano. Eso sí incide.
Infortunada