La cercanía de la zona urbana de Valledupar con sus corregimientos y área rural, potencializan la economía de estos últimos. Así se pudo observar durante las vacaciones de fin de año y de comienzos del 2014, con la movilización turística hacia estas zonas de manera masiva. Es una buena noticia para los habitantes de los […]
La cercanía de la zona urbana de Valledupar con sus corregimientos y área rural, potencializan la economía de estos últimos. Así se pudo observar durante las vacaciones de fin de año y de comienzos del 2014, con la movilización turística hacia estas zonas de manera masiva. Es una buena noticia para los habitantes de los diferentes corregimientos que reciben a los visitantes en busca de esparcimiento y recreación, especialmente los poblados que están situados en el norte de la ciudad que cuentan con ricos y agradecidos afluentes, como el Guatapurí, Badillo, Candela, entre otros.
La naturaleza ha sido agradecida con estas poblaciones, sus habitantes saben que cuentan con valores agregados y son conscientes de mejorar sus infraestructuras para atender de mejor manera a los visitantes.
Hasta ahí todo bien. Sin embargo, es oportuno visibilizar que estas zonas con potencial turístico en las que los gobiernos de turno de Valledupar han invertido para mejorar las capacidades instaladas, deben ser atendidas desde todos sus ángulos. Uno de estos son las vías de acceso a los corregimientos, que no deben quedar en el olvido administrativo.
Aunque algunas están pavimentadas, no son mantenidas como debe ser y se convierten fácilmente en vías deterioradas y de difícil acceso. El norte de Valledupar que cuenta con una vía nacional en perfecto estado, es el caso que nos ocupa. A pesar de que la vía nacional está bien, los accesos a los corregimientos vienen en deterioro, como ejemplo podemos citar la vía que conduce al corregimiento de Guacoche, pavimentada hace pocos años. Esta vía debido al tránsito diario de volquetas que transportan la arena que explota del río Cesar, registra un deterioro ostensible en sus pocos kilómetros pavimentados (más de doce puntos ya presentan huecos y zonas con la capa asfáltica agrietada, que en menos de tres meses también serán cráteres).
Este es un solo ejemplo. Pero también sucede igual con las vías a Los Corazones, La Vega, Patillal. ¿Existe algún plan de mantenimiento a las vías corregimentales de parte del gobierno municipal? ¿Cómo van a atender las nuevas vías que pavimentarán, según anunció el Gobernador del Cesar en su cuenta de twitter con motivo del aniversario 464 de Valledupar?
Son 120 kilómetros de vías secundarias y terciarias de Valledupar las que hacen parte del Plan Vial Caminos A Salvo, cuyos estudios apenas fueron contratados. Además, de los 7,3 kilómetros entre los corregimientos de Atánquez-Chemesquemena-Guatapurí, que ya fueron contratados. ¿Cómo los van a mantener una vez estén ejecutados?
La cercanía de la zona urbana de Valledupar con sus corregimientos y área rural, potencializan la economía de estos últimos. Así se pudo observar durante las vacaciones de fin de año y de comienzos del 2014, con la movilización turística hacia estas zonas de manera masiva. Es una buena noticia para los habitantes de los […]
La cercanía de la zona urbana de Valledupar con sus corregimientos y área rural, potencializan la economía de estos últimos. Así se pudo observar durante las vacaciones de fin de año y de comienzos del 2014, con la movilización turística hacia estas zonas de manera masiva. Es una buena noticia para los habitantes de los diferentes corregimientos que reciben a los visitantes en busca de esparcimiento y recreación, especialmente los poblados que están situados en el norte de la ciudad que cuentan con ricos y agradecidos afluentes, como el Guatapurí, Badillo, Candela, entre otros.
La naturaleza ha sido agradecida con estas poblaciones, sus habitantes saben que cuentan con valores agregados y son conscientes de mejorar sus infraestructuras para atender de mejor manera a los visitantes.
Hasta ahí todo bien. Sin embargo, es oportuno visibilizar que estas zonas con potencial turístico en las que los gobiernos de turno de Valledupar han invertido para mejorar las capacidades instaladas, deben ser atendidas desde todos sus ángulos. Uno de estos son las vías de acceso a los corregimientos, que no deben quedar en el olvido administrativo.
Aunque algunas están pavimentadas, no son mantenidas como debe ser y se convierten fácilmente en vías deterioradas y de difícil acceso. El norte de Valledupar que cuenta con una vía nacional en perfecto estado, es el caso que nos ocupa. A pesar de que la vía nacional está bien, los accesos a los corregimientos vienen en deterioro, como ejemplo podemos citar la vía que conduce al corregimiento de Guacoche, pavimentada hace pocos años. Esta vía debido al tránsito diario de volquetas que transportan la arena que explota del río Cesar, registra un deterioro ostensible en sus pocos kilómetros pavimentados (más de doce puntos ya presentan huecos y zonas con la capa asfáltica agrietada, que en menos de tres meses también serán cráteres).
Este es un solo ejemplo. Pero también sucede igual con las vías a Los Corazones, La Vega, Patillal. ¿Existe algún plan de mantenimiento a las vías corregimentales de parte del gobierno municipal? ¿Cómo van a atender las nuevas vías que pavimentarán, según anunció el Gobernador del Cesar en su cuenta de twitter con motivo del aniversario 464 de Valledupar?
Son 120 kilómetros de vías secundarias y terciarias de Valledupar las que hacen parte del Plan Vial Caminos A Salvo, cuyos estudios apenas fueron contratados. Además, de los 7,3 kilómetros entre los corregimientos de Atánquez-Chemesquemena-Guatapurí, que ya fueron contratados. ¿Cómo los van a mantener una vez estén ejecutados?