El Ministerio de Defensa ya tiene lista la nueva reglamentación en la que se permitirá el porte de armas en algunos casos excepcionales, luego de la petición de políticos, ganaderos y comerciantes azotados por la delincuencia.
El Ministerio de Defensa ya tiene lista la nueva reglamentación en la que se permitirá el porte de armas en algunos casos excepcionales, luego de la petición de políticos, ganaderos y comerciantes azotados por la delincuencia.
La prohibición al porte de armas viene funcionando desde 2016, pero la de este año, según explica el ministro Guillermo Botero, contempla un comité especial que evaluará si se otorgan o no los permisos especiales para el porte de armas de fuego. El documento será subido a la página web de Mindefensa una vez tenga todas las firmas de rigor.
Esta medida preocupa a unos sectores y alegra a otros. Aunque hay considerable disminución en las muertes violentas los problemas de hurto y extorsión en cascos urbanos y zonas rurales atizaron el ambiente para que se diera la flexibilización en los permisos especiales al porte de armas de fuego.
Los expertos en seguridad ciudadana calculan que en el país hay más de tres millones de armas de fuego, de las cuales solo unas 750 mil tienen salvoconducto. Con base en cifras como estás se refuerza la idea de que el desarme solo beneficia a los delincuentes.
La polémica sobre este tema se avivó luego de la muerte del cantante Legarda en Medellín, víctima de una bala perdida. ¿Si el escolta no se hubiese enfrentado a tiros con los fleteros Legarda estaría vivo? ¿Si el escolta no reacciona el muerto hubiese sido él? ¿Si las autoridades tuvieran un control al porte de armas no habría nada que lamentar? Son tantos los interrogantes que se plantean en torno a esta situación, ante los cuales consideramos que debería haber una sola pero utópica respuesta: las armas solo deberían estar en poder de las autoridades competentes y estas a su vez debería garantizar la seguridad y convivencia ciudadana. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de armas ilegales se pasean en motos por las ciudades del país sin que nadie las pueda frenar.
Según un estudio de Journal of the American Medical Association, Colombia ocupa desde el 2016 el quinto lugar a nivel mundial en muertes por armas de fuego, con 13.300 casos. El escalafón lo lidera Brasil, con 43.000 fallecidos, y le siguen Estados Unidos (37.200), India (26.500), México (15.400). Detrás de nuestro país está Venezuela (12.800), Filipinas (8.020), Guatemala (5.090), Rusia (4.380) y Afganistán (4.050).
Las cifras son para analizar y tomar decisiones. Esperamos que el comité evaluador, en cada Brigada del Ejército Nacional, designado por el Ministerio de Defensa haga un riguroso trabajo para conceder los permisos de tenencia, que consisten en mantener el arma en un inmueble declarado; y los permisos de porte, que autorizan al titular a llevar consigo un arma.
El Ministerio de Defensa ya tiene lista la nueva reglamentación en la que se permitirá el porte de armas en algunos casos excepcionales, luego de la petición de políticos, ganaderos y comerciantes azotados por la delincuencia.
El Ministerio de Defensa ya tiene lista la nueva reglamentación en la que se permitirá el porte de armas en algunos casos excepcionales, luego de la petición de políticos, ganaderos y comerciantes azotados por la delincuencia.
La prohibición al porte de armas viene funcionando desde 2016, pero la de este año, según explica el ministro Guillermo Botero, contempla un comité especial que evaluará si se otorgan o no los permisos especiales para el porte de armas de fuego. El documento será subido a la página web de Mindefensa una vez tenga todas las firmas de rigor.
Esta medida preocupa a unos sectores y alegra a otros. Aunque hay considerable disminución en las muertes violentas los problemas de hurto y extorsión en cascos urbanos y zonas rurales atizaron el ambiente para que se diera la flexibilización en los permisos especiales al porte de armas de fuego.
Los expertos en seguridad ciudadana calculan que en el país hay más de tres millones de armas de fuego, de las cuales solo unas 750 mil tienen salvoconducto. Con base en cifras como estás se refuerza la idea de que el desarme solo beneficia a los delincuentes.
La polémica sobre este tema se avivó luego de la muerte del cantante Legarda en Medellín, víctima de una bala perdida. ¿Si el escolta no se hubiese enfrentado a tiros con los fleteros Legarda estaría vivo? ¿Si el escolta no reacciona el muerto hubiese sido él? ¿Si las autoridades tuvieran un control al porte de armas no habría nada que lamentar? Son tantos los interrogantes que se plantean en torno a esta situación, ante los cuales consideramos que debería haber una sola pero utópica respuesta: las armas solo deberían estar en poder de las autoridades competentes y estas a su vez debería garantizar la seguridad y convivencia ciudadana. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de armas ilegales se pasean en motos por las ciudades del país sin que nadie las pueda frenar.
Según un estudio de Journal of the American Medical Association, Colombia ocupa desde el 2016 el quinto lugar a nivel mundial en muertes por armas de fuego, con 13.300 casos. El escalafón lo lidera Brasil, con 43.000 fallecidos, y le siguen Estados Unidos (37.200), India (26.500), México (15.400). Detrás de nuestro país está Venezuela (12.800), Filipinas (8.020), Guatemala (5.090), Rusia (4.380) y Afganistán (4.050).
Las cifras son para analizar y tomar decisiones. Esperamos que el comité evaluador, en cada Brigada del Ejército Nacional, designado por el Ministerio de Defensa haga un riguroso trabajo para conceder los permisos de tenencia, que consisten en mantener el arma en un inmueble declarado; y los permisos de porte, que autorizan al titular a llevar consigo un arma.