La fuerza que irradiaba la juventud del cantante vallenato Martín Elías Díaz Acosta fue suficiente para posicionarlo como uno de los mejores exponentes del folclor del Valle del Cacique Upar. Su estilo clásico y moderno a la vez lo convirtió en el artista de música vallenata más representativo porque tenía una condición genética que lo hacía marcar la diferencia: ser hijo de un gran exponente como Diomedes Díaz Maestre.

Musicalmente hablando, este joven que partió a los 26 años de edad, logró gestar un estilo de la mano con Rolando Ochoa, con base en parámetros vallenatos, cargados de velocidad y melodía natural heredados de Calixto Ochoa y Diomedes Díaz, respectivamente.

‘El Terremoto’ marcó la historia de este par de artistas desde el año 2011 cuando dieron a conocer esta producción discográfica, debido a que a partir de ese entonces el público separó a Martín Elías de la sombra de ‘El Cacique de La Junta’. Ese momento fue el ayer y hoy del joven, tanto que en el último cumpleaños de Diomedes, cantó a petición de su padre varias veces la canción ‘El Terremoto’.

Una historia corta, pero llena de triunfos que ya están escritos en las páginas del gran libro del folclor vallenato. Así fue la vida de Martín Elías Díaz, el hijo, padre, esposo, amigo y artista que deja una honda herida en el alma de los amantes del vallenato.

El accidente de tránsito que provocó su deceso es la crónica de una muerte anunciada que aplica para miles de colombianos que diariamente tienen que transitar por carreteras como esta. Las malas condiciones de la Vía Aguas Negras-San Onofre, en el departamento de Sucre, dejaron visible una vez más que cualquiera puede ser la víctima.

Esta es una de las lecciones que deja este fatídico hecho, pero también la prudencia y la mesura en la vida de los artistas, la que a veces se pierde entre la velocidad del éxito y la fama. La tristeza por la pérdida prematura del ‘Gran Martín Elías’ es irreparable, para su familia, para el mundo vallenato y sobre todo para su fanaticada que ha demostrado con creces todo el cariño y admiración.

A Martín Elías lo recordaremos como el joven alegre, humilde, buen hijo, buen padre, buen cantante, como el artista que dejó un legado importante a sus compañeros musicales, un cantante que se fue a iluminar el firmamento vallenato.

En este duelo vallenato, que llena de dolor una vez más al folclor, se unen voces a favor de la música de esta región, las que ojalá no se apaguen después que pasen las nueve noches. Ya perdimos a Kaleth Morales, a Diomedes Díaz, a Jesús Manuel Estrada, a Patricia Teherán por culpa de los accidentes de tránsito, que truncaron la vida promisoria de excelentes artistas. Esas voces se deben seguir escuchando, son las voces de la experiencia las que pueden guiar mejor a los nuevos ídolos del vallenato.

EL PILÓN expresa las más sentidas condolencias a la familia de Martín Elías, a los miembros de su grupo musical, a sus amigos, a su fanaticada. Paz en su tumba.