DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R.

Y marchamos. No los que quisiéramos haber visto porque, ¡cosa extraña! diputados y concejales estaban “ocupados trabajando” cuando deberían estar acompañando a sus votantes, los que los elegimos, en la marcha contra los violentos. Ellos violentaron la confianza de sus electores y dejaron ver lo importante que es el pueblo para ellos. Hay que reelegirlos o respaldar al que ellos digan, buenos maestros han sido. Pocos los políticos y menos los candidatos, que pareciera le  tienen miedo a la gente cuando esta se pronuncia. ¿Qué podrán ofrecer que no sean palabras?.
Para los gerentes que no impulsaron la marcha, para los dueños que impidieron la participación, para los jefes que no entienden la importancia de lo social, para los universitarios fantasmas del futuro, para los rectores y docentes que olvidaron la enseñanza con el ejemplo, para los periodistas que no pocos muertos han puesto, para los sindicalistas que marchan todo el año,  para los que no se dieron por enterados, para todos los que no se inmutaron ante el llamado en contra de los violentos, que mañana no se quejen si los atracan, que no pidan flores, ni llanto y menos castigo si son heridos o pierden algún miembro de su familia en este río de violencia.
Es cierto que no podía salir a marchar todo Valledupar, pero si debieron estar los más representativos de nuestra comunidad y el comercio todo, tan afectado, debió cerrar sus puertas para salir a marchar.
Pero sí, esta es nuestra Colombia, la que hemos ido formando al eliminar las asignaturas de cívica y urbanidad, al inhibir a los padres en el castigo ¡y fuerte! de sus hijos equivocados, cuando “inventamos” todas las disculpas para rebajar penas a los violentos, cuando todo precluye y en donde el inocente es culpable por ser inocente y son inocentes todos los culpables.
Ojala mañana la marcha no sea tras el féretro de nuestros padres, de nuestros hijos o de cualquier amigo caído por la ceguera y la cobardía de todos, de muchos ante unos pocos.

La lechuza

Y murió la lechuza. Las voces se levantan en contra del agresor, y eso está bien, el árbitro debió expulsarlo y el club deberá castigarlo pero no olvido yo el silencio cómplice de toda una ciudad, la misma, ante el asesinato de un aficionado tiburón que le gritó a un jugador ¡tronco¡ y ¡maleta¡ ante la pérdida de un partido. El asesino hoy está libre y juega en el mismo Junior y hasta lo aplauden por alguna buena jugada. Una lechuza y un muchacho, ¡qué diferencia de valores¡
Y seguimos hablando de violencia y es que está a punto de quedar libre el mas grande asesino de niños del país y creo que del mundo. El inefable, hoy pastor, Garabito, saldrá de la “Tramacúa” a dirigir alguna iglesia cristiana y a “sobar” de nuevo a sus polluelos u ovejitas. Nuestra justicia, ¡qué justa¡ además de aplicar pocos años al asesino de niños, rebaja años por cantidad de cosas, creo que hasta por estar encerrado hay rebaja, y así, el ejemplo de nuestro maestro del horror, quedará dentro de poco, libre, como usted o como yo y muy seguramente le darán una ayuda pecuniaria por su buen comportamiento. Doscientos niños, martirizados, violados y asesinados, sí ASESINADOS por este monstruo y como Pirri ya hizo un programa, que logró detener su salida, ya nadie se dará cuenta de esta injusticia. No hay hijos de importantes en esa lista así que ¡a nadie le importa¡.

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P:D: como soy un bruto en política no puedo entender porqué los partidos dicen que van por la gobernación o por la alcaldía de Valledupar, no por las dos. Siendo así el que gane la gobernación no podrá tener ni una alcaldía. Si hay votos para gobernación, ¿no serán los mismos para las alcaldias? ¿No aplica igual para todos los municipios?.