La manifestación fue realizada el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una fecha que va más allá de felicitar o regalar flores, se trata de conmemorar la lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, y continuar exigiendo soluciones a los problemas estructurales que afectan a la población femenina.
Una vez más, las mujeres se hicieron sentir en las tradicionales calles de Valledupar con una marcha que partió de la plaza del barrio Primero de Mayo, pasando por las glorietas Los Músicos y Los Gallos, hasta llegar a las afueras de las instalaciones del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
La manifestación fue convocada por alrededor de 17 organizaciones, entre ellas la Juntanza de Mujeres del Cesar, Asociación Liberando Fronteras y la Red de Mujeres del Caribe, logrando participación de niñas, jóvenes y adultas de distintos sectores sociales que rechazaron el acoso sexual, las violencias y desigualdades.
“Encontramos múltiples barreras en lo laboral, sobre todo en Valledupar que es una ciudad con alto grado de desempleo. La mayoría de mujeres en el Cesar se dedican al trabajo doméstico no remunerado y cuando el trabajo es remunerado es precario y ahí se nota la brecha con los hombres”, expresó Vanessa García Bonilla, coordinadora territorial de la organización Caribe Afirmativo en la capital cesarense.
En el 2022, el Cesar era el departamento con mayor tasa de desocupación del país, con un 15,9 %, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
En la medición por sexos, la entidad determinó que mientras el 20,9 % de las mujeres cesarenses estaban desempleadas, en el caso de los hombres el porcentaje era de 12,7, es decir, las mujeres estaban más afectadas por la falta de trabajo, un panorama que parece no haber cambiado.
Lea: Gracias, pero…
Pero las actividades laborales de las mujeres no solo se suscriben a los oficios y profesiones, puesto que ellas “dedican aproximadamente tres veces más tiempo al trabajo de cuidados no remunerado que los hombres y si a estas actividades se les asignara un valor monetario representarían más del 40 % del PIB (Producto Interno Bruto) en algunos países”, de acuerdo con ONU Mujeres, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas, encargada de promover la igualdad en los gobiernos y la sociedad civil.
El Movimiento de Mujeres y Diversidades de la Universidad Popular del Cesar también estuvo presente en la manifestación del pasado viernes. Una de sus integrantes, cuyo nombre es reservado por esta casa editorial, dijo a EL PILÓN que el objetivo de la movilización era exigir respeto.
“También porque últimamente se han presentado muchos casos de acoso dentro de la Universidad, por eso parte del movimiento está acá, para hacernos sentir, para que se den cuenta que ‘calladitas no nos vemos más bonitas’”, agregó la joven.
Lea: Estudiantes denuncian acoso sexual por profesores en la Universidad Popular del Cesar
Este tipo de denuncias de acoso en entornos educativos han sido realizadas en varias ocasiones, de hecho, a inicios de marzo, la rectoría de la institución publicó un comunicado en el que rechazaba “todo tipo de violencia dentro y fuera del alma mater”, añadiendo que fue activada la ruta de atención para investigar un caso.
No obstante, las manifestantes aseguran que dichas situaciones no han dejado de suceder, y que las afectadas no sienten todas las garantías para hablar. “Pero la idea es seguir en pie de lucha hasta que estos casos se reduzcan, no estamos solas”, enfatizó la estudiante.
Nota actualizada el 10 de marzo.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
La manifestación fue realizada el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una fecha que va más allá de felicitar o regalar flores, se trata de conmemorar la lucha por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, y continuar exigiendo soluciones a los problemas estructurales que afectan a la población femenina.
Una vez más, las mujeres se hicieron sentir en las tradicionales calles de Valledupar con una marcha que partió de la plaza del barrio Primero de Mayo, pasando por las glorietas Los Músicos y Los Gallos, hasta llegar a las afueras de las instalaciones del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
La manifestación fue convocada por alrededor de 17 organizaciones, entre ellas la Juntanza de Mujeres del Cesar, Asociación Liberando Fronteras y la Red de Mujeres del Caribe, logrando participación de niñas, jóvenes y adultas de distintos sectores sociales que rechazaron el acoso sexual, las violencias y desigualdades.
“Encontramos múltiples barreras en lo laboral, sobre todo en Valledupar que es una ciudad con alto grado de desempleo. La mayoría de mujeres en el Cesar se dedican al trabajo doméstico no remunerado y cuando el trabajo es remunerado es precario y ahí se nota la brecha con los hombres”, expresó Vanessa García Bonilla, coordinadora territorial de la organización Caribe Afirmativo en la capital cesarense.
En el 2022, el Cesar era el departamento con mayor tasa de desocupación del país, con un 15,9 %, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
En la medición por sexos, la entidad determinó que mientras el 20,9 % de las mujeres cesarenses estaban desempleadas, en el caso de los hombres el porcentaje era de 12,7, es decir, las mujeres estaban más afectadas por la falta de trabajo, un panorama que parece no haber cambiado.
Lea: Gracias, pero…
Pero las actividades laborales de las mujeres no solo se suscriben a los oficios y profesiones, puesto que ellas “dedican aproximadamente tres veces más tiempo al trabajo de cuidados no remunerado que los hombres y si a estas actividades se les asignara un valor monetario representarían más del 40 % del PIB (Producto Interno Bruto) en algunos países”, de acuerdo con ONU Mujeres, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas, encargada de promover la igualdad en los gobiernos y la sociedad civil.
El Movimiento de Mujeres y Diversidades de la Universidad Popular del Cesar también estuvo presente en la manifestación del pasado viernes. Una de sus integrantes, cuyo nombre es reservado por esta casa editorial, dijo a EL PILÓN que el objetivo de la movilización era exigir respeto.
“También porque últimamente se han presentado muchos casos de acoso dentro de la Universidad, por eso parte del movimiento está acá, para hacernos sentir, para que se den cuenta que ‘calladitas no nos vemos más bonitas’”, agregó la joven.
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Este tipo de denuncias de acoso en entornos educativos han sido realizadas en varias ocasiones, de hecho, a inicios de marzo, la rectoría de la institución publicó un comunicado en el que rechazaba “todo tipo de violencia dentro y fuera del alma mater”, añadiendo que fue activada la ruta de atención para investigar un caso.
No obstante, las manifestantes aseguran que dichas situaciones no han dejado de suceder, y que las afectadas no sienten todas las garantías para hablar. “Pero la idea es seguir en pie de lucha hasta que estos casos se reduzcan, no estamos solas”, enfatizó la estudiante.
Nota actualizada el 10 de marzo.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.