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Columnista - 23 septiembre, 2021

Maravilloso entretenimiento

El pasado lunes 20 de septiembre, a través de Caracol TV, comenzó por primera vez en Colombia el programa de telerrealidad ‘La Voz Senior’, en donde participan personas con talento musical mayores de 60 años. De veras, soy poco asiduo a estos programas; sin embargo, los dos primeros capítulos me han cautivado, tanto que después […]

El pasado lunes 20 de septiembre, a través de Caracol TV, comenzó por primera vez en Colombia el programa de telerrealidad ‘La Voz Senior’, en donde participan personas con talento musical mayores de 60 años. De veras, soy poco asiduo a estos programas; sin embargo, los dos primeros capítulos me han cautivado, tanto que después de verlos he dormido plácidamente.

El primer turno para las escogencias por audiencias a ciegas le correspondió a María Nelfi, manizaleña de 72 años, con sobrepeso y caminado lento apoyada con bastón, que sentada interpretó la canción ‘Tarde’, con la cual ‘Rocío Dúrcal’, otrora famosa cantante y actriz española, empezó su celebridad. Esa canción exitosa la compuso el mexicano Alberto Aguilera, nada menos, más conocido como ‘Juan Gabriel’, tal vez el cantautor más célebre de Latinoamérica.

María Nelfi fue escogida para concursar por el premio que entregarán al final de tan ¡maravilloso! ¡Espectacular! ¡Extraordinario! ¡Magnifico! ¡Sublime! En fin, es tan fascinante y seductor que creo me quedo corto en los elogios que merece el reality en mención. Lo cierto es que esta humilde mujer, gimiendo por la emoción, describe la situación real tanto de Colombia como de Venezuela. Ella con inmensa desilusión manifiesta que hace unos 40 años emigró a Venezuela en busca de mejores condiciones de vida, difícil de lograr en su país por los desafueros que siempre cometen sus dirigentes y autoridades, y triste regresa derrotada porque allá en Venezuela la situación actual es invivible por las mismas arbitrariedades.

Confieso que se me salieron las lágrimas al recordar a mi hermana, quien hace más o menos el mismo tiempo de la huida de María Nelfi, también se marchó a Puerto Ordaz, Venezuela, en procura de prosperidad, con la diferencia que a mi hermana no le tocó barrer pisos porque es una economista graduada en Colombia y consiguió trabajo afín a su profesión, luego con constancia y buen desempeño logra estudiar ingeniería metalúrgica, a la vez se hizo socia de una empresa procesadora de aluminio, que le permite adquirir un mejor ingreso económico y decoroso bienestar; lamentablemente, todo esto se le ha venido a pique, para colmo con todas sus propiedades desvalorizadas y si las abandona las pierde en su totalidad. Lo que significaría regresar derrotada como le ocurrió a la desdichada María Nelfi.

Es evidente que la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela fue el inicio para que Nicolás Maduro hoy permanezca como dictador y, en consecuencia, en Colombia estemos con la disyuntiva de que si un socialista es elegido presidente por elección popular se convertiría en otra Venezuela. Con este argumento el uribismo hizo desaprobar el acuerdo de paz del expresidente JM Santos y Timochenko, el exjefe de las Farc, y no es para menos, porque sería como dar un salto al vacío.

En este momento preelectoral, a pesar de las pésimas condiciones de los colombianos comunes y corrientes, que son la mayoría, es importante reflexionar por quien se debe votar. Personalmente, no votaré por ninguno de los radicales a ultranza, tampoco por mercachifles; por ejemplo, como el exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández. Hay otros candidatos que por lo menos servirían como interfaces mientras aparezcan algunos capaces de arreglar o mejorar la situación actual que, en realidad, no está para salir a las carreras como pueblo ignorante a elegir a cualquier juan de los palotes.

Los principales problemas de Colombia son la pobreza (desempleo), la violencia (inseguridad) y la corrupción, entre otros, principalmente la incrustada en la administración pública que es la que maneja el erario, no solo a nivel nacional, sino regionales y locales. Por ende, es indispensable elegir buenos congresistas (senadores y representantes), gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.   En conclusión, para poder dormir plácidamente hay que elegir buenos funcionarios.       

Columnista
23 septiembre, 2021

Maravilloso entretenimiento

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

El pasado lunes 20 de septiembre, a través de Caracol TV, comenzó por primera vez en Colombia el programa de telerrealidad ‘La Voz Senior’, en donde participan personas con talento musical mayores de 60 años. De veras, soy poco asiduo a estos programas; sin embargo, los dos primeros capítulos me han cautivado, tanto que después […]


El pasado lunes 20 de septiembre, a través de Caracol TV, comenzó por primera vez en Colombia el programa de telerrealidad ‘La Voz Senior’, en donde participan personas con talento musical mayores de 60 años. De veras, soy poco asiduo a estos programas; sin embargo, los dos primeros capítulos me han cautivado, tanto que después de verlos he dormido plácidamente.

El primer turno para las escogencias por audiencias a ciegas le correspondió a María Nelfi, manizaleña de 72 años, con sobrepeso y caminado lento apoyada con bastón, que sentada interpretó la canción ‘Tarde’, con la cual ‘Rocío Dúrcal’, otrora famosa cantante y actriz española, empezó su celebridad. Esa canción exitosa la compuso el mexicano Alberto Aguilera, nada menos, más conocido como ‘Juan Gabriel’, tal vez el cantautor más célebre de Latinoamérica.

María Nelfi fue escogida para concursar por el premio que entregarán al final de tan ¡maravilloso! ¡Espectacular! ¡Extraordinario! ¡Magnifico! ¡Sublime! En fin, es tan fascinante y seductor que creo me quedo corto en los elogios que merece el reality en mención. Lo cierto es que esta humilde mujer, gimiendo por la emoción, describe la situación real tanto de Colombia como de Venezuela. Ella con inmensa desilusión manifiesta que hace unos 40 años emigró a Venezuela en busca de mejores condiciones de vida, difícil de lograr en su país por los desafueros que siempre cometen sus dirigentes y autoridades, y triste regresa derrotada porque allá en Venezuela la situación actual es invivible por las mismas arbitrariedades.

Confieso que se me salieron las lágrimas al recordar a mi hermana, quien hace más o menos el mismo tiempo de la huida de María Nelfi, también se marchó a Puerto Ordaz, Venezuela, en procura de prosperidad, con la diferencia que a mi hermana no le tocó barrer pisos porque es una economista graduada en Colombia y consiguió trabajo afín a su profesión, luego con constancia y buen desempeño logra estudiar ingeniería metalúrgica, a la vez se hizo socia de una empresa procesadora de aluminio, que le permite adquirir un mejor ingreso económico y decoroso bienestar; lamentablemente, todo esto se le ha venido a pique, para colmo con todas sus propiedades desvalorizadas y si las abandona las pierde en su totalidad. Lo que significaría regresar derrotada como le ocurrió a la desdichada María Nelfi.

Es evidente que la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela fue el inicio para que Nicolás Maduro hoy permanezca como dictador y, en consecuencia, en Colombia estemos con la disyuntiva de que si un socialista es elegido presidente por elección popular se convertiría en otra Venezuela. Con este argumento el uribismo hizo desaprobar el acuerdo de paz del expresidente JM Santos y Timochenko, el exjefe de las Farc, y no es para menos, porque sería como dar un salto al vacío.

En este momento preelectoral, a pesar de las pésimas condiciones de los colombianos comunes y corrientes, que son la mayoría, es importante reflexionar por quien se debe votar. Personalmente, no votaré por ninguno de los radicales a ultranza, tampoco por mercachifles; por ejemplo, como el exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández. Hay otros candidatos que por lo menos servirían como interfaces mientras aparezcan algunos capaces de arreglar o mejorar la situación actual que, en realidad, no está para salir a las carreras como pueblo ignorante a elegir a cualquier juan de los palotes.

Los principales problemas de Colombia son la pobreza (desempleo), la violencia (inseguridad) y la corrupción, entre otros, principalmente la incrustada en la administración pública que es la que maneja el erario, no solo a nivel nacional, sino regionales y locales. Por ende, es indispensable elegir buenos congresistas (senadores y representantes), gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.   En conclusión, para poder dormir plácidamente hay que elegir buenos funcionarios.