Mientras en la calle 16 entre carreras 7 y 12 personas entregan volantes en los que invitan a utilizar la malla sublingual o supralingual, más conocida como malla adelgazante, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, informó a través de un comunicado que ésta no tiene registro sanitario. El Instituto lanzó la […]
Mientras en la calle 16 entre carreras 7 y 12 personas entregan volantes en los que invitan a utilizar la malla sublingual o supralingual, más conocida como malla adelgazante, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, informó a través de un comunicado que ésta no tiene registro sanitario.
El Instituto lanzó la alerta en atención a los acontecimientos y a la publicidad generada en los medios de comunicación relacionados con la malla y dijo que su uso e indicación no están autorizados.
La malla que muchas personas la han utilizado en Valledupar, consiste en la colocación de una pequeña porción de un materialmédico quirúrgico, la cual es saturada en cuatro puntos sobre la lengua, lo que bloquea en la persona la sensación normal del gusto por los alimentos e impide el consumo de sólidos.
En el tiempo que dura el paciente con la malla, éste debe tener una dieta líquida basada en caldos, gelatinas, yogurt, jugos y licuados.
Según el Invima este método tiene implicaciones negativas para la salud de los usuarios, las cuales pueden ir desde eventuales reacciones locales en la lengua y problemas tales como dolor, mala higiene bucal, mal aliento (halitosis), alteraciones a nivel del gusto, hasta complicaciones severas que podrían ocasionar la muerte, como consecuencia de una mala alimentación o resultado de un proceso infeccioso.
El Instituto dijo que en Colombia está prohibida la importación, comercialización y uso del producto y quienes lo hagan serán sujeto a la aplicación de medidas sanitarias y procesos sancionatorios.
Lili* una vallenata que utilizó la malla dijo que logró bajar 10 kilos, pero una vez se la quitó los recuperó, además que no podía asearse la lengua.
Mientras en la calle 16 entre carreras 7 y 12 personas entregan volantes en los que invitan a utilizar la malla sublingual o supralingual, más conocida como malla adelgazante, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, informó a través de un comunicado que ésta no tiene registro sanitario. El Instituto lanzó la […]
Mientras en la calle 16 entre carreras 7 y 12 personas entregan volantes en los que invitan a utilizar la malla sublingual o supralingual, más conocida como malla adelgazante, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, informó a través de un comunicado que ésta no tiene registro sanitario.
El Instituto lanzó la alerta en atención a los acontecimientos y a la publicidad generada en los medios de comunicación relacionados con la malla y dijo que su uso e indicación no están autorizados.
La malla que muchas personas la han utilizado en Valledupar, consiste en la colocación de una pequeña porción de un materialmédico quirúrgico, la cual es saturada en cuatro puntos sobre la lengua, lo que bloquea en la persona la sensación normal del gusto por los alimentos e impide el consumo de sólidos.
En el tiempo que dura el paciente con la malla, éste debe tener una dieta líquida basada en caldos, gelatinas, yogurt, jugos y licuados.
Según el Invima este método tiene implicaciones negativas para la salud de los usuarios, las cuales pueden ir desde eventuales reacciones locales en la lengua y problemas tales como dolor, mala higiene bucal, mal aliento (halitosis), alteraciones a nivel del gusto, hasta complicaciones severas que podrían ocasionar la muerte, como consecuencia de una mala alimentación o resultado de un proceso infeccioso.
El Instituto dijo que en Colombia está prohibida la importación, comercialización y uso del producto y quienes lo hagan serán sujeto a la aplicación de medidas sanitarias y procesos sancionatorios.
Lili* una vallenata que utilizó la malla dijo que logró bajar 10 kilos, pero una vez se la quitó los recuperó, además que no podía asearse la lengua.