Desde Moscú, la fría capital de Rusia, llegarán hoy 17 patinadores sobre hielo campeones olímpicos y mundiales para entregar a Valledupar un show lleno de magia, acrobacias y malabares.

En la puesta en escena, que cuenta con la producción de Álvaro Hoyos, los asistentes al evento que se realizará en el colegio Gimnasio del Norte podrán encontrar la representación de El Lago de los Cisnes y La Cenicienta.

“Son dos cuentos que han llamado la atención durante más de dos siglos porque son cuentos para toda la familia. El Lago de los Cisnes fue escrito en 1697, inicialmente no tuvo el éxito que tiene ahora pero después Mario Espetipá le puso una nueva coreografía y ahora es uno de los ballet más representados en el mundo y de más éxito donde se presenta”, explicó Hoyos, quien enfatizó a que con este primer fragmento del espectáculo las personas encontrarán ballet clásico.

De la misma manera se refirió a que con La Cenicienta tendrán un aporte de comedia, para el que cuentan por ejemplo con un hombre personificando a la madrastra, y podrán observar malabares y acrobacias.

“Invitamos a que el público de Valledupar nos acompañe, hay una frase que tiene el New York Times que es: ‘El ballet de Moscú sobre hielo es un espectáculo que uno debe ver al menos una vez en su vida, y este es el momento de hacerlo’”, sostuvo Hoyos.

El ballet contará con más de 10 patinadores en escena, una pista real de hielo que es el mayor atractivo de la producción, alrededor de 100 vestidos que salen en escena con toda la estética que tienen los rusos para este tipo de espectáculos, en conjunto con atractivas coreografías.

Esta presentación hace parte de la gira latinoamericana del ballet de Moscú sobre hielo que se está llevando desde México hasta Argentina y ha destinado dos meses para su recorrido por Colombia.

En su paso por este país ya ha estado en Sogamoso, Chiquinquirá, Duitama, Tunja, Bucaramanga, Cúcuta, Manizales, Pereira, Medellín, Bogotá, entre otras. En la costa, luego de Valledupar seguirán con Santa Marta, Barranquilla y Cartagena.

Por: Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN
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