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Editorial - 25 noviembre, 2020

Magdalena, Cesar y Guajira: una conversión emergente de educación superior

Realizamos ayer, el foro los Retos y Desafíos de la Educación Superior, en asocio de las Universidades del Área Andina y la Sergio Arboleda, pero con la invitación y participación activa de las universidades del Magdalena, de Cartagena y la Nacional, sede La Paz, que es la verdadera sede Caribe de la primera institución pública. Sin que queramos desconocer, menos en esta época de tragedia , a nuestro hermano departamento de San Andres y la vinculación de la Universidad Nacional.

Realizamos ayer, el foro los Retos y Desafíos de la Educación Superior, en asocio de las Universidades del Área Andina y la Sergio Arboleda, pero con la invitación y participación activa de las universidades del Magdalena, de Cartagena y  la Nacional, sede La Paz, que es la verdadera sede Caribe de la primera institución pública. Sin que queramos desconocer, menos en esta época de tragedia , a nuestro hermano departamento de San Andres y la vinculación de la Universidad Nacional. 

Ya en el anterior editorial nos referimos a la UPC, no meritoria, lamentablemente,  para estar en este foro. El de ayer, que fue un espacio de pensamiento,  no hacía cupo como escenario para tenerla en cuenta; ya haremos un foro exclusivo para tratar ese elucubrado tema.

Nuestro titular corresponde a lo dicho por Iván Sánchez Fontalvo, docente de la Universidad del Magdalena,  al evocar al Magdalena Grande en el sentido de que además de los aspectos sociológicos , sociocultural y ambientales entre otros, nos une una concepción emergente de educación que daría,  como frutos,  profesionales e investigadores que impulsen el desarrollo y el buen vivir de los territorios situados donde se desenvuelven.

Herman Palacios Cuenca, de la Universidad Sergio Arboleda, concuerda con Yanelis Odeth Yaneth,  de la Universidad del Área Andina en los esfuerzos y la indiscutible presencia de la virtualidad que llegó para quedarse. “Hay que centrarnos en cómo aprende el estudiante hoy, la pandemia nos obligó a ir a las didácticas digitales y hemos evidenciado que estamos cambiando”. Sin embargo la especialista del Área Andina advirtió: “Ha quedado demostrado que los estudiantes de la actualidad manejaban la tecnología pero para entretenimiento y la nueva realidad de plataformas digitales les ha costado mucho”.

A su vez Ana Julia Bozo, de la Universidad de Cartagena,  lanzó cifras reveladoras como que la deserción es y será persistente. Citó un reciente informe de la Universidad Javeriana, de Bogotá,  que habla de que aún sin covid-19 el ingreso a la educación se hubiese reducido en un 12 % en el segundo ciclo del 2020, pero más aterrador aun, de casi 100 mil jóvenes que que iniciaron sus carreras entre 2016 y 2018, más del 45 % desertaron, en su mayoría por factores económicos.

Marcela Camacho, de la Nacional, manifestó que la pandemia señaló las inequidades en todos los aspectos no solo del acceso a la universidad, sino en las condiciones socioeconómicas y socioafectivas de muchos estudiantes que requieren de respuestas estructurales. Mezclar a los formadores con la estudiante Valentina Ruiz de 11 grado del Colegio  Rodolfo Campo de Comfacesar, que  deslumbró con su madurez,  y Andrea Fuentes,  estudiante de séptimo semestre de derecho, que dejó en alto el nombre de la Udes,  fue un acierto del evento.

Vimos que se  pueden contrastar saberes regionales; recordamos con nostalgia la   Asociacion de universidades del Caribe en los 90’s, cuando existían la Consejería Presidencial y el Consejo de planificación, Corpes, de la Costa Atlántica.

Editorial
25 noviembre, 2020

Magdalena, Cesar y Guajira: una conversión emergente de educación superior

Realizamos ayer, el foro los Retos y Desafíos de la Educación Superior, en asocio de las Universidades del Área Andina y la Sergio Arboleda, pero con la invitación y participación activa de las universidades del Magdalena, de Cartagena y la Nacional, sede La Paz, que es la verdadera sede Caribe de la primera institución pública. Sin que queramos desconocer, menos en esta época de tragedia , a nuestro hermano departamento de San Andres y la vinculación de la Universidad Nacional.


Realizamos ayer, el foro los Retos y Desafíos de la Educación Superior, en asocio de las Universidades del Área Andina y la Sergio Arboleda, pero con la invitación y participación activa de las universidades del Magdalena, de Cartagena y  la Nacional, sede La Paz, que es la verdadera sede Caribe de la primera institución pública. Sin que queramos desconocer, menos en esta época de tragedia , a nuestro hermano departamento de San Andres y la vinculación de la Universidad Nacional. 

Ya en el anterior editorial nos referimos a la UPC, no meritoria, lamentablemente,  para estar en este foro. El de ayer, que fue un espacio de pensamiento,  no hacía cupo como escenario para tenerla en cuenta; ya haremos un foro exclusivo para tratar ese elucubrado tema.

Nuestro titular corresponde a lo dicho por Iván Sánchez Fontalvo, docente de la Universidad del Magdalena,  al evocar al Magdalena Grande en el sentido de que además de los aspectos sociológicos , sociocultural y ambientales entre otros, nos une una concepción emergente de educación que daría,  como frutos,  profesionales e investigadores que impulsen el desarrollo y el buen vivir de los territorios situados donde se desenvuelven.

Herman Palacios Cuenca, de la Universidad Sergio Arboleda, concuerda con Yanelis Odeth Yaneth,  de la Universidad del Área Andina en los esfuerzos y la indiscutible presencia de la virtualidad que llegó para quedarse. “Hay que centrarnos en cómo aprende el estudiante hoy, la pandemia nos obligó a ir a las didácticas digitales y hemos evidenciado que estamos cambiando”. Sin embargo la especialista del Área Andina advirtió: “Ha quedado demostrado que los estudiantes de la actualidad manejaban la tecnología pero para entretenimiento y la nueva realidad de plataformas digitales les ha costado mucho”.

A su vez Ana Julia Bozo, de la Universidad de Cartagena,  lanzó cifras reveladoras como que la deserción es y será persistente. Citó un reciente informe de la Universidad Javeriana, de Bogotá,  que habla de que aún sin covid-19 el ingreso a la educación se hubiese reducido en un 12 % en el segundo ciclo del 2020, pero más aterrador aun, de casi 100 mil jóvenes que que iniciaron sus carreras entre 2016 y 2018, más del 45 % desertaron, en su mayoría por factores económicos.

Marcela Camacho, de la Nacional, manifestó que la pandemia señaló las inequidades en todos los aspectos no solo del acceso a la universidad, sino en las condiciones socioeconómicas y socioafectivas de muchos estudiantes que requieren de respuestas estructurales. Mezclar a los formadores con la estudiante Valentina Ruiz de 11 grado del Colegio  Rodolfo Campo de Comfacesar, que  deslumbró con su madurez,  y Andrea Fuentes,  estudiante de séptimo semestre de derecho, que dejó en alto el nombre de la Udes,  fue un acierto del evento.

Vimos que se  pueden contrastar saberes regionales; recordamos con nostalgia la   Asociacion de universidades del Caribe en los 90’s, cuando existían la Consejería Presidencial y el Consejo de planificación, Corpes, de la Costa Atlántica.