En medio de una presentación, Poncho Zuleta saludó a un grupo armado. “Qué viva la tierra paramilitar”.
Los nombres del contrabandista, exparamilitar y sicario Marquitos Figueroa; del exgobernador de La Guajira Kiko Gómez; de Emilio Tapia, contratista colombiano condenado por actos de corrupción; del narcotraficante Elkin Javier López, alias ‘La Silla’; el lavador de activos Ñeñe Hernández’ y otras personalidades cuestionadas, no solo suenan en los estrados judiciales, también en los saludos de cantantes vallenatos reconocidos, como Silvestre Dangond, Elder Dayán y Diomedes Díaz.
Por ejemplo, Diomedes Díaz grabó la canción ‘El gavilán Mayor’ en aparente referencia a un narcotraficante de la zona. En 2013, Silvestre saludó en su canción ‘Un Amor Verdadero’ a Tapias: “Emilio Tapias, la mujer se ama y se pechicha”. Por su parte, Elder Dayán dijo en su canción ‘La Disputa’: “Que lo diga mi hermano Elkin Javier López”.
Uno de los casos más sonados y polémicos ocurrió en julio del año 2012, cuando las autoridades capturaron al narcotraficante Camilo Torres Martínez, alias ‘Fritanga’, mientras celebraba su matrimonio en un exclusivo hotel de la isla Múcura, en el golfo de Morrosquillo. Los artistas invitados a esa celebración fueron Jean Carlos Centeno y Silvestre Dangond.
Otro polémico nombre es el de Ñoño Elías, exsenador de la República condenado por corrupción. A Elías lo han saludado Diomedes, Martín Elías, Jorge Oñate, Beto Zabaleta, Peter Manjarrés y Silvestre.
Se recuerda también cuando en medio de una presentación, Poncho Zuleta saludó a un grupo armado. “Qué viva la tierra paramilitar”, dijo el reconocido cantante.
A esos saludos se suman las presentaciones de cantantes de vallenato en cárceles, como fue el caso del Churo Díaz, Ana del Castillo y Mono Zabaleta, que estuvieron en el pabellón de los extraditables de La Picota.
No obstante, un experto en leyes aseguró que pese a que de alguna forma esta práctica es una apología del delito, los artistas no incurren en ninguna conducta delictiva debido a que esto no está tipificado que atente contra las leyes.
En medio de una presentación, Poncho Zuleta saludó a un grupo armado. “Qué viva la tierra paramilitar”.
Los nombres del contrabandista, exparamilitar y sicario Marquitos Figueroa; del exgobernador de La Guajira Kiko Gómez; de Emilio Tapia, contratista colombiano condenado por actos de corrupción; del narcotraficante Elkin Javier López, alias ‘La Silla’; el lavador de activos Ñeñe Hernández’ y otras personalidades cuestionadas, no solo suenan en los estrados judiciales, también en los saludos de cantantes vallenatos reconocidos, como Silvestre Dangond, Elder Dayán y Diomedes Díaz.
Por ejemplo, Diomedes Díaz grabó la canción ‘El gavilán Mayor’ en aparente referencia a un narcotraficante de la zona. En 2013, Silvestre saludó en su canción ‘Un Amor Verdadero’ a Tapias: “Emilio Tapias, la mujer se ama y se pechicha”. Por su parte, Elder Dayán dijo en su canción ‘La Disputa’: “Que lo diga mi hermano Elkin Javier López”.
Uno de los casos más sonados y polémicos ocurrió en julio del año 2012, cuando las autoridades capturaron al narcotraficante Camilo Torres Martínez, alias ‘Fritanga’, mientras celebraba su matrimonio en un exclusivo hotel de la isla Múcura, en el golfo de Morrosquillo. Los artistas invitados a esa celebración fueron Jean Carlos Centeno y Silvestre Dangond.
Otro polémico nombre es el de Ñoño Elías, exsenador de la República condenado por corrupción. A Elías lo han saludado Diomedes, Martín Elías, Jorge Oñate, Beto Zabaleta, Peter Manjarrés y Silvestre.
Se recuerda también cuando en medio de una presentación, Poncho Zuleta saludó a un grupo armado. “Qué viva la tierra paramilitar”, dijo el reconocido cantante.
A esos saludos se suman las presentaciones de cantantes de vallenato en cárceles, como fue el caso del Churo Díaz, Ana del Castillo y Mono Zabaleta, que estuvieron en el pabellón de los extraditables de La Picota.
No obstante, un experto en leyes aseguró que pese a que de alguna forma esta práctica es una apología del delito, los artistas no incurren en ninguna conducta delictiva debido a que esto no está tipificado que atente contra las leyes.