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Columnista - 7 febrero, 2014

Macabra coincidencia

Por Raúl Bermúdez Márquez El martes pasado en la noche por motivos laborales llegué a mi casa después de las 9 horas y no pude sintonizar por razones obvias el noticiero del Canal Capital que se emite todos los días a las 8 p.m. En medio del maremágnum de telenovelas, cursilerías de la información del entretenimiento, […]

Por Raúl Bermúdez Márquez

El martes pasado en la noche por motivos laborales llegué a mi casa después de las 9 horas y no pude sintonizar por razones obvias el noticiero del Canal Capital que se emite todos los días a las 8 p.m. En medio del maremágnum de telenovelas, cursilerías de la información del entretenimiento, enlatados extranjeros que promueven el culto a la personalidad de “héroes” inverosímiles capaces de acabar ellos solos con todo un ejército, aditamentos todos que caracterizan a la programación de los canales privados, he encontrado en la programación cultural y más humana de ese medio televisivo público una especie de coraza protectora ante tanta basura informativa alienante.

Sin embargo, ese martes quería ampliar la información sobre el nuevo capítulo de chuzadas de las cuales no se escapan ni los delegados del gobierno en la mesa de negociaciones de La Habana y sintonicé el noticiero CM& de las nueve y media. En el transcurso del mismo, se reseñó la noticia de que un grupo autodenominado las Águilas Negras, había anunciado que cortarían la cabeza al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, “para jugar fútbol con ella”. En ese mismo comunicado amenazan de muerte a otros dirigentes como Aida Abella e Iván Cepeda y a los miembros de un colectivo de abogados.

Al final, -en una sección donde se mezclan los gestos ridículos e histriónicos de las presentadoras con los tres chismes del día-, se anunció la ñapa por parte de una desentonada presentadora: un “runrún” sobre el alcalde Petro. El tal “runrún” resultó un bochinche sobre la supuesta renuncia del alcalde de Bogotá con el fin de despedirse de la actividad política con un alto índice de favorabilidad en las encuestas. Como diría una matrona caribeña: “Tanto pujábpa parí un ratón”. Pero eso no es lo preocupante. Al fin y al cabo ya ese noticiero tiene acostumbrada a su poca audiencia a soportar chistes hueseros y de mal gusto. Lo grave del asunto es que al término de su fastidiosa pero rata, una de las “urracas parlanchinas” –como las bautizó un amigo-, soltó una perla: sería una buena decisión de Petro la de renunciar porque de todas maneras la Corte Constitucional le “cortará la cabeza”.

La pregunta obvia es ¿Casualidad o premeditación que una organización criminal y una presentadora de un noticiero privado, utilicen el mismo día, los mismos horripilantes términos para referirse al mismo dirigente de izquierda? ¿Por qué Adriana Tono y las Águilas Negras quieren decapitar a Petro? Según el panfleto de estas últimas, para cobrarle sus ataques al Procurador. Ahora le tocaría a la presentadora o al director del noticiero explicar de dónde surge tan macabra coincidencia.

[email protected]

Columnista
7 febrero, 2014

Macabra coincidencia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Raúl Bermúdez Márquez

Por Raúl Bermúdez Márquez El martes pasado en la noche por motivos laborales llegué a mi casa después de las 9 horas y no pude sintonizar por razones obvias el noticiero del Canal Capital que se emite todos los días a las 8 p.m. En medio del maremágnum de telenovelas, cursilerías de la información del entretenimiento, […]


Por Raúl Bermúdez Márquez

El martes pasado en la noche por motivos laborales llegué a mi casa después de las 9 horas y no pude sintonizar por razones obvias el noticiero del Canal Capital que se emite todos los días a las 8 p.m. En medio del maremágnum de telenovelas, cursilerías de la información del entretenimiento, enlatados extranjeros que promueven el culto a la personalidad de “héroes” inverosímiles capaces de acabar ellos solos con todo un ejército, aditamentos todos que caracterizan a la programación de los canales privados, he encontrado en la programación cultural y más humana de ese medio televisivo público una especie de coraza protectora ante tanta basura informativa alienante.

Sin embargo, ese martes quería ampliar la información sobre el nuevo capítulo de chuzadas de las cuales no se escapan ni los delegados del gobierno en la mesa de negociaciones de La Habana y sintonicé el noticiero CM& de las nueve y media. En el transcurso del mismo, se reseñó la noticia de que un grupo autodenominado las Águilas Negras, había anunciado que cortarían la cabeza al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, “para jugar fútbol con ella”. En ese mismo comunicado amenazan de muerte a otros dirigentes como Aida Abella e Iván Cepeda y a los miembros de un colectivo de abogados.

Al final, -en una sección donde se mezclan los gestos ridículos e histriónicos de las presentadoras con los tres chismes del día-, se anunció la ñapa por parte de una desentonada presentadora: un “runrún” sobre el alcalde Petro. El tal “runrún” resultó un bochinche sobre la supuesta renuncia del alcalde de Bogotá con el fin de despedirse de la actividad política con un alto índice de favorabilidad en las encuestas. Como diría una matrona caribeña: “Tanto pujábpa parí un ratón”. Pero eso no es lo preocupante. Al fin y al cabo ya ese noticiero tiene acostumbrada a su poca audiencia a soportar chistes hueseros y de mal gusto. Lo grave del asunto es que al término de su fastidiosa pero rata, una de las “urracas parlanchinas” –como las bautizó un amigo-, soltó una perla: sería una buena decisión de Petro la de renunciar porque de todas maneras la Corte Constitucional le “cortará la cabeza”.

La pregunta obvia es ¿Casualidad o premeditación que una organización criminal y una presentadora de un noticiero privado, utilicen el mismo día, los mismos horripilantes términos para referirse al mismo dirigente de izquierda? ¿Por qué Adriana Tono y las Águilas Negras quieren decapitar a Petro? Según el panfleto de estas últimas, para cobrarle sus ataques al Procurador. Ahora le tocaría a la presentadora o al director del noticiero explicar de dónde surge tan macabra coincidencia.

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