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Columnista - 30 junio, 2023

Lotería ‘La Costeña’

Normalmente le compro lotería, no un billete sino tres fracciones de distintos números de Medellín a mi compadre, amigo y buen contertulio Clemente Carabalí, desde hace mucho tiempo bautizado por ‘Poncho’ Zuleta como ‘La Cuarta Maravilla’, eso lo enloqueció y lo metió según en él en el ámbito del folclor, pues dice que es compositor, cantante y erudito en ese tema. 

Normalmente le compro lotería, no un billete sino tres fracciones de distintos números de Medellín a mi compadre, amigo y buen contertulio Clemente Carabalí, desde hace mucho tiempo bautizado por ‘Poncho’ Zuleta como ‘La Cuarta Maravilla’, eso lo enloqueció y lo metió según en él en el ámbito del folclor, pues dice que es compositor, cantante y erudito en ese tema. 

Pues bien, para la mayoría de sus clientes, que son muchos y selectos, pues no le vende a todo mundo, es salao y yo sostengo que es muy de buenas por las abultadas ventas que hace; me trae la lotería a domicilio religiosamente los jueves a las 7 de la mañana, se toma un tinto y 3 ó 4 vasos de agua y llamamos a su otro cliente mi cuñado, compadre e hijo mayor el doctor Rodrigo Morón Cuello, con quien duramos casi una hora o más, rajando, arreglando el mundo y comentando sobre deportes, especialmente de fútbol, donde Clemente se cree una autoridad por el solo hecho de haber trabajado bajo mis órdenes en Coldeportes; es cortante con la lengua y con una capacidad inventiva como muy pocos la tienen, es en esta ciudad una institución querida por muchos y repudiada por otros y él lo sabe y se ríe sarcásticamente de ello diciendo que si la lengua matara él y muchos estarían bajo tierra.

Ya ven, compro tres quintos de Medellín para ver si de pronto, porque si no compro, no hay de pronto, no le pido a Dios que me la gane, pues creo que hay muchos que la necesitan más que yo y el Señor no es injusto y eso se lo deja a la suerte, pero cuando salgo a la calle los loteros con su lotería visible, diferente a Clemente que la carga en un fino ejecutivo marca Vélez o Mario Hernández, me ofrecen y les compro las del día y por eso me he dado cuenta que casi todos los departamentos tienen sus loterías consolidadas y con muy buenos planes de premios: Cundinamarca, Santanderes, Medellín, Valle, Nariño, Cauca, Meta, Bogotá, Huila y Boyacá, pero no hay ninguna de la Costa Atlántica, lo que me hace pensar en el por qué cuando recuerdo la Lotería del Libertador, en Santa Marta; Atlántico, en Barranquilla; Guajira. en Riohacha; Córdoba, en Montería; Bolívar, en Cartagena; y no me acuerdo si en Sincelejo había y la recordada Vallenata aquí y me pregunto ¿qué pasó? Por qué fracasamos mientras las “cachacas” echaban pa´lante y sencillamente concluyo que el despilfarro, los malos manejos y la politiquería las acabaron y también me he puesto a pensar el por qué no revivirlas, no una sino en forma colectiva y regional con el nombre de la Lotería ‘La Costeña’, donde en un solo ente se aglutinen los departamentos de la costa Caribe, pero eso sí, en grande como las demás.

También caigo en cuenta que lo mismo que pasó con las loterías aconteció con las fábricas de licores, empresas pujantes y productoras de riquezas en otros departamentos del interior del país, solamente nos queda la del Magdalena con su famoso Ron Caña y con el centenario Centenario. ¿No se podrá hacer lo mismo que con las loterías?.

Doctor Eduardo Verano, usted va a ser el nuevo gobernador del Atlántico, el departamento más pujante de la costa, estoy seguro de ello, porque por sus cualidades personales y políticas, amén de quienes lo apoyan, eso es un hecho, lidere esa idea y sáquela adelante, para que los costeños como los antioqueños, bogotanos y vallunos podamos comprarla, por consejo de Clemente, en el día miércoles que está desocupado por las grandes loterías. No se le olviden estas ideas que con seguridad son buenas y producen plata a quienes resuelvan ser sus socios, pero eso sí, erradicando la politiquería que es el principal cáncer que acaba con ellas, comenzando por nombrar gerentes idóneos y con término fijo de por lo menos 4 años para que no pase lo que aquí, que cambiaban gerentes cada 3 ó 4 meses. 

Por José Manuel Aponte Martínez.

Columnista
30 junio, 2023

Lotería ‘La Costeña’

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Normalmente le compro lotería, no un billete sino tres fracciones de distintos números de Medellín a mi compadre, amigo y buen contertulio Clemente Carabalí, desde hace mucho tiempo bautizado por ‘Poncho’ Zuleta como ‘La Cuarta Maravilla’, eso lo enloqueció y lo metió según en él en el ámbito del folclor, pues dice que es compositor, cantante y erudito en ese tema. 


Normalmente le compro lotería, no un billete sino tres fracciones de distintos números de Medellín a mi compadre, amigo y buen contertulio Clemente Carabalí, desde hace mucho tiempo bautizado por ‘Poncho’ Zuleta como ‘La Cuarta Maravilla’, eso lo enloqueció y lo metió según en él en el ámbito del folclor, pues dice que es compositor, cantante y erudito en ese tema. 

Pues bien, para la mayoría de sus clientes, que son muchos y selectos, pues no le vende a todo mundo, es salao y yo sostengo que es muy de buenas por las abultadas ventas que hace; me trae la lotería a domicilio religiosamente los jueves a las 7 de la mañana, se toma un tinto y 3 ó 4 vasos de agua y llamamos a su otro cliente mi cuñado, compadre e hijo mayor el doctor Rodrigo Morón Cuello, con quien duramos casi una hora o más, rajando, arreglando el mundo y comentando sobre deportes, especialmente de fútbol, donde Clemente se cree una autoridad por el solo hecho de haber trabajado bajo mis órdenes en Coldeportes; es cortante con la lengua y con una capacidad inventiva como muy pocos la tienen, es en esta ciudad una institución querida por muchos y repudiada por otros y él lo sabe y se ríe sarcásticamente de ello diciendo que si la lengua matara él y muchos estarían bajo tierra.

Ya ven, compro tres quintos de Medellín para ver si de pronto, porque si no compro, no hay de pronto, no le pido a Dios que me la gane, pues creo que hay muchos que la necesitan más que yo y el Señor no es injusto y eso se lo deja a la suerte, pero cuando salgo a la calle los loteros con su lotería visible, diferente a Clemente que la carga en un fino ejecutivo marca Vélez o Mario Hernández, me ofrecen y les compro las del día y por eso me he dado cuenta que casi todos los departamentos tienen sus loterías consolidadas y con muy buenos planes de premios: Cundinamarca, Santanderes, Medellín, Valle, Nariño, Cauca, Meta, Bogotá, Huila y Boyacá, pero no hay ninguna de la Costa Atlántica, lo que me hace pensar en el por qué cuando recuerdo la Lotería del Libertador, en Santa Marta; Atlántico, en Barranquilla; Guajira. en Riohacha; Córdoba, en Montería; Bolívar, en Cartagena; y no me acuerdo si en Sincelejo había y la recordada Vallenata aquí y me pregunto ¿qué pasó? Por qué fracasamos mientras las “cachacas” echaban pa´lante y sencillamente concluyo que el despilfarro, los malos manejos y la politiquería las acabaron y también me he puesto a pensar el por qué no revivirlas, no una sino en forma colectiva y regional con el nombre de la Lotería ‘La Costeña’, donde en un solo ente se aglutinen los departamentos de la costa Caribe, pero eso sí, en grande como las demás.

También caigo en cuenta que lo mismo que pasó con las loterías aconteció con las fábricas de licores, empresas pujantes y productoras de riquezas en otros departamentos del interior del país, solamente nos queda la del Magdalena con su famoso Ron Caña y con el centenario Centenario. ¿No se podrá hacer lo mismo que con las loterías?.

Doctor Eduardo Verano, usted va a ser el nuevo gobernador del Atlántico, el departamento más pujante de la costa, estoy seguro de ello, porque por sus cualidades personales y políticas, amén de quienes lo apoyan, eso es un hecho, lidere esa idea y sáquela adelante, para que los costeños como los antioqueños, bogotanos y vallunos podamos comprarla, por consejo de Clemente, en el día miércoles que está desocupado por las grandes loterías. No se le olviden estas ideas que con seguridad son buenas y producen plata a quienes resuelvan ser sus socios, pero eso sí, erradicando la politiquería que es el principal cáncer que acaba con ellas, comenzando por nombrar gerentes idóneos y con término fijo de por lo menos 4 años para que no pase lo que aquí, que cambiaban gerentes cada 3 ó 4 meses. 

Por José Manuel Aponte Martínez.