Cada día la ciudadanía es más consciente de la batalla por la información y la inmediatez que ha surgido a raíz del ‘boom’ de las redes sociales y plataformas digitales sin aparente regulación. Esto quedó en evidencia en el conversatorio ‘La verdad no se mata: Guillermo Cano, legado de un periodista valiente’ que se realizó en el marco de la tercera Feria del Libro de Valledupar, Felva.
En este espacio, el público le preguntó a los reconocidos periodistas María Jimena Duzán y Jorge Cardona, sobre el impacto que están teniendo los llamados influencers y youtubers en la difusión de la información frente al periodismo. Un hecho que, según los asistentes, está causando “confusión” por el flujo constante de información proveniente de dos actores que afirman transmitir la debatida ‘verdad’ de un hecho.
“Los influencers creen que hay una disputa entre influencers y periodistas, pero no es así. La ‘verdad’ no es solo un patrimonio de los periodistas, eso es una cosa que cambió. Sin embargo, la diferencia entre ambos es que el periodista trata de buscar la ‘verdad’. La ‘verdad’ responde a un valor, a una concepción que tiene varias voces, una estructura, un contexto y matices. La función del youtuber es otra, es repetir un algoritmo en el que él cree. Es más fácil ser youtuber que ser periodista”, argumentó Duzán.
De acuerdo con un estudio de Cifras y Conceptos, hay más de tres mil influencers y creadores de contenido relevantes en el país. De esta cifra, 400 hacen contenido sobre política o temas públicos. Unos se dedican a la parte informativa y otros son exclusivamente de opinión, pero todos trabajan en torno a capturar la atención de los usuarios en las redes sociales bajo la meta de la ansiada viralidad. Esto lo logran a través de videos cortos, el uso de lenguaje informal o popular y dar opiniones tajantes sobre temas polémicos.
El mercado de la información
Actualmente en el país se está desarrollando un escenario caótico en las diferentes redes sociales donde los clics y ‘me gusta’ son los que definen lo “real” y lo “falso”, en una sociedad cada vez más mediática que le apunta a la inmediatez y a la superficialidad.
Así lo manifestó la especialista en Tecnologías de la Información y Comunicación, Tic, Martha Linares, quien puntualizó que la batalla “campal de comentarios y reacciones” entre los mismos usuarios frente a una información que es compartida por líderes de comunidades digitales en redes sociales como X, TikTok, Facebook, Instagram e incluso YouTube, está provocando mayor desinformación, discursos de odio y que la red sea uno de los principales medios de generación de ingresos a partir del escarnio público.
“La audiencia cree en estos influencers para informarse, pero en realidad muchas veces son surfistas mediáticos. Hay quienes alegan que en sus redes expresan sus opiniones, y que eso hace parte de sus derechos, lo cual es así, pero no son transparentes en cuanto al rol de publicistas digitales que cumplen y el que sus seguidores desconocen”, argumentó Linares.
Lo planteado por la experta fue demostrado en el informe anual Digital News Report del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, el cual analiza las tendencias globales en el consumo de noticias digitales. En este informe se puntualiza que el 61 % de los colombianos dice que consume las noticias principalmente a través de redes sociales que son manejadas con experticia por estos nativos digitales.
Las redes de “plástico”
En un mundo donde unirse a tendencias, cumplir retos virales y evaluar comentarios para darle la credibilidad a una información o no, el periodismo se encuentra frente al reto de apostarle a la inmediatez sin descuidar la labor investigativa, algo que lo diferencia de los actores digitales que carecen de una formación académica en esta área, y por la necesidad de cumplir con la inmediatez, no tienen tiempo para una investigación rigurosa de los hechos, según el periodista Jorge Cardona.
“Las redes sociales son una forma de libertad de expresión, bienvenidas las redes sociales, pero las redes sociales no son periodismo. Ciertamente la comunicación cambió. La comunicación tradicional en la que los medios de comunicación eran los emisores y la gente receptores pasivos, ya no existe. Cualquier información que se coloque en las redes tiene una respuesta o reacción, eso es libertad de expresión”, explicó Cardona.
En ese sentido, el conferencista sostuvo que el periodismo necesita redacción, investigación, edición, contraste, contexto, algo de lo que según Cardona carecen las redes sociales al no tener responsabilidad sobre el impacto de la información que transmiten. Lo anterior porque responden presuntamente a un algoritmo que marca su contenido para no ser olvidados.
Este algoritmo ha tomado fuerza en Colombia y en especial en el Cesar con los populares Reels, podcasts en YouTube, Spotify y videos de TikTok que están creciendo en audiencia. “Colombia es un país particular porque, a diferencia de los países europeos, la mayoría de la gente se informa por redes sociales”, aseguró Eduardo Suárez, director editorial del Instituto Reuters en Oxford. Casi la mitad de la gente que usa las redes para informarse lo hace por Facebook, (48 %) y TikTok (42 %), plataforma que viene creciendo desde el año 2022.
Periodistas, influencers y la IA
En medio del debate sobre los roles de los periodistas y de los influencers en cuanto a la información, la periodista María Jimena Duzán afirmó que: “Los youtubers y los influencers desempeñan un papel lícito, son repetidores de información, les pagan. Ellos tienen unos intereses. La pelea no existe porque los youtubers quieren ser periodistas, pero los periodistas no queremos ser youtubers”.
En ese sentido, el público manifestó que “la línea” entre ambos actores es cada día más difusa y se les hace difícil discernir entre una información veraz y una que responde a un interés personal que no busca el beneficio informativo de la audiencia. Este panorama expresado por los asistentes será aún más álgido porque un tercer actor ya entró en este campo.
La Inteligencia Artificial, IA, ya ha dado pasos que han desestabilizado comunidades. La difusión de videos deepfake en redes sociales que se hacen pasar por presentadores de televisión y periodistas para difundir información errónea, es un ejemplo de ello. Una demostración de que la IA está construyendo una revolución de la información, pero que depende del uso y la credibilidad que le da la audiencia a las redes sociales, que por el momento es el canal utilizado por la IA para recolectar los datos de los billones de usuarios que comparten su vida personal, gustos, ideología y datos en una ventana abierta al público.
Por Namieh Baute Barrios
