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Columnista - 12 febrero, 2019

Los venezolanos en Valledupar

Yender Díaz Espinaq es un maquillador profesional, estilista y colorista que labora en el Salón y Spa “Allure”, establecimiento comercial ubicado en la calle 7D # 11A – 09 del barrio San Carlos de Valledupar, donde el objeto principal es la belleza cosmética y el cuidado personal. Yender, como lo muestra su perfil en Instagram, […]

Yender Díaz Espinaq es un maquillador profesional, estilista y colorista que labora en el Salón y Spa “Allure”, establecimiento comercial ubicado en la calle 7D # 11A – 09 del barrio San Carlos de Valledupar, donde el objeto principal es la belleza cosmética y el cuidado personal. Yender, como lo muestra su perfil en Instagram, se autodenomina “artista” y como lo dejan ver sus publicaciones en ese medio y los comentarios de su clientela, laboralmente hablando es muy bueno, con trabajo de calidad.

De hecho, para plantearlo con claridad, “Alllure” es el mejor o uno de los mejores salones de belleza de Valledupar; contando con el venezolano Yender, un estilista cuyo trabajo es ampliamente requerido. Yender , al igual que varios venezolanos, se ha radicado en Valledupar, convirtiendo nuestra ciudad en su sede o lugar de trabajo.

En diciembre del año anterior, el analista económico Fernando Herrera Araujo director del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales – CESORE, publicó en El Pilón el análisis titulado: “Los venezolanos en el Cesar ¿cuantos son y cómo están?”, señalando que de 19 mil 878 venezolanos residenciados en el Cesar, 11 mil 181 residen en Valledupar. El estilista Yender Díaz Espinaq es uno de ellos y cuyo trabajo es calificado en términos de excelencia.

Herrera Araujo concluye en su análisis, sobre este fenómeno migratorio, que: “hay que mirar esta migración de una manera más inteligente y de mediano plazo. Es una oportunidad para el país, como han sido todas las migraciones en el mundo. Traen diversidad cultural, los migrantes son emprendedores y arriesgados, aumentan la producción y el consumo.”

También señala Herrera Araujo que el departamento del Cesar tiene 437 mil personas ocupadas formal e informalmente, donde solamente 14 mil 700 venezolanos o colombo – venezolanos están haciendo presión en el mercado laboral.

La semana anterior, señalé en mi columna publicada en este mismo periódico, que el agobiante crecimiento en el número de desocupados y la falta de oportunidad laboral en Valledupar no se debe al fenómeno de inmigración de venezolanos; tampoco considero que se deba a ellos la generalidad de los actos violentos en nuestra ciudad dentro de la zona urbana o rural.

Seguramente la presencia de venezolanos impacta en Valledupar en la salud, en la primera infancia, la educación, la vivienda y en la economía; pero el porcentaje de impacto, no debe ser especulativo y sin sustento.

Las cifras siempre permitirán un dialogo serio, analítico y no emotivo, donde seguramente identificaremos comportamientos negativos de residentes venezolanos, pero también actitudes positivas y de mostrar que provienen de ellos. El aumento del desempleo en Valledupar no tiene porque explicarse únicamente a partir de la crisis en Venezuela. A manera de ejemplo el subsector de la economía colombiana que representan los salones y spa de belleza, tiene en los venezolanos un recurso humano de admirar; Valledupar no escapa a eso y Yender es un ejemplo de ello.

Las malas conductas siempre serán reprochables en cualquier ciudadano indistintamente de su nacionalidad, las que afectan el orden público más; si un venezolano se equivoca se le tendrá que sancionar. Pero, así mismo, los ejemplos positivos son de resaltar.

Columnista
12 febrero, 2019

Los venezolanos en Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Josefina Castro Gonzalez

Yender Díaz Espinaq es un maquillador profesional, estilista y colorista que labora en el Salón y Spa “Allure”, establecimiento comercial ubicado en la calle 7D # 11A – 09 del barrio San Carlos de Valledupar, donde el objeto principal es la belleza cosmética y el cuidado personal. Yender, como lo muestra su perfil en Instagram, […]


Yender Díaz Espinaq es un maquillador profesional, estilista y colorista que labora en el Salón y Spa “Allure”, establecimiento comercial ubicado en la calle 7D # 11A – 09 del barrio San Carlos de Valledupar, donde el objeto principal es la belleza cosmética y el cuidado personal. Yender, como lo muestra su perfil en Instagram, se autodenomina “artista” y como lo dejan ver sus publicaciones en ese medio y los comentarios de su clientela, laboralmente hablando es muy bueno, con trabajo de calidad.

De hecho, para plantearlo con claridad, “Alllure” es el mejor o uno de los mejores salones de belleza de Valledupar; contando con el venezolano Yender, un estilista cuyo trabajo es ampliamente requerido. Yender , al igual que varios venezolanos, se ha radicado en Valledupar, convirtiendo nuestra ciudad en su sede o lugar de trabajo.

En diciembre del año anterior, el analista económico Fernando Herrera Araujo director del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales – CESORE, publicó en El Pilón el análisis titulado: “Los venezolanos en el Cesar ¿cuantos son y cómo están?”, señalando que de 19 mil 878 venezolanos residenciados en el Cesar, 11 mil 181 residen en Valledupar. El estilista Yender Díaz Espinaq es uno de ellos y cuyo trabajo es calificado en términos de excelencia.

Herrera Araujo concluye en su análisis, sobre este fenómeno migratorio, que: “hay que mirar esta migración de una manera más inteligente y de mediano plazo. Es una oportunidad para el país, como han sido todas las migraciones en el mundo. Traen diversidad cultural, los migrantes son emprendedores y arriesgados, aumentan la producción y el consumo.”

También señala Herrera Araujo que el departamento del Cesar tiene 437 mil personas ocupadas formal e informalmente, donde solamente 14 mil 700 venezolanos o colombo – venezolanos están haciendo presión en el mercado laboral.

La semana anterior, señalé en mi columna publicada en este mismo periódico, que el agobiante crecimiento en el número de desocupados y la falta de oportunidad laboral en Valledupar no se debe al fenómeno de inmigración de venezolanos; tampoco considero que se deba a ellos la generalidad de los actos violentos en nuestra ciudad dentro de la zona urbana o rural.

Seguramente la presencia de venezolanos impacta en Valledupar en la salud, en la primera infancia, la educación, la vivienda y en la economía; pero el porcentaje de impacto, no debe ser especulativo y sin sustento.

Las cifras siempre permitirán un dialogo serio, analítico y no emotivo, donde seguramente identificaremos comportamientos negativos de residentes venezolanos, pero también actitudes positivas y de mostrar que provienen de ellos. El aumento del desempleo en Valledupar no tiene porque explicarse únicamente a partir de la crisis en Venezuela. A manera de ejemplo el subsector de la economía colombiana que representan los salones y spa de belleza, tiene en los venezolanos un recurso humano de admirar; Valledupar no escapa a eso y Yender es un ejemplo de ello.

Las malas conductas siempre serán reprochables en cualquier ciudadano indistintamente de su nacionalidad, las que afectan el orden público más; si un venezolano se equivoca se le tendrá que sancionar. Pero, así mismo, los ejemplos positivos son de resaltar.