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Columnista - 17 marzo, 2013

Los tiempos en Roma y Caracas

Según el Eclesiastés todo tiene su tiempo. “Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…” Así lo entendió Benedicto XVI cuando renunció al papado, aduciendo falta de fortaleza para atender su misión

Por Luis Augusto González Pimienta

Según el Eclesiastés todo tiene su tiempo. “Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…” Así lo entendió Benedicto XVI cuando renunció al papado, aduciendo falta de fortaleza para atender su misión. Desde el anuncio hasta su retiro efectivo transcurrieron diecisiete días y de allí a la elección de su sucesor otros trece. Un mes justo.

La elección recayó en el arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, un purpurado de 76 años, quien rompió moldes: jesuita, primer latinoamericano Papa y el primero que adoptó el nombre de Francisco entre los 265 que le antecedieron. Se le califica de humilde y ortodoxo y se anticipa que se opondrá al aborto, a la eutanasia y al matrimonio homosexual, postulados tradicionales de la iglesia católica que no son fáciles de remover, ni siquiera para un jesuita.

El anuncio de la elección y la ceremonia de reconocimiento del Papa Francisco en el balcón de la basílica de San Pedro fue un acto emotivo, sobrio y breve. Desde luego, no estuvo exento de la majestuosidad que el hecho ameritaba, en tratándose del conductor espiritual de 1.500 millones de fieles.

En su corto saludo el papa Francisco invitó a la oración por su predecesor, por él mismo para un mandato fructuoso y por la hermandad de los pueblos; impartió la bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) y se despidió deseándoles buenas noches y buen descanso a las más de ciento cincuenta mil personas apostadas en la plaza mayor del Vaticano. Mañana, 19 de marzo, día de san José, asumirá formalmente.

Contrasta el tiempo en Roma con el tiempo en Caracas. El 8 de diciembre de 2012 Chávez anuncia la reaparición del cáncer y considera su retiro de la presidencia, al pedir que elijan a Maduro como su sucesor. De ahí en adelante no se lo volvió a ver. Debía posesionarse como presidente para un nuevo período el 10 de enero de 2013 como lo manda la constitución venezolana de 1999 pero no lo hizo, y a cambio, con una teoría que desafía la juridicidad, el Tribunal Supremo avaló su continuidad y la de Maduro como vicepresidente y encargado de la Presidencia.

En febrero se da comienzo a una serie de informes sobre la salud de Chávez sin soportes médicos ni pruebas de supervivencia, salvo una foto divulgada el 15 de febrero en donde aparece sonriente al lado de dos de sus hijas. Habían transcurrido sesenta y siete días desde su viaje a Cuba. Tres días más tarde vuelve a Caracas, según dijo en su cuenta de twitter.

El 5 de marzo Chávez es declarado muerto y principiaron sus honras fúnebres. En presencia de jefes de Estado y delegados de 54 países y aprovechando la cobertura noticiosa mundial se le da posesión a Nicolás Maduro como presidente encargado. Fue el 8 de marzo, tres meses después de la partida de Chávez a Cuba y dos meses después de iniciado el actual período presidencial.

La nueva elección está programada para el 14 de abril. Si todo se da con normalidad la posesión presidencial tardará no menos de dos meses.

Todo tiene su tiempo. Pero no es igual en Roma que en Caracas. Menos mal que Maduro no se ha percatado de que el nuevo Papa nació el mismo día de la muerte de Simón Bolívar. Podría tomarlo como una señal para extender indefinidamente su tiempo.

 

 

Columnista
17 marzo, 2013

Los tiempos en Roma y Caracas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Augusto González Pimienta

Según el Eclesiastés todo tiene su tiempo. “Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…” Así lo entendió Benedicto XVI cuando renunció al papado, aduciendo falta de fortaleza para atender su misión


Por Luis Augusto González Pimienta

Según el Eclesiastés todo tiene su tiempo. “Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…” Así lo entendió Benedicto XVI cuando renunció al papado, aduciendo falta de fortaleza para atender su misión. Desde el anuncio hasta su retiro efectivo transcurrieron diecisiete días y de allí a la elección de su sucesor otros trece. Un mes justo.

La elección recayó en el arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, un purpurado de 76 años, quien rompió moldes: jesuita, primer latinoamericano Papa y el primero que adoptó el nombre de Francisco entre los 265 que le antecedieron. Se le califica de humilde y ortodoxo y se anticipa que se opondrá al aborto, a la eutanasia y al matrimonio homosexual, postulados tradicionales de la iglesia católica que no son fáciles de remover, ni siquiera para un jesuita.

El anuncio de la elección y la ceremonia de reconocimiento del Papa Francisco en el balcón de la basílica de San Pedro fue un acto emotivo, sobrio y breve. Desde luego, no estuvo exento de la majestuosidad que el hecho ameritaba, en tratándose del conductor espiritual de 1.500 millones de fieles.

En su corto saludo el papa Francisco invitó a la oración por su predecesor, por él mismo para un mandato fructuoso y por la hermandad de los pueblos; impartió la bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) y se despidió deseándoles buenas noches y buen descanso a las más de ciento cincuenta mil personas apostadas en la plaza mayor del Vaticano. Mañana, 19 de marzo, día de san José, asumirá formalmente.

Contrasta el tiempo en Roma con el tiempo en Caracas. El 8 de diciembre de 2012 Chávez anuncia la reaparición del cáncer y considera su retiro de la presidencia, al pedir que elijan a Maduro como su sucesor. De ahí en adelante no se lo volvió a ver. Debía posesionarse como presidente para un nuevo período el 10 de enero de 2013 como lo manda la constitución venezolana de 1999 pero no lo hizo, y a cambio, con una teoría que desafía la juridicidad, el Tribunal Supremo avaló su continuidad y la de Maduro como vicepresidente y encargado de la Presidencia.

En febrero se da comienzo a una serie de informes sobre la salud de Chávez sin soportes médicos ni pruebas de supervivencia, salvo una foto divulgada el 15 de febrero en donde aparece sonriente al lado de dos de sus hijas. Habían transcurrido sesenta y siete días desde su viaje a Cuba. Tres días más tarde vuelve a Caracas, según dijo en su cuenta de twitter.

El 5 de marzo Chávez es declarado muerto y principiaron sus honras fúnebres. En presencia de jefes de Estado y delegados de 54 países y aprovechando la cobertura noticiosa mundial se le da posesión a Nicolás Maduro como presidente encargado. Fue el 8 de marzo, tres meses después de la partida de Chávez a Cuba y dos meses después de iniciado el actual período presidencial.

La nueva elección está programada para el 14 de abril. Si todo se da con normalidad la posesión presidencial tardará no menos de dos meses.

Todo tiene su tiempo. Pero no es igual en Roma que en Caracas. Menos mal que Maduro no se ha percatado de que el nuevo Papa nació el mismo día de la muerte de Simón Bolívar. Podría tomarlo como una señal para extender indefinidamente su tiempo.