Y ADEMAS Por: ALBERTO HERAZO PALMERA En estos días he tenido la oportunidad de leer un libro publicado hace tiempo por el escritor Antonio Sánchez Botero y cuyo titulo es la “Objetividad en el discurso informativo”, con la pretensión de dar consistencia a la comunicación que se captura, basándola en dos pilares válidos: que son […]
Y ADEMAS
Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
En estos días he tenido la oportunidad de leer un libro publicado hace tiempo por el escritor Antonio Sánchez Botero y cuyo titulo es la “Objetividad en el discurso informativo”, con la pretensión de dar consistencia a la comunicación que se captura, basándola en dos pilares válidos: que son la fenomenología sistémica del conocimiento, a partir de la conciencia y la hermenéutica o sea el arte de interpretar los textos, por fuera de las visiones mecanicistas o manipuladoras y que suelen darse hoy por hoy en los medios masivos: radio, prensa y televisión, sin ningún empacho ético y estético.
Estas reflexiones las quiero hacer hoy en el “Diario El Pilón”, por que escasas excepciones de los que trabajan en los medios de comunicación confrontan las fuentes, investigan y con responsabilidad emiten, escriben y envían imágenes a los receptores finales, para que puedan evaluar la veracidad de los mensajes o la falsedad de los mismos.
Es cierto que en nuestro medio se hace apología al delito, que los medios de comunicación se debaten en este síndrome de la chiva, para poder ocupar los primeros puestos de preferencia por parte del público y así mismo, tener la mejor parte del ponqué publicitario.
Además tienen que abrir sus noticias truculentas y amarillistas porque la realidad del país o nuestro departamento solo se presta para hacer eso y no se puede ocultar ni aquí ni en otro sitio.
Son muy pocos en Valledupar lo que ejercen el periodismo sobre todo el radial, sin apasionamiento, si intereses mezquinos y dañinos que puedan desorientar y confundir a la opinión pública; incluso expertos en la materia se han atrevido a decir que hay sicarios en el micrófono, precisamente por desconocer las más elementales teorías de la comunicación e información.
A veces nos da vergüenza escuchar algunos programas o noticieros de orientación política dirigidos de una manera vergonzante por personas sin escrúpulo e hizo carrera para deshonra de quienes desempeñan el periodismo, la actividad por encargo llena de maledicencia convirtiéndose en mercenarios de la profesión.
Da vergüenza que por simular moralismo y rectitud se coloquen de hinojos frente a sus superiores, sin ningún reato de conciencia.
Por eso mi intención en esta nota es solicitarle a aquellos mercenarios periodísticos, si así se les puede decir, que se avecinan dentro poco las elecciones a gobernación, alcaldía, asambleas y concejos que no queremos que se repitan esos espectáculos a los que nos tienen acostumbrados y que esas informaciones no rueden a montones como difamatorios de usanza y sus conciencias si es que la tienen, les quemaran esas bilis llenas de ignorancias y cretinismo.
La profesión del periodista tiene que guiarse por fines nobles y no por el camino destorcido de la obsecuencia malévola.
POSDATA:
Muchos de los columnistas de EL PILÓN estamos utilizando al final de nuestras columnas con una adenda, colofón o posdata. Esto no es más que para llamar la atención, mucho más que el grueso del contenido de la columna, que importa el mensaje central si la coletilla a veces “coletota” es la que lleva el mensaje o, al menos, el veneno mortal?. Poner al final una suerte de coda, es como un truco y el sistema funciona. Son como las llamadas perdidas de los celulares: No dicen nada pero sugieren mucho. Personalmente las utilizo. Además las recomiendo y voy con dos adendas:
La primera mal camino este de seguir satanizándonos los unos a los otros, ensuciando honras para obtener dividendos políticos; y la segunda, será que el señor Secretario de Gobierno, Dr. Víctor Martínez, no me va ayudar en la campaña de limpieza y tapiado de un lote situando en la esquina de la calle 14 con carrera 5, esquina, Por favor no es mucho pedirles y es por el bien de Valledupar. Hagan caso.
Y ADEMAS Por: ALBERTO HERAZO PALMERA En estos días he tenido la oportunidad de leer un libro publicado hace tiempo por el escritor Antonio Sánchez Botero y cuyo titulo es la “Objetividad en el discurso informativo”, con la pretensión de dar consistencia a la comunicación que se captura, basándola en dos pilares válidos: que son […]
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Por: ALBERTO HERAZO PALMERA
En estos días he tenido la oportunidad de leer un libro publicado hace tiempo por el escritor Antonio Sánchez Botero y cuyo titulo es la “Objetividad en el discurso informativo”, con la pretensión de dar consistencia a la comunicación que se captura, basándola en dos pilares válidos: que son la fenomenología sistémica del conocimiento, a partir de la conciencia y la hermenéutica o sea el arte de interpretar los textos, por fuera de las visiones mecanicistas o manipuladoras y que suelen darse hoy por hoy en los medios masivos: radio, prensa y televisión, sin ningún empacho ético y estético.
Estas reflexiones las quiero hacer hoy en el “Diario El Pilón”, por que escasas excepciones de los que trabajan en los medios de comunicación confrontan las fuentes, investigan y con responsabilidad emiten, escriben y envían imágenes a los receptores finales, para que puedan evaluar la veracidad de los mensajes o la falsedad de los mismos.
Es cierto que en nuestro medio se hace apología al delito, que los medios de comunicación se debaten en este síndrome de la chiva, para poder ocupar los primeros puestos de preferencia por parte del público y así mismo, tener la mejor parte del ponqué publicitario.
Además tienen que abrir sus noticias truculentas y amarillistas porque la realidad del país o nuestro departamento solo se presta para hacer eso y no se puede ocultar ni aquí ni en otro sitio.
Son muy pocos en Valledupar lo que ejercen el periodismo sobre todo el radial, sin apasionamiento, si intereses mezquinos y dañinos que puedan desorientar y confundir a la opinión pública; incluso expertos en la materia se han atrevido a decir que hay sicarios en el micrófono, precisamente por desconocer las más elementales teorías de la comunicación e información.
A veces nos da vergüenza escuchar algunos programas o noticieros de orientación política dirigidos de una manera vergonzante por personas sin escrúpulo e hizo carrera para deshonra de quienes desempeñan el periodismo, la actividad por encargo llena de maledicencia convirtiéndose en mercenarios de la profesión.
Da vergüenza que por simular moralismo y rectitud se coloquen de hinojos frente a sus superiores, sin ningún reato de conciencia.
Por eso mi intención en esta nota es solicitarle a aquellos mercenarios periodísticos, si así se les puede decir, que se avecinan dentro poco las elecciones a gobernación, alcaldía, asambleas y concejos que no queremos que se repitan esos espectáculos a los que nos tienen acostumbrados y que esas informaciones no rueden a montones como difamatorios de usanza y sus conciencias si es que la tienen, les quemaran esas bilis llenas de ignorancias y cretinismo.
La profesión del periodista tiene que guiarse por fines nobles y no por el camino destorcido de la obsecuencia malévola.
POSDATA:
Muchos de los columnistas de EL PILÓN estamos utilizando al final de nuestras columnas con una adenda, colofón o posdata. Esto no es más que para llamar la atención, mucho más que el grueso del contenido de la columna, que importa el mensaje central si la coletilla a veces “coletota” es la que lleva el mensaje o, al menos, el veneno mortal?. Poner al final una suerte de coda, es como un truco y el sistema funciona. Son como las llamadas perdidas de los celulares: No dicen nada pero sugieren mucho. Personalmente las utilizo. Además las recomiendo y voy con dos adendas:
La primera mal camino este de seguir satanizándonos los unos a los otros, ensuciando honras para obtener dividendos políticos; y la segunda, será que el señor Secretario de Gobierno, Dr. Víctor Martínez, no me va ayudar en la campaña de limpieza y tapiado de un lote situando en la esquina de la calle 14 con carrera 5, esquina, Por favor no es mucho pedirles y es por el bien de Valledupar. Hagan caso.