En esta columna quiero hacerle unas recomendaciones a mí distinguido amigo Augusto Ramírez Uhía, actual alcalde. La plaza Alfonso López es el sitio más emblemático de Valledupar, zona y símbolo de pertenencia de los vallenatos donde confluye la historia de la ciudad, donde todavía se hacen las famosas tertulias en la tradicional casona de ‘El […]
En esta columna quiero hacerle unas recomendaciones a mí distinguido amigo Augusto Ramírez Uhía, actual alcalde.
La plaza Alfonso López es el sitio más emblemático de Valledupar, zona y símbolo de pertenencia de los vallenatos donde confluye la historia de la ciudad, donde todavía se hacen las famosas tertulias en la tradicional casona de ‘El Turco’ Pavajeau con la asistencia de distinguidos vallenatos.
La plaza Alfonso López que es el escenario de toda clase de eventos y espectáculos: políticos, religiosos, protestas, desplazados, invasores, conciertos, juegos y recreación; y por qué no decirlo, de vendedores estacionarios y ambulantes, drogadictos, delincuentes, locos, gays y niños indigentes. ¿Quién lo creyera? La plaza está en cuidados intensivos y sin dolientes. Me duele decirlo pero es la realidad. Me di a la tarea de caminarla y la encontré en estado caótico, abandonada y llena de huecos y basuras. El diagnóstico para determinar sus males me dio el siguiente resultado: la movilidad es alrededor de la plaza un despelote. No es mandar a las camabajas para que se lleven los vehículos, sino que primero hay que hacer una inducción, educar a la gente, educar a los mudos, inclusive uniformarlos, igual falta demarcación visible donde uno sepa dónde se pueda o no estacionar, es más, la prohibición de estacionar vehículos sobre la calle 15 Plaza Alfonso López ha recargado la movilidad sobre la carrera 6 entre calles 15 y 16, al punto que se forman 3 y 4 carriles o hileras de carros con la natural congestión y trancones en ese crítico sector de la plaza. Faltan reductores a las entradas de la plaza. Por ejemplo: en la carrera 6 con calle 15 y en la calle 16 con la carrera 6 esquina.
Mantenimientos: comencemos por la tarima, está descuidada, su estructura y tornillería hay que revisarla porque está que se oxida, en la cubierta faltan más de 10 láminas que se las llevó un huracán, los exteriores de la tarima permanecen hediondos a orines y la tarima es usada para hacer el amor y la prueba es el número de condones que aparecen al amanecer.
Arborización: también le falta mantenimiento. Los arboles de mango y los que no son de mango deben regarse y podarse periódicamente. Los mangos están llenos de pajaritos. Las materas blancas que están en la Plaza sirven de orinal, sus matas permanecen secas y pienso que estas materas desentonan en la Plaza Alfonso López, faltan canecas de basura.
Alumbrado: la plaza es oscura, necesita más iluminación, la base de algunos postes del alumbrado están podridas, a punto que se corre el riesgo de que se caigan, igual no se debe permitir la propaganda pegada en los postes de las luminarias.
La seguridad: no es del todo buena a pesar de que hay un CAI permanente. Se necesita más vigilancia.
Vendedores: hay muchos vendedores que están en la plaza tanto estacionarios como ambulantes. Se vende toda clase de chucherías inclusive fritangas que hay que sacarlas, además hay que carnetizar y uniformar a las personas que tienen algún tipo de negocio en la plaza. En la zona de las bahías o parqueos donde están ubicados los mudos, por lo menos hay más de 60 baldosas en mal estado y dentro de la plaza hay 15 baldosas igualmente deterioradas, quiere decir que los trabajos que se hicieron hace más de tres meses en la administración de Fredys Socarrás fueron mal hechas. Me quedan algunas cosas por mencionar.
Creo que he cumplido con mi deber de vallenato de hacer este diagnóstico y solicitar al alcalde que sería bueno intervenir a la plaza para ponerle fin a tanta desidia y abandono. No se necesita hacer proyectos de remodelación costosos, comience por realizar obras de primeros auxilios, recuperemos su belleza y será como hasta ahora ha sido, un atractivo para visitantes y turistas que llegan a la ciudad.
Quiero aprovechar para recomendarle dos cositas al alcalde: en la parte trasera de la tarima se pueda crear un sombrío como un bosque de árboles, cinco árboles son más que suficientes para hacer un sombrío ecológico reverdecido y purificado; y finalmente, tumbar el muro que sobresale de la tarima para darle una transparencia total a la Plaza. Señor alcalde, puedo asesorarlo sin compromiso alguno y sin cobrarle un solo centavo.
Postdata: hasta cuando se mantendrán las últimas embarradas y mermeliadas de los bolardos o ciclorutas en la carrera 9 y calle 17. ¿Por qué no se abre una investigación sobre estos contratos?
En esta columna quiero hacerle unas recomendaciones a mí distinguido amigo Augusto Ramírez Uhía, actual alcalde. La plaza Alfonso López es el sitio más emblemático de Valledupar, zona y símbolo de pertenencia de los vallenatos donde confluye la historia de la ciudad, donde todavía se hacen las famosas tertulias en la tradicional casona de ‘El […]
En esta columna quiero hacerle unas recomendaciones a mí distinguido amigo Augusto Ramírez Uhía, actual alcalde.
La plaza Alfonso López es el sitio más emblemático de Valledupar, zona y símbolo de pertenencia de los vallenatos donde confluye la historia de la ciudad, donde todavía se hacen las famosas tertulias en la tradicional casona de ‘El Turco’ Pavajeau con la asistencia de distinguidos vallenatos.
La plaza Alfonso López que es el escenario de toda clase de eventos y espectáculos: políticos, religiosos, protestas, desplazados, invasores, conciertos, juegos y recreación; y por qué no decirlo, de vendedores estacionarios y ambulantes, drogadictos, delincuentes, locos, gays y niños indigentes. ¿Quién lo creyera? La plaza está en cuidados intensivos y sin dolientes. Me duele decirlo pero es la realidad. Me di a la tarea de caminarla y la encontré en estado caótico, abandonada y llena de huecos y basuras. El diagnóstico para determinar sus males me dio el siguiente resultado: la movilidad es alrededor de la plaza un despelote. No es mandar a las camabajas para que se lleven los vehículos, sino que primero hay que hacer una inducción, educar a la gente, educar a los mudos, inclusive uniformarlos, igual falta demarcación visible donde uno sepa dónde se pueda o no estacionar, es más, la prohibición de estacionar vehículos sobre la calle 15 Plaza Alfonso López ha recargado la movilidad sobre la carrera 6 entre calles 15 y 16, al punto que se forman 3 y 4 carriles o hileras de carros con la natural congestión y trancones en ese crítico sector de la plaza. Faltan reductores a las entradas de la plaza. Por ejemplo: en la carrera 6 con calle 15 y en la calle 16 con la carrera 6 esquina.
Mantenimientos: comencemos por la tarima, está descuidada, su estructura y tornillería hay que revisarla porque está que se oxida, en la cubierta faltan más de 10 láminas que se las llevó un huracán, los exteriores de la tarima permanecen hediondos a orines y la tarima es usada para hacer el amor y la prueba es el número de condones que aparecen al amanecer.
Arborización: también le falta mantenimiento. Los arboles de mango y los que no son de mango deben regarse y podarse periódicamente. Los mangos están llenos de pajaritos. Las materas blancas que están en la Plaza sirven de orinal, sus matas permanecen secas y pienso que estas materas desentonan en la Plaza Alfonso López, faltan canecas de basura.
Alumbrado: la plaza es oscura, necesita más iluminación, la base de algunos postes del alumbrado están podridas, a punto que se corre el riesgo de que se caigan, igual no se debe permitir la propaganda pegada en los postes de las luminarias.
La seguridad: no es del todo buena a pesar de que hay un CAI permanente. Se necesita más vigilancia.
Vendedores: hay muchos vendedores que están en la plaza tanto estacionarios como ambulantes. Se vende toda clase de chucherías inclusive fritangas que hay que sacarlas, además hay que carnetizar y uniformar a las personas que tienen algún tipo de negocio en la plaza. En la zona de las bahías o parqueos donde están ubicados los mudos, por lo menos hay más de 60 baldosas en mal estado y dentro de la plaza hay 15 baldosas igualmente deterioradas, quiere decir que los trabajos que se hicieron hace más de tres meses en la administración de Fredys Socarrás fueron mal hechas. Me quedan algunas cosas por mencionar.
Creo que he cumplido con mi deber de vallenato de hacer este diagnóstico y solicitar al alcalde que sería bueno intervenir a la plaza para ponerle fin a tanta desidia y abandono. No se necesita hacer proyectos de remodelación costosos, comience por realizar obras de primeros auxilios, recuperemos su belleza y será como hasta ahora ha sido, un atractivo para visitantes y turistas que llegan a la ciudad.
Quiero aprovechar para recomendarle dos cositas al alcalde: en la parte trasera de la tarima se pueda crear un sombrío como un bosque de árboles, cinco árboles son más que suficientes para hacer un sombrío ecológico reverdecido y purificado; y finalmente, tumbar el muro que sobresale de la tarima para darle una transparencia total a la Plaza. Señor alcalde, puedo asesorarlo sin compromiso alguno y sin cobrarle un solo centavo.
Postdata: hasta cuando se mantendrán las últimas embarradas y mermeliadas de los bolardos o ciclorutas en la carrera 9 y calle 17. ¿Por qué no se abre una investigación sobre estos contratos?