“Se fue el temor, volvió la esperanza y la alegría. Los Juegos Bolivarianos son una realidad. Es el compromiso del Gobierno nacional para la reactivación económica de la región y los deportistas de este municipio”. Fue la sentencia del alcalde Mello Castro al ratificar la disposición de Valledupar y confirmar que las justas deportivas serán […]
“Se fue el temor, volvió la esperanza y la alegría. Los Juegos Bolivarianos son una realidad. Es el compromiso del Gobierno nacional para la reactivación económica de la región y los deportistas de este municipio”. Fue la sentencia del alcalde Mello Castro al ratificar la disposición de Valledupar y confirmar que las justas deportivas serán una realidad a partir del 24 de junio del próximo año.
Una oportunidad, hoy a 300 días calendario para que Valledupar se luzca como sin duda se lucirá. La ciudad tendrá que mostrar más allá de la simpatía y hospitalidad del residente. Y recibirá un aire de frescura y solidaridad deportiva en que los nobles valores del Olimpismo se impondrán, como lo dice hoy en nuestras páginas Carlos Alberto Castro, un vallenato ejecutivo de la organización del Comité Olímpico Internacional.
Con 27 disciplinas ya aseguradas y eventualmente otras que se desarrollarían en otras subsedes fuera del departamento como ecuestres, tiro, ciclismo de pista, el certamen va viento en popa.
Disciplinas náuticas se desarrollarán también en Chimichagua, en la Ciénaga de Zapatosa, lo cual es de alegría departamental porque ese paraíso apenas se descubre para muchos cesarenses, también para nacionales y extranjeros y esa realización le da al territorio una dimensión internacional, un estímulo de cultura y turismo y la promoción también de deportes náuticos que podrán, en el futuro, ser practicados a alto nivel por los mismos residentes. Es sorprendente que al lado del bello muelle, que vendrá siendo reparado y adecuado, no haya unos hoteles de buen nivel de modernidad, estética, adaptación al medio ambiente, pero eso vendrá también. Es la oportunidad para repavimentar la vía nacional, arreglar la urbana de acceso a la Ciénaga también.
¡De modo que la cosa va bien y vamos pa’ esa sin titubeo alguno!
De su parte, el ministro de Deportes, Guillermo Herrera, dijo: “Lo primero es reiterar el compromiso del Gobierno nacional para seguir apoyando y financiando los juegos del próximo año que se van a realizar en junio. Lo segundo es revisar los cronogramas de ejecución de la infraestructura y lo tercer reafirmar el trabajo del calendario deportivo”. El ministro anunció un último envión de infraestructura de $133.000 millones. $ 70.000 irán para funcionamiento y operación de los juegos.
Ya que sabemos que la entidad la debe meter toda para que contemos en los primeros meses del 2022 con el nuevo sistema de transporte de modernos buses funcionando, lo que engalanará las fiestas y eventos de los Bolivarianos, no desconocemos el esfuerzo en la infraestructura que se ha hecho y que aún no ha terminado; el grueso de las inversiones se hicieron pero nos quedamos sin saber si se va a intervenir la glorieta de Las Flores y de ahí la avenida hasta el Pedazo de Acordeón. Pero lo más importante: bien, se hizo una calzada frente al Batallón la Popa, en la vía hacia Don Alberto y la cárcel la Tramacúa, lo malo es que no haber hecho la segunda crea un trancón descomunal. ¿Qué se podrá hacer para superar ese dramático cuello de botella?
“Se fue el temor, volvió la esperanza y la alegría. Los Juegos Bolivarianos son una realidad. Es el compromiso del Gobierno nacional para la reactivación económica de la región y los deportistas de este municipio”. Fue la sentencia del alcalde Mello Castro al ratificar la disposición de Valledupar y confirmar que las justas deportivas serán […]
“Se fue el temor, volvió la esperanza y la alegría. Los Juegos Bolivarianos son una realidad. Es el compromiso del Gobierno nacional para la reactivación económica de la región y los deportistas de este municipio”. Fue la sentencia del alcalde Mello Castro al ratificar la disposición de Valledupar y confirmar que las justas deportivas serán una realidad a partir del 24 de junio del próximo año.
Una oportunidad, hoy a 300 días calendario para que Valledupar se luzca como sin duda se lucirá. La ciudad tendrá que mostrar más allá de la simpatía y hospitalidad del residente. Y recibirá un aire de frescura y solidaridad deportiva en que los nobles valores del Olimpismo se impondrán, como lo dice hoy en nuestras páginas Carlos Alberto Castro, un vallenato ejecutivo de la organización del Comité Olímpico Internacional.
Con 27 disciplinas ya aseguradas y eventualmente otras que se desarrollarían en otras subsedes fuera del departamento como ecuestres, tiro, ciclismo de pista, el certamen va viento en popa.
Disciplinas náuticas se desarrollarán también en Chimichagua, en la Ciénaga de Zapatosa, lo cual es de alegría departamental porque ese paraíso apenas se descubre para muchos cesarenses, también para nacionales y extranjeros y esa realización le da al territorio una dimensión internacional, un estímulo de cultura y turismo y la promoción también de deportes náuticos que podrán, en el futuro, ser practicados a alto nivel por los mismos residentes. Es sorprendente que al lado del bello muelle, que vendrá siendo reparado y adecuado, no haya unos hoteles de buen nivel de modernidad, estética, adaptación al medio ambiente, pero eso vendrá también. Es la oportunidad para repavimentar la vía nacional, arreglar la urbana de acceso a la Ciénaga también.
¡De modo que la cosa va bien y vamos pa’ esa sin titubeo alguno!
De su parte, el ministro de Deportes, Guillermo Herrera, dijo: “Lo primero es reiterar el compromiso del Gobierno nacional para seguir apoyando y financiando los juegos del próximo año que se van a realizar en junio. Lo segundo es revisar los cronogramas de ejecución de la infraestructura y lo tercer reafirmar el trabajo del calendario deportivo”. El ministro anunció un último envión de infraestructura de $133.000 millones. $ 70.000 irán para funcionamiento y operación de los juegos.
Ya que sabemos que la entidad la debe meter toda para que contemos en los primeros meses del 2022 con el nuevo sistema de transporte de modernos buses funcionando, lo que engalanará las fiestas y eventos de los Bolivarianos, no desconocemos el esfuerzo en la infraestructura que se ha hecho y que aún no ha terminado; el grueso de las inversiones se hicieron pero nos quedamos sin saber si se va a intervenir la glorieta de Las Flores y de ahí la avenida hasta el Pedazo de Acordeón. Pero lo más importante: bien, se hizo una calzada frente al Batallón la Popa, en la vía hacia Don Alberto y la cárcel la Tramacúa, lo malo es que no haber hecho la segunda crea un trancón descomunal. ¿Qué se podrá hacer para superar ese dramático cuello de botella?