EL PILÓN en las últimas semanas ha destacado con bastante amplitud los problemas que aquejan a la juventud vallenata: las tardeadas, las drogas, el alcohol, la delincuencia y la violencia intrafamiliar, y ha hecho llamados insistentes a las autoridades para que tomen el control de la situación. Hoy debemos destacar la estrategia que inició el […]
EL PILÓN en las últimas semanas ha destacado con bastante amplitud los problemas que aquejan a la juventud vallenata: las tardeadas, las drogas, el alcohol, la delincuencia y la violencia intrafamiliar, y ha hecho llamados insistentes a las autoridades para que tomen el control de la situación.
Hoy debemos destacar la estrategia que inició el Hospital ‘Eduardo Arredondo Daza’ y el modelo de Atención Primaria en Salud, APS, que han llamado ‘Espera o espera’, para llamar la atención de los jóvenes en el tema relacionado con la sexualidad, buscando que posterguen su comienzo y evitar los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual y la promiscuidad.
En Valledupar los índices de niñas y adolescentes embarazados es alto, a tal punto que hace más de 15 años existe la Casa Taller de la Adolescente Embarazada, que si bien ha hecho una buena labor social al acoger en su seno a las niñas desamparadas de diez, once o doce años en estado de embarazo, también es un indicador del nivel de gravedad del asunto.
Por eso EL PILÓN apoya esta iniciativa que está metiéndose a la vida de los jóvenes entre diez y 16 años, con mayor énfasis en los colegios públicos, pero que también debe llegar a los privados porque allí también hay jóvenes que ya han iniciado o están a punto de iniciar su vida sexual a temprana edad. Estos son los riesgos que deben evitar, con el acompañamiento de los padres de familia y los docentes.
No es una tarea fácil, pero había que comenzarla y continuarla de manera incisiva, permanente y sostenida. Lograr que los jóvenes cambien de mentalidad y se resuelvan por la abstinencia como plan seguro como prevención de la salud sexual y reproductiva, es un reto que debe asumir no solo el Hospital Eduardo Arredondo Daza, sino en todos los niveles institucionales relacionados con la juventud y la niñez.
Es un tema en el que todos debemos participar y como medio de comunicación tenemos la obligación moral y social de enviar mensajes que coadyuven a crear conciencia entre la juventud, pero de igual manera entre los padres de familia que son los primeros responsables de los jóvenes y los niños, a los que deben enseñar que la actividad sexual se empieza cuando estén preparados para las relaciones maduras y no por estar a la moda o por complacer a los amigos, como muchas veces pasa.
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¿Cómo cuidarán los dos mil árboles que sembraron ayer con motivo del día mundial del medio ambiente, si los que ya tenemos están enfermos y no han podido curarlos?
EL PILÓN en las últimas semanas ha destacado con bastante amplitud los problemas que aquejan a la juventud vallenata: las tardeadas, las drogas, el alcohol, la delincuencia y la violencia intrafamiliar, y ha hecho llamados insistentes a las autoridades para que tomen el control de la situación. Hoy debemos destacar la estrategia que inició el […]
EL PILÓN en las últimas semanas ha destacado con bastante amplitud los problemas que aquejan a la juventud vallenata: las tardeadas, las drogas, el alcohol, la delincuencia y la violencia intrafamiliar, y ha hecho llamados insistentes a las autoridades para que tomen el control de la situación.
Hoy debemos destacar la estrategia que inició el Hospital ‘Eduardo Arredondo Daza’ y el modelo de Atención Primaria en Salud, APS, que han llamado ‘Espera o espera’, para llamar la atención de los jóvenes en el tema relacionado con la sexualidad, buscando que posterguen su comienzo y evitar los embarazos no deseados, las enfermedades de transmisión sexual y la promiscuidad.
En Valledupar los índices de niñas y adolescentes embarazados es alto, a tal punto que hace más de 15 años existe la Casa Taller de la Adolescente Embarazada, que si bien ha hecho una buena labor social al acoger en su seno a las niñas desamparadas de diez, once o doce años en estado de embarazo, también es un indicador del nivel de gravedad del asunto.
Por eso EL PILÓN apoya esta iniciativa que está metiéndose a la vida de los jóvenes entre diez y 16 años, con mayor énfasis en los colegios públicos, pero que también debe llegar a los privados porque allí también hay jóvenes que ya han iniciado o están a punto de iniciar su vida sexual a temprana edad. Estos son los riesgos que deben evitar, con el acompañamiento de los padres de familia y los docentes.
No es una tarea fácil, pero había que comenzarla y continuarla de manera incisiva, permanente y sostenida. Lograr que los jóvenes cambien de mentalidad y se resuelvan por la abstinencia como plan seguro como prevención de la salud sexual y reproductiva, es un reto que debe asumir no solo el Hospital Eduardo Arredondo Daza, sino en todos los niveles institucionales relacionados con la juventud y la niñez.
Es un tema en el que todos debemos participar y como medio de comunicación tenemos la obligación moral y social de enviar mensajes que coadyuven a crear conciencia entre la juventud, pero de igual manera entre los padres de familia que son los primeros responsables de los jóvenes y los niños, a los que deben enseñar que la actividad sexual se empieza cuando estén preparados para las relaciones maduras y no por estar a la moda o por complacer a los amigos, como muchas veces pasa.
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¿Cómo cuidarán los dos mil árboles que sembraron ayer con motivo del día mundial del medio ambiente, si los que ya tenemos están enfermos y no han podido curarlos?