En medio de la pandemia que vivimos por causa del Covid-19, la política internacional sigue su curso, no se detiene, y menos en tratándose de regímenes autoritarios como el de Nicolás Maduro en Venezuela. Haciendo un recuento de los últimos acontecimientos tenemos lo siguiente: la exsenadora Aída Merlano condenada en el país por delitos electorales […]
En medio de la pandemia que vivimos por causa del Covid-19, la política internacional sigue su curso, no se detiene, y menos en tratándose de regímenes autoritarios como el de Nicolás Maduro en Venezuela. Haciendo un recuento de los últimos acontecimientos tenemos lo siguiente: la exsenadora Aída Merlano condenada en el país por delitos electorales y, capturada en territorio venezolano, junto con su compañero sentimental; acontecimiento que aprovechó Maduro para declarar ante los medios de comunicación su total disposición para colaborar con la justicia colombiana a fin de que se hicieran las indagaciones correspondientes, previa solicitud de las autoridades colombianas. Nada pasó con el generoso ofrecimiento del autócrata venezolano, pues Duque sigue siéndole fiel a Guaidó.
Recientemente, el dictador venezolano, enterado que la única máquina de pruebas del INS en Colombia para detectar el Covid-19, sufrió daños, que la dejaron fuera de servicio por breve tiempo, ni corto ni perezoso se ofreció a donar, dos máquinas traídas de China, para colaborar con Duque en la lucha contra la pandemia. Hasta la presente la indiferencia ha sido total, por parte de Duque, quien con dignidad ha sabido resistir a los galanteos de Maduro, aferrándose a la idea de su pronta caída, ahora que el presidente Trump le mostró los dientes a Maduro, poniéndole precio a la cabeza del sátrapa, al mejor estilo del salvaje oeste.
Completando el sainete tenemos que el matrimonio Duque-Guaidó “No presta ni da barato”, (léase: “Ni pa’lante ni pa’tras”), y ahora más distanciados por el tema del coronavirus. Dicho sea de paso, si algo bueno ha traído esta pandemia, es que finalmente Duque se enteró que era el presidente de Colombia y no del vecino país.
Notas de Cierre: 1. Inaudito que el talento humano del sector salud sea maltratado cuando han demostrado tener un compromiso indeclinable en la lucha contra el Covid-19 a riesgo de sus propias vidas y las de sus familias. 2–Un especial y merecido reconocimiento para nuestros héroes de las Fuerzas Armadas por el ejemplar papel que vienen cumpliendo, muestra de patriotismo, compromiso y generosidad.
En medio de la pandemia que vivimos por causa del Covid-19, la política internacional sigue su curso, no se detiene, y menos en tratándose de regímenes autoritarios como el de Nicolás Maduro en Venezuela. Haciendo un recuento de los últimos acontecimientos tenemos lo siguiente: la exsenadora Aída Merlano condenada en el país por delitos electorales […]
En medio de la pandemia que vivimos por causa del Covid-19, la política internacional sigue su curso, no se detiene, y menos en tratándose de regímenes autoritarios como el de Nicolás Maduro en Venezuela. Haciendo un recuento de los últimos acontecimientos tenemos lo siguiente: la exsenadora Aída Merlano condenada en el país por delitos electorales y, capturada en territorio venezolano, junto con su compañero sentimental; acontecimiento que aprovechó Maduro para declarar ante los medios de comunicación su total disposición para colaborar con la justicia colombiana a fin de que se hicieran las indagaciones correspondientes, previa solicitud de las autoridades colombianas. Nada pasó con el generoso ofrecimiento del autócrata venezolano, pues Duque sigue siéndole fiel a Guaidó.
Recientemente, el dictador venezolano, enterado que la única máquina de pruebas del INS en Colombia para detectar el Covid-19, sufrió daños, que la dejaron fuera de servicio por breve tiempo, ni corto ni perezoso se ofreció a donar, dos máquinas traídas de China, para colaborar con Duque en la lucha contra la pandemia. Hasta la presente la indiferencia ha sido total, por parte de Duque, quien con dignidad ha sabido resistir a los galanteos de Maduro, aferrándose a la idea de su pronta caída, ahora que el presidente Trump le mostró los dientes a Maduro, poniéndole precio a la cabeza del sátrapa, al mejor estilo del salvaje oeste.
Completando el sainete tenemos que el matrimonio Duque-Guaidó “No presta ni da barato”, (léase: “Ni pa’lante ni pa’tras”), y ahora más distanciados por el tema del coronavirus. Dicho sea de paso, si algo bueno ha traído esta pandemia, es que finalmente Duque se enteró que era el presidente de Colombia y no del vecino país.
Notas de Cierre: 1. Inaudito que el talento humano del sector salud sea maltratado cuando han demostrado tener un compromiso indeclinable en la lucha contra el Covid-19 a riesgo de sus propias vidas y las de sus familias. 2–Un especial y merecido reconocimiento para nuestros héroes de las Fuerzas Armadas por el ejemplar papel que vienen cumpliendo, muestra de patriotismo, compromiso y generosidad.