El Consorcio Biocesar 2016 tiene la dura tarea de continuar y entregar las obras de la nueve sede bioclimática de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, considerada por la Contraloría General de la República como “elefante blanco”.

Este nuevo contratista es una sociedad de tres firmas: Julio Palomino (persona natural), Jaime Barros (representante de Incoel S.A.S) y Óscar Carcamo (representante de Itaca S.A.S).

Según Huber Ariza, representante del Consorcio Biocesar, la Contraloría hace referencia a hallazgos en los trabajos de la primera etapa, que fueron contratados por el entonces director de Corpocesar, Virgilio Calderón Peña, quien fue suspendido en primera instancia por utilizar indebidamente los recursos provenientes de regalías y compensaciones del carbón en el 2009, según la Procuraduría General de la Nación.

Al conocerse el informe emitido por el órgano de vigilancia, EL PILÓN habló con Ariza para visitar y recorrer la construcción para la que se han destinado, por parte de la Gobernación del Cesar y Corpocesar, unos $7.000 millones y que para culminarlo faltarían otros $4.000 millones.

“No desconocemos el informe de la Contraloría, es una información nacional, pero los hallazgos encontrados tienen que ver con la primera etapa del proyecto; la segunda etapa tuvo unos retrasos del contratista anterior y nosotros somos cesionarios, tenemos dos meses de haber entrado en la obra, es decir, que el contrato nos fue cedido con el fin de darle avance a estas obras”, declaró Huber Ariza mientras explicaba uno a uno los puntos nuevo que el Consorcio Biocesar debe reformar para cumplir con la normatividad de sismo resistencia, por la cual el proyecto estuvo atrasado más de tres años.

La Contraloría dijo haber detectado el hallazgo fiscal por $6.450 millones, en la ejecución del proyecto que se hace con recursos provenientes del Sistema General de Regalías.

“Encontramos las obras en un 7 % más o menos, aprobados por la interventoría en dos informes que se pasaron de los cuales nosotros tuvimos información de viabilidad para retomar las obras; nos pusimos a la orden de los encargados para la cesión de contrato y tenemos dos meses de trabajos”, señaló el representante legal del nuevo contratista, encargado de relevar a la firma Proeza Consultores S.A.S., a quien la oficina jurídica de Corpocesar le adelanta un proceso disciplinario por el presunto incumplimiento contractual en la construcción de la sede bioclimática de la entidad.

Debido a la falta de trabajos y abandono de la obra, ladrones robaron algunas rejillas y otros elementos de la construcción, así lo conoció EL PILÓN durante el recorrido por el proyecto cuyo objetivo es disminuir los impactos de la urbanización y la construcción sobre el medio ambiente y el cambio climático.

Para cumplir con los ajustes hechos por el Ingeniero Civil Especialista en Estructuras, Yobani Niño Rodríguez, el nuevo contratista utilizará 82.9 toneladas de acero en el reforzamiento para la estructura, que actualmente tiene un avance del 17 % y se espera su entrega, según Corpocesar, hasta el 18 de febrero del 2018, por ello se amplió el plazo del convenio con la Gobernación del Cesar (ente cofinanciador) hasta el 30 de abril del 2018.

Se debe diferenciar la primera fase liderada por Virgilio Calderón, que incluyó diseños y construcción del edificio hasta su etapa de estructuras, “eso es lo que la Contraloría cataloga como elefante blanco”, explicó Huber Ariza. Esa primera etapa se realizó entre 2009 y 2011.

Ahora, el Consorcio Biocesar firmó un contrato con la Corporación Autónoma Regional del Cesar, que recibió de Proeza Consultores S.A.S., por valor superior a los $7.000 millones.

“Nosotros le entregamos a Corpocesar un edificio de arquitectura bioclimática, completamente funcional bajo los mejores diseños, además un reforzamiento estructural del edificio, obras de ingeniería sanitaria, eléctrica, aguas lluvias, una planta de tratamiento de aguas residuales para la recirculación porque todo lo que entra se trata y se inyecta de nuevo al edificio para su rehúso. Se estipula un sistema de aire acondicionado de última tecnología y bajo consumo energético, unos sistemas de voz y dato modelo 2017, también las obras terminadas hasta el punto que Corpocesar venga a trabajar en su edificio propio”, detalló Ariza.

La parte mobiliaria y amueblamiento quedará en manos de Corpocesar. Por ahora, en la sede donde quedará el centro bioclimático se observan trabajadores en las diferentes áreas, como también se conoció sobre la demolición de algunos muros que ya no cumplen las normas establecidas por la ley y además, la ampliación de unas áreas en la fachada y las escaleras del primero y segundo piso.

“Encontramos las obras en un 7 % más o menos, aprobados por la interventoría en dos informes que se pasaron de los cuales nosotros tuvimos información de viabilidad para retomar las obras”: Huber Ariza.

Por Carlos Mario Jiménez
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Huber Ariza, representante de Consorcio Biocesar 2016, expone a EL PILÓN el plano del renovado edificio bioclimático de Corpocesar. EL PILÓN / Camilo Peralta.