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Columnista - 17 noviembre, 2010

Los contrastes de la economía Colombiana

Por: Basilio Padilla Siendo que el mercado de acciones para muchos financistas revela parte de lo que está pasando  en un país, la mayoría de los colombianos todavía no se han dado cuenta que la bolsa de valores, ha tenido un ascenso vertiginoso, dando como resultado comentarios de una posible ruptura de la burbuja de […]

Por: Basilio Padilla

Siendo que el mercado de acciones para muchos financistas revela parte de lo que está pasando  en un país, la mayoría de los colombianos todavía no se han dado cuenta que la bolsa de valores, ha tenido un ascenso vertiginoso, dando como resultado comentarios de una posible ruptura de la burbuja de precios.
Por ejemplo, las acciones de Ecopetrol que iniciaron sus ventas como divisas de recibos depositarios  (ADR) en el mercado NYSE de los E.U., a un precio de 26 dólares, en un lapso de  menos de un año han subido a 46 dólares. Bancolombia que estuvo por mucho tiempo a un precio de 31, hoy vale 64 dólares y así sucesivamente. Es obvio que esta economía de la bolsa en poco tiempo ha creado a muchos millonarios en nuestro país. Lo interesante de todo esto es que la prensa y demás medios de comunicación no han notado la importancia que esto representa, para nuestra economía.
Las burbujas por supuesto responden al hecho que el alza desmedido de las acciones de todas nuestras compañías colombianas no tengan un sustento o una base económica que reflejen el valor real de sus operaciones, tal como sucedió en los E.U., en los años 70’s. El contraste a que me refiero es que las masas o la mayoría de los colombianos no han participado en nada de estas, súbitamente encontradas riquezas. Como me he referido a esto en columnas anteriores, ello sucede porque el mercado bursátil colombiano, a diferencia de muchos en el mundo, es exclusivo, solo para aquellos que lo saben manejar y que tienen algunos recursos para comprar y vender acciones.
Todo esto indica que compañías colombianas como AV Villas, Enka S.A, ETB, Fabricato, Inversiones Colinver, Isagen, Banco de Colombia, ISA, Ecopetrol, Banco Popular y Banco Bogotá han triplicado y multiplicado sus valores, así como la de todos los dueños de sus acciones.
El resto de la población solo compra sus productos, pero no se les facilitan la participación en el progreso y avance de estas empresas. Lo  mismo sucede con las enormes sumas que las administraciones locales depositan en los bancos prácticamente ganando intereses irrisorios.
Esto hace que las economías locales, como gobernaciones y municipalidades tampoco rindan los ingresos económicos que entran a sus arcas, utilizando riesgos moderados o lo que legalmente sea posible. El sistema de pensiones tiene los mismos problemas. Entiendo que los riesgos con los dineros públicos deben ser mínimos, pero si existen formas de manejar fondos para que produzcan resultados más positivos y que a la larga beneficien a las comunidades donde  se hayan recolectado.
Es poca la inversión pública de estas compañías en el aspecto social de nuestras comunidades. No es solo que se hayan incrementado y multiplicado sus valores, sino que en estos tiempos de bonanza, lo más que han hecho es incrementar el precio de los productos al público. Es increíble que un juguete que en lo E.U., vale 40.000 pesos en Carrefour cueste 250.000. En todo caso, fácilmente nuestra población hubiese podido participar en la bonanza de la bolsa, simplemente invirtiendo pequeñas y modestas sumas en fondos mutuales que conllevan mucho menos riesgos que las acciones individuales de estas compañías. El sabio adagio en estas inversiones, es tener una mezcla variada de bonos, acciones, cuentas de intereses,  o  acciones de distintas compañías. Sigo insistiendo que las inversiones en nuestras propias compañías debe ser una solución educativa y no de un puñado de individuos. Lo que sucede en los casos de estas bonanzas es que los muchos que han hecho sus riquezas, deciden que mañana es tiempo de vender todas estas acciones, asegurar sus ganancias, luego estas compañías se vienen al suelo, comienzan a incrementar precios otra vez y los que sufren las consecuencias por supuesto son las masas y los menos favorecidos.

Columnista
17 noviembre, 2010

Los contrastes de la economía Colombiana

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla Siendo que el mercado de acciones para muchos financistas revela parte de lo que está pasando  en un país, la mayoría de los colombianos todavía no se han dado cuenta que la bolsa de valores, ha tenido un ascenso vertiginoso, dando como resultado comentarios de una posible ruptura de la burbuja de […]


Por: Basilio Padilla

Siendo que el mercado de acciones para muchos financistas revela parte de lo que está pasando  en un país, la mayoría de los colombianos todavía no se han dado cuenta que la bolsa de valores, ha tenido un ascenso vertiginoso, dando como resultado comentarios de una posible ruptura de la burbuja de precios.
Por ejemplo, las acciones de Ecopetrol que iniciaron sus ventas como divisas de recibos depositarios  (ADR) en el mercado NYSE de los E.U., a un precio de 26 dólares, en un lapso de  menos de un año han subido a 46 dólares. Bancolombia que estuvo por mucho tiempo a un precio de 31, hoy vale 64 dólares y así sucesivamente. Es obvio que esta economía de la bolsa en poco tiempo ha creado a muchos millonarios en nuestro país. Lo interesante de todo esto es que la prensa y demás medios de comunicación no han notado la importancia que esto representa, para nuestra economía.
Las burbujas por supuesto responden al hecho que el alza desmedido de las acciones de todas nuestras compañías colombianas no tengan un sustento o una base económica que reflejen el valor real de sus operaciones, tal como sucedió en los E.U., en los años 70’s. El contraste a que me refiero es que las masas o la mayoría de los colombianos no han participado en nada de estas, súbitamente encontradas riquezas. Como me he referido a esto en columnas anteriores, ello sucede porque el mercado bursátil colombiano, a diferencia de muchos en el mundo, es exclusivo, solo para aquellos que lo saben manejar y que tienen algunos recursos para comprar y vender acciones.
Todo esto indica que compañías colombianas como AV Villas, Enka S.A, ETB, Fabricato, Inversiones Colinver, Isagen, Banco de Colombia, ISA, Ecopetrol, Banco Popular y Banco Bogotá han triplicado y multiplicado sus valores, así como la de todos los dueños de sus acciones.
El resto de la población solo compra sus productos, pero no se les facilitan la participación en el progreso y avance de estas empresas. Lo  mismo sucede con las enormes sumas que las administraciones locales depositan en los bancos prácticamente ganando intereses irrisorios.
Esto hace que las economías locales, como gobernaciones y municipalidades tampoco rindan los ingresos económicos que entran a sus arcas, utilizando riesgos moderados o lo que legalmente sea posible. El sistema de pensiones tiene los mismos problemas. Entiendo que los riesgos con los dineros públicos deben ser mínimos, pero si existen formas de manejar fondos para que produzcan resultados más positivos y que a la larga beneficien a las comunidades donde  se hayan recolectado.
Es poca la inversión pública de estas compañías en el aspecto social de nuestras comunidades. No es solo que se hayan incrementado y multiplicado sus valores, sino que en estos tiempos de bonanza, lo más que han hecho es incrementar el precio de los productos al público. Es increíble que un juguete que en lo E.U., vale 40.000 pesos en Carrefour cueste 250.000. En todo caso, fácilmente nuestra población hubiese podido participar en la bonanza de la bolsa, simplemente invirtiendo pequeñas y modestas sumas en fondos mutuales que conllevan mucho menos riesgos que las acciones individuales de estas compañías. El sabio adagio en estas inversiones, es tener una mezcla variada de bonos, acciones, cuentas de intereses,  o  acciones de distintas compañías. Sigo insistiendo que las inversiones en nuestras propias compañías debe ser una solución educativa y no de un puñado de individuos. Lo que sucede en los casos de estas bonanzas es que los muchos que han hecho sus riquezas, deciden que mañana es tiempo de vender todas estas acciones, asegurar sus ganancias, luego estas compañías se vienen al suelo, comienzan a incrementar precios otra vez y los que sufren las consecuencias por supuesto son las masas y los menos favorecidos.