106 familias de desplazados que hacen parte de la invasión ubicada en la parte posterior de Amaneceres del Valle temen ser desalojados.
Luis Rafael Rico Martínez, Roberto Arias Florián y Nelson Susa Bejarano tienen algo en común aparte de ser desplazados: todos viven prevenidos y atemorizados por la amenaza de que llegue el día en que sean desalojados de su hogar, la invasión Los Ciruelos, cerca del sector de Amaneceres del Valle al suroriente de Valledupar.
Rico Martínez, de 57 años, hace poco quedó sin trabajo en un establecimiento donde lavaba carros porque según él fue a visitar a su madre que estaba enferma y al día siguiente cuando volvió no lo quisieron recibir.
Su preocupación crece día tras día porque tiene muchos problemas en qué pensar, inicialmente el ‘rebuscarse’ para darle comida a sus nueve hijos y a su compañera sentimental con quien se vino de Chimichagua, (Cesar) a causa de la violencia. Ahora, no solamente debe buscar para comer sino vive con la zozobra de que pronto lo querrán sacar de su ‘cambuche’.
“Estamos rogándole al Gobierno Municipal que nos ayude, aquí vinieron a reubicar solo a una parte de las familias y nosotros también merecemos ser reubicados. Hemos vivido con la violencia y no queremos salir de la tranquilidad que tenemos ahora”, aseguró.
Mientras sus hijos menores de edad husmeaban por el rancho buscando agua, Luis Rafael dejó que sus ojos se llenaran de lágrimas solo al pensar lo que está por suceder. Los rumores sobre la inminencia de un nuevo desalojo en el lugar hicieron que el padre de familia olvidara que estaba hablando con una extraña.
“Solo pedimos una reubicación, los candidatos han llegado por acá a ofrecer pero estoy viejo para creer, siempre nos ofrecen trabajo pero nos engañan. Recientemente nos dijeron que si son elegidos nos ayudarán en la gestión de una reubicación”, aseguró.
Roberto Arias Florián desplazado de la Serranía de Perijá, hizo una ilustración parecida a la de Luis Rafael sobre la problemática que afrontan las 106 familias que junto con él conforman la invasión Los Ciruelos.
“Nosotros sufrimos muchas necesidades, no hay trabajo. Yo tengo ocho años de estar aquí, hice mi cambuche y cuando Fredys mandó a desalojar, me tumbaron todo esto, ahora volví a organizarlo y no quiero pasar de nuevo por eso”, manifestó este zapatero que vive con su mujer y sus siete hijos (seis niñas y un barón).
“También me traen a los niños que tienen mal de ojo y yo los rezo, lo que sea para poder darle comida a mis hijos”, aseguró.
El ‘rezandero’ pide al Gobierno que solucione el problema y no se deshaga de ellos porque la gente está atemorizada. También aseguró que en época de política muchos han tocado su puerta para prometerle cosas, entre esas que el sector lo van a legalizar pero no les cree.
Por último, Nelson Susa, desplazado del sur de Bolívar manifestó que se cayó cuando trabajaba en el sector agropecuario y se fracturó la columna, por eso no puede moverse del lugar.
“Que nos colaboren, nos reubiquen o nos legalicen para que nos den una vivienda digna. Yo tengo tres años aquí y me vine por mi discapacidad, no he recibido ayuda del Estado. Llegué a Valledupar por la violencia generada por la guerrilla y los paramilitares, ahora me quieren sacar de mi hogar”, dijo.
El hombre de 46 años pidió a la Alcaldía que lo ayuden, él sobrevive de la venta de tamales que hace su mujer.
No promete
Uno de los líderes comunitarios que ha estado cerca de la invasión Los Ciruelos es Álvaro Molina, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Amaneceres del Valle.
“Al principio hicimos el acompañamiento para que fueran reubicados, la mayoría de ellos tienen postulaciones para viviendas gratis pero no han salido favorecidos. Lo que queremos es que no los dejen huérfanos en la calle”, dijo.
Sobre la denuncia comunitaria de si estaba prometiendo la legalización de dicha invasión en medio de su campaña al Concejo de Valledupar, Molina desmintió tal afirmación.
“Yo me reuní hace 15 días con ellos y les manifesté que no podía garantizarle que una vez elegido pelearía con el Municipio, si no que se buscaría hablar con la dueña de los predios para negociar o si no lo que podíamos hacer es luchar para garantizarle a ellos una vivienda diga”, concluyó.
Gobierno responde
El secretario de Gobierno Municipal, Carlos Mario Céspedes afirmó que en 2012 se hizo un censo en la invasión Los Ciruelo y sus familias fueron favorecidas con casas gratis. Sin embargo, el fenómeno que se presenta ahora es la invasión de nuevas familias y eso no lo pueden aceptar.
“Las primeras familias se fueron para sus nuevas casas y otros llenan el espacio en blanco. La ley es clara porque contempla que le dé soluciones a los primeros y los nuevos no tienen derecho. Ya estamos programando fecha para hacer el desalojo”, manifestó.
Sobre los candidatos que estén promoviendo una invasión Céspedes dijo que como se trata de un delito espera una información completa sobre quiénes lo hacen. Así mismo aseguró que hay una investigación en curso por candidatos que promovieron en su momento Altos de Pimienta.
Pese a las súplicas de los desplazados, el Gobierno Municipal programará un desalojo en la invasión Los Ciruelos porque según ellos ya cumplieron con las primeras familias.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]
106 familias de desplazados que hacen parte de la invasión ubicada en la parte posterior de Amaneceres del Valle temen ser desalojados.
Luis Rafael Rico Martínez, Roberto Arias Florián y Nelson Susa Bejarano tienen algo en común aparte de ser desplazados: todos viven prevenidos y atemorizados por la amenaza de que llegue el día en que sean desalojados de su hogar, la invasión Los Ciruelos, cerca del sector de Amaneceres del Valle al suroriente de Valledupar.
Rico Martínez, de 57 años, hace poco quedó sin trabajo en un establecimiento donde lavaba carros porque según él fue a visitar a su madre que estaba enferma y al día siguiente cuando volvió no lo quisieron recibir.
Su preocupación crece día tras día porque tiene muchos problemas en qué pensar, inicialmente el ‘rebuscarse’ para darle comida a sus nueve hijos y a su compañera sentimental con quien se vino de Chimichagua, (Cesar) a causa de la violencia. Ahora, no solamente debe buscar para comer sino vive con la zozobra de que pronto lo querrán sacar de su ‘cambuche’.
“Estamos rogándole al Gobierno Municipal que nos ayude, aquí vinieron a reubicar solo a una parte de las familias y nosotros también merecemos ser reubicados. Hemos vivido con la violencia y no queremos salir de la tranquilidad que tenemos ahora”, aseguró.
Mientras sus hijos menores de edad husmeaban por el rancho buscando agua, Luis Rafael dejó que sus ojos se llenaran de lágrimas solo al pensar lo que está por suceder. Los rumores sobre la inminencia de un nuevo desalojo en el lugar hicieron que el padre de familia olvidara que estaba hablando con una extraña.
“Solo pedimos una reubicación, los candidatos han llegado por acá a ofrecer pero estoy viejo para creer, siempre nos ofrecen trabajo pero nos engañan. Recientemente nos dijeron que si son elegidos nos ayudarán en la gestión de una reubicación”, aseguró.
Roberto Arias Florián desplazado de la Serranía de Perijá, hizo una ilustración parecida a la de Luis Rafael sobre la problemática que afrontan las 106 familias que junto con él conforman la invasión Los Ciruelos.
“Nosotros sufrimos muchas necesidades, no hay trabajo. Yo tengo ocho años de estar aquí, hice mi cambuche y cuando Fredys mandó a desalojar, me tumbaron todo esto, ahora volví a organizarlo y no quiero pasar de nuevo por eso”, manifestó este zapatero que vive con su mujer y sus siete hijos (seis niñas y un barón).
“También me traen a los niños que tienen mal de ojo y yo los rezo, lo que sea para poder darle comida a mis hijos”, aseguró.
El ‘rezandero’ pide al Gobierno que solucione el problema y no se deshaga de ellos porque la gente está atemorizada. También aseguró que en época de política muchos han tocado su puerta para prometerle cosas, entre esas que el sector lo van a legalizar pero no les cree.
Por último, Nelson Susa, desplazado del sur de Bolívar manifestó que se cayó cuando trabajaba en el sector agropecuario y se fracturó la columna, por eso no puede moverse del lugar.
“Que nos colaboren, nos reubiquen o nos legalicen para que nos den una vivienda digna. Yo tengo tres años aquí y me vine por mi discapacidad, no he recibido ayuda del Estado. Llegué a Valledupar por la violencia generada por la guerrilla y los paramilitares, ahora me quieren sacar de mi hogar”, dijo.
El hombre de 46 años pidió a la Alcaldía que lo ayuden, él sobrevive de la venta de tamales que hace su mujer.
No promete
Uno de los líderes comunitarios que ha estado cerca de la invasión Los Ciruelos es Álvaro Molina, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Amaneceres del Valle.
“Al principio hicimos el acompañamiento para que fueran reubicados, la mayoría de ellos tienen postulaciones para viviendas gratis pero no han salido favorecidos. Lo que queremos es que no los dejen huérfanos en la calle”, dijo.
Sobre la denuncia comunitaria de si estaba prometiendo la legalización de dicha invasión en medio de su campaña al Concejo de Valledupar, Molina desmintió tal afirmación.
“Yo me reuní hace 15 días con ellos y les manifesté que no podía garantizarle que una vez elegido pelearía con el Municipio, si no que se buscaría hablar con la dueña de los predios para negociar o si no lo que podíamos hacer es luchar para garantizarle a ellos una vivienda diga”, concluyó.
Gobierno responde
El secretario de Gobierno Municipal, Carlos Mario Céspedes afirmó que en 2012 se hizo un censo en la invasión Los Ciruelo y sus familias fueron favorecidas con casas gratis. Sin embargo, el fenómeno que se presenta ahora es la invasión de nuevas familias y eso no lo pueden aceptar.
“Las primeras familias se fueron para sus nuevas casas y otros llenan el espacio en blanco. La ley es clara porque contempla que le dé soluciones a los primeros y los nuevos no tienen derecho. Ya estamos programando fecha para hacer el desalojo”, manifestó.
Sobre los candidatos que estén promoviendo una invasión Céspedes dijo que como se trata de un delito espera una información completa sobre quiénes lo hacen. Así mismo aseguró que hay una investigación en curso por candidatos que promovieron en su momento Altos de Pimienta.
Pese a las súplicas de los desplazados, el Gobierno Municipal programará un desalojo en la invasión Los Ciruelos porque según ellos ya cumplieron con las primeras familias.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]