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El Vallenato - 13 septiembre, 2023

¿Los bajos de Miguel López o los ‘vajodé’ Miguel López?

Desde los primeros discos, la expresión “los bajos de Miguel López”, en la voz de Oñate, se convirtió en un estribillo de todos los admiradores de Los Hermanos López. Sin embargo, tenía un doble sentido.

Miguel López, acordeonero líder de la agrupación Los Hermanos López, junto a su hermano el cajero Pablo López y un joven Jorge Oñate.
Miguel López, acordeonero líder de la agrupación Los Hermanos López, junto a su hermano el cajero Pablo López y un joven Jorge Oñate.

Para los verdaderos amantes del vallenato, la música no es solo una melodía, es una experiencia completa que involucra saludos, expresiones y animaciones que se vuelven inseparables de las canciones que escuchan.

Lee también: “Te recuerdo con el corazón arrugado”: Pablo López despide a su hermano, el rey vallenato Miguel López

Estas expresiones se convierten en parte integral de las letras, como cuando Poncho Zuleta, con ironía y suspicacia, se pregunta: “¿flores?” en respuesta al verso de Hernando Marín que dice: “Es que las gallinas de arriba le echan flores a las de abajo” en la canción ‘Los maestros’. ¿Qué amante del vallenato no ha incorporado a su repertorio los famosos clichés de Diomedes Díaz como “Se las dejo ahí” o “la demora me perjudica”? Incluso frases icónicas como “Ay mi vida, pa que no se acabara” se han convertido en parte esencial de la tradición vallenata.

Una de esas frases icónicas que ha dejado huella en el folclore vallenato se refiere al Rey Vallenato Miguel López, quien fue el acordeonero líder de la agrupación Los Hermanos López, con un joven Jorge Oñate como cantante en sus primeros discos. La expresión “los bajos de Miguel López“, entonada por Oñate, se popularizó rápidamente y se convirtió en un estribillo adoptado por todos los admiradores del conjunto.

Sin embargo, esta referencia que destacaba la habilidad de López para tocar los bajos en su acordeón, fue transformada por Oñate en un popular calambur, es decir, un recurso fonético que modifica el significado de una palabra o frase al agrupar de manera diferente sus sílabas. Así nació la expresiónlos va jodé Migue López“.

Recuerda el historiador, compositor y escritor Julio Oñate Martínez que López tenía “mucha propiedad para la ejecución de los bajos” por ser fiel seguidor de Luis Enrique Martínez.  “Tradicionalmente los juglares de antaño, en el bajo solamente utilizaban el marcaje tradicional sin ningún figuraje ni arandela y sin adorno.  Luis Enrique crea realmente una nueva alternativa para el acordeón y Migue fue su alumno más aventajado”, señaló Oñate.

El acordeonero Miguel Antonio López Gutiérrez murió a sus 85 años, la madrugada de este martes, en el Instituto Cardiovascular de Valledupar.

Lee también: ¿Por qué le decían a Miguel López el Rey Vallenato mudo? Jorge Oñate tuvo que ver

En el municipio de La Paz (Cesar), tierra donde nació el quinto Rey Vallenato, este miércoles, en medio de homenajes y mucha tristeza, es despedido y acompañado hasta su última morada.

López se consagró e incluyó su nombre con letras doradas en la historia de la música vallenata en 1972 cuando se coronó como el quinto rey del Festival de la Leyenda Vallenata.  Sin embargo, dos años antes, ya había empezado a consolidar el formato de agrupación musical, al lado de un joven Jorge Oñate, con la cual marcó la senda de los conjuntos vallenatos.

También lideró el movimiento musical de la dinastía López, una de las más firmes que ha tenido el folclor vallenato, además de haber sido un continuador del estilo de Luis Enrique Martínez.

El Vallenato
13 septiembre, 2023

¿Los bajos de Miguel López o los ‘vajodé’ Miguel López?

Desde los primeros discos, la expresión “los bajos de Miguel López”, en la voz de Oñate, se convirtió en un estribillo de todos los admiradores de Los Hermanos López. Sin embargo, tenía un doble sentido.


Miguel López, acordeonero líder de la agrupación Los Hermanos López, junto a su hermano el cajero Pablo López y un joven Jorge Oñate.
Miguel López, acordeonero líder de la agrupación Los Hermanos López, junto a su hermano el cajero Pablo López y un joven Jorge Oñate.

Para los verdaderos amantes del vallenato, la música no es solo una melodía, es una experiencia completa que involucra saludos, expresiones y animaciones que se vuelven inseparables de las canciones que escuchan.

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Estas expresiones se convierten en parte integral de las letras, como cuando Poncho Zuleta, con ironía y suspicacia, se pregunta: “¿flores?” en respuesta al verso de Hernando Marín que dice: “Es que las gallinas de arriba le echan flores a las de abajo” en la canción ‘Los maestros’. ¿Qué amante del vallenato no ha incorporado a su repertorio los famosos clichés de Diomedes Díaz como “Se las dejo ahí” o “la demora me perjudica”? Incluso frases icónicas como “Ay mi vida, pa que no se acabara” se han convertido en parte esencial de la tradición vallenata.

Una de esas frases icónicas que ha dejado huella en el folclore vallenato se refiere al Rey Vallenato Miguel López, quien fue el acordeonero líder de la agrupación Los Hermanos López, con un joven Jorge Oñate como cantante en sus primeros discos. La expresión “los bajos de Miguel López“, entonada por Oñate, se popularizó rápidamente y se convirtió en un estribillo adoptado por todos los admiradores del conjunto.

Sin embargo, esta referencia que destacaba la habilidad de López para tocar los bajos en su acordeón, fue transformada por Oñate en un popular calambur, es decir, un recurso fonético que modifica el significado de una palabra o frase al agrupar de manera diferente sus sílabas. Así nació la expresiónlos va jodé Migue López“.

Recuerda el historiador, compositor y escritor Julio Oñate Martínez que López tenía “mucha propiedad para la ejecución de los bajos” por ser fiel seguidor de Luis Enrique Martínez.  “Tradicionalmente los juglares de antaño, en el bajo solamente utilizaban el marcaje tradicional sin ningún figuraje ni arandela y sin adorno.  Luis Enrique crea realmente una nueva alternativa para el acordeón y Migue fue su alumno más aventajado”, señaló Oñate.

El acordeonero Miguel Antonio López Gutiérrez murió a sus 85 años, la madrugada de este martes, en el Instituto Cardiovascular de Valledupar.

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En el municipio de La Paz (Cesar), tierra donde nació el quinto Rey Vallenato, este miércoles, en medio de homenajes y mucha tristeza, es despedido y acompañado hasta su última morada.

López se consagró e incluyó su nombre con letras doradas en la historia de la música vallenata en 1972 cuando se coronó como el quinto rey del Festival de la Leyenda Vallenata.  Sin embargo, dos años antes, ya había empezado a consolidar el formato de agrupación musical, al lado de un joven Jorge Oñate, con la cual marcó la senda de los conjuntos vallenatos.

También lideró el movimiento musical de la dinastía López, una de las más firmes que ha tenido el folclor vallenato, además de haber sido un continuador del estilo de Luis Enrique Martínez.