EL PILÓN continúa dialogando con los diferentes candidatos para conocer sus propuestas políticas a favor de las víctimas de la región y qué opinan sobre la maquinaria política a la que podrían enfrentarse en medio de la campaña.
A pocos meses de las elecciones del 2022, en las que se elegirán a los representantes de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz de la Cámara de Representantes, los diferentes candidatos a la curul número 12 empezaron a exponer sus propuestas, la cual representaría a las víctimas de los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena.
EL PILÓN continúa dialogando con los diferentes candidatos para conocer sus propuestas políticas a favor de las víctimas de la región y qué opinan sobre la maquinaria política a la que podrían enfrentarse en medio de la campaña.
MARYORI DE JESÚS PÉREZ
Una de las candidatas es Maryori de Jesús Pérez, una mujer de 28 años nacida en San Juan del Cesar pero criada en la zona rural de Riohacha, exactamente en el corregimiento de Las Palmas, sur del departamento de La Guajira, lugar de donde fue desplazada con su familia por las amenazas del frente 59 de las Farc.
A pesar de los vejámenes que tuvo que afrontar junto a su padre, un campesino afrodescendiente, y con su madre, docente de la etnia wayúu, Maryori se hizo profesional en Ciencia Política y especialista en Derechos Humanos.
Respecto a lo que Maryori de Jesús tiene visionado si logra ocupar una de las curules, está ser un puente entre las víctimas de su región y el Gobierno nacional, porque considera que se debe pasar del discurso a la acción, poner a andar la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras y a las instituciones que fueron creadas para garantizar la implementación del Proceso de Paz.
Sin embargo, tiene claro que hay personas que se inscribieron por el ‘boom’ de este nuevo espacio político, por eso le pide a la ciudadanía que no lo deje en las manos equivocadas, porque según ella, no representan ni tienen ideales en favor de las víctimas.
En suma, Pérez es la compañera de fórmula de Roberto Lacouture, también víctima de la guerra, secuestrado en 1989 por el frente que lideraba el excomandante de las Farc, Abelardo Caicedo, mejor conocido en la guerra como ‘Solís Almeida’. En conversaciones con esta casa editorial, Lacouture aseguró: “ Yo promoví el No en el plebiscito y ella el Sí. Eso también es parte de la reconciliación, aceptar las diferencias”.
Maryori también se refirió sobre el tema: “Convergemos en la diferencia, somos un buen equipo. Yo soy joven y en esa efervescencia me vinculé a la lucha por la paz. Roberto tiene 60 años y ha vivido el conflicto de una manera diferente. Él fue a la Comisión de la Verdad para contar lo que sufrió con su familia, eso significa que le está apostando a la construcción de la paz, lo cual demuestra que para luchar contra la desigualdad no necesitas colores ni posturas, necesitas ser consciente”.
EDWAR ÁLVAREZ VACCA
Edwar Álvarez Vacca es otro de los líderes que decidió emprender este camino electoral en representación de las víctimas. Es oriundo de Ocaña, Norte de Santander, pero lleva 30 años trabajando por los derechos humanos de las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá.
Su recorrido es extenso, desde muy jóven, cuando aún no alcanzaba la mayoría de edad, ya lideraba procesos políticos en la región del Catatumbo, impulsando en aquel entonces la Séptima Papeleta.
Otro de los cargos que ha tenido Álvarez Vacca fue gerente de la Sierra Nevada de Santa Marta en la Agencia Presidencial para la Acción Social. Pero su activismo le ha ocasionado amenazas, una de las cuales lo obligó a refugiarse en Santiago de Chile durante una temporada.
Sin embargo, expresó que no ha dejado de promover políticas para los pueblos indígenas arhuaco, kogui, wiwa y kankuamo. Precisamente cuenta que ha sido la población indígena la que lo ha respaldado en su candidatura a la Cámara de Representantes: “No fue una decisión mía sino del pueblo Yukpa de la Serranía del Perijá y demás organizaciones indígenas y campesinas que me hicieron la propuesta de ser su candidato”.
Es en esos lugares donde expresó que enfocará su política de reparación a las víctimas, por lo cual argumentó que dentro de sus proyecciones en el Congreso está trabajar por la inversión social, la lucha contra de la corrupción, así como también por el agua de estos territorios a través del proyecto ‘Guardabosques Corazón del Mundo’ y el turismo responsable en el Parque Nacional Tayrona para evitar que sea dirigido por el sector privado.
Cuando piensa en la maquinaria política a la que podría enfrentarse, prefiere no hablar, pero afirma que tiene el poder de la razón, el escudo de la fe, la sabiduría de los pueblos indígenas y la valentía para afrontar este y todos los procesos venideros.
Por su parte, Katerin Pérez, compañera de Edwar en esta campaña, aseveró que en sus 50 años de edad ha luchado por los derechos del campesinado en el Magdalena, y que como campesina ve una oportunidad precisa para masificar sus problemáticas.
LUZ YARUYO
Una de las primeras personas en inscribir su candidatura ante la Registraduría Nacional fue Luz Yayuro, una mujer del corregimiento San José de Oriente, uno de los sitios más golpeados por la violencia en el departamento del Cesar. Proviene de familia campesina y tuvo que mudarse hasta Valledupar para encontrar oportunidades de estudio.
Es instrumentadora quirúrgica egresada de la Universidad Popular del Cesar y realizó otros estudios en Administración Empresarial en el SENA. Se había desempeñado en el campo de la Gestión Humana pero consideró que debía ir más allá a la hora de trabajar por la gente y decidió vincularse al Proceso de Paz, motivada por la memoria de su territorio.
“Muchas personas del campo tuvieron que irse y dejar de trabajar en su vocación campesina, que es a lo que nos hemos dedicado y nos ha permitido sobrevivir económicamente”, recordó Luz.
“Desde finales de los años 80 hasta que se firmó la paz, vivíamos con miedo, zozobra e intranquilidad por la presencia del frente 41 de las FARC, del ELN y los paramilitares a pesar de ser un pueblo tan pequeño”, agregó. Ella hoy cuenta con el apoyo de la organización de víctimas Colombia Profunda a pesar de no tener alguna experiencia política de esta índole.
Yaruro argumentó que como mujer representa esa necesidad que históricamente ha manifestado esta población de encontrar un espacio de participación política donde se aboguen por las demandas específicas de su territorio. En esa lucha también está el líder indigena Arquímedes Arias Sarmiento, quien la acompaña en esta candidatura en pro de las víctimas indígenas y campesinas.
Por Andrea Guerra Peña.
EL PILÓN continúa dialogando con los diferentes candidatos para conocer sus propuestas políticas a favor de las víctimas de la región y qué opinan sobre la maquinaria política a la que podrían enfrentarse en medio de la campaña.
A pocos meses de las elecciones del 2022, en las que se elegirán a los representantes de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz de la Cámara de Representantes, los diferentes candidatos a la curul número 12 empezaron a exponer sus propuestas, la cual representaría a las víctimas de los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena.
EL PILÓN continúa dialogando con los diferentes candidatos para conocer sus propuestas políticas a favor de las víctimas de la región y qué opinan sobre la maquinaria política a la que podrían enfrentarse en medio de la campaña.
MARYORI DE JESÚS PÉREZ
Una de las candidatas es Maryori de Jesús Pérez, una mujer de 28 años nacida en San Juan del Cesar pero criada en la zona rural de Riohacha, exactamente en el corregimiento de Las Palmas, sur del departamento de La Guajira, lugar de donde fue desplazada con su familia por las amenazas del frente 59 de las Farc.
A pesar de los vejámenes que tuvo que afrontar junto a su padre, un campesino afrodescendiente, y con su madre, docente de la etnia wayúu, Maryori se hizo profesional en Ciencia Política y especialista en Derechos Humanos.
Respecto a lo que Maryori de Jesús tiene visionado si logra ocupar una de las curules, está ser un puente entre las víctimas de su región y el Gobierno nacional, porque considera que se debe pasar del discurso a la acción, poner a andar la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras y a las instituciones que fueron creadas para garantizar la implementación del Proceso de Paz.
Sin embargo, tiene claro que hay personas que se inscribieron por el ‘boom’ de este nuevo espacio político, por eso le pide a la ciudadanía que no lo deje en las manos equivocadas, porque según ella, no representan ni tienen ideales en favor de las víctimas.
En suma, Pérez es la compañera de fórmula de Roberto Lacouture, también víctima de la guerra, secuestrado en 1989 por el frente que lideraba el excomandante de las Farc, Abelardo Caicedo, mejor conocido en la guerra como ‘Solís Almeida’. En conversaciones con esta casa editorial, Lacouture aseguró: “ Yo promoví el No en el plebiscito y ella el Sí. Eso también es parte de la reconciliación, aceptar las diferencias”.
Maryori también se refirió sobre el tema: “Convergemos en la diferencia, somos un buen equipo. Yo soy joven y en esa efervescencia me vinculé a la lucha por la paz. Roberto tiene 60 años y ha vivido el conflicto de una manera diferente. Él fue a la Comisión de la Verdad para contar lo que sufrió con su familia, eso significa que le está apostando a la construcción de la paz, lo cual demuestra que para luchar contra la desigualdad no necesitas colores ni posturas, necesitas ser consciente”.
EDWAR ÁLVAREZ VACCA
Edwar Álvarez Vacca es otro de los líderes que decidió emprender este camino electoral en representación de las víctimas. Es oriundo de Ocaña, Norte de Santander, pero lleva 30 años trabajando por los derechos humanos de las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía de Perijá.
Su recorrido es extenso, desde muy jóven, cuando aún no alcanzaba la mayoría de edad, ya lideraba procesos políticos en la región del Catatumbo, impulsando en aquel entonces la Séptima Papeleta.
Otro de los cargos que ha tenido Álvarez Vacca fue gerente de la Sierra Nevada de Santa Marta en la Agencia Presidencial para la Acción Social. Pero su activismo le ha ocasionado amenazas, una de las cuales lo obligó a refugiarse en Santiago de Chile durante una temporada.
Sin embargo, expresó que no ha dejado de promover políticas para los pueblos indígenas arhuaco, kogui, wiwa y kankuamo. Precisamente cuenta que ha sido la población indígena la que lo ha respaldado en su candidatura a la Cámara de Representantes: “No fue una decisión mía sino del pueblo Yukpa de la Serranía del Perijá y demás organizaciones indígenas y campesinas que me hicieron la propuesta de ser su candidato”.
Es en esos lugares donde expresó que enfocará su política de reparación a las víctimas, por lo cual argumentó que dentro de sus proyecciones en el Congreso está trabajar por la inversión social, la lucha contra de la corrupción, así como también por el agua de estos territorios a través del proyecto ‘Guardabosques Corazón del Mundo’ y el turismo responsable en el Parque Nacional Tayrona para evitar que sea dirigido por el sector privado.
Cuando piensa en la maquinaria política a la que podría enfrentarse, prefiere no hablar, pero afirma que tiene el poder de la razón, el escudo de la fe, la sabiduría de los pueblos indígenas y la valentía para afrontar este y todos los procesos venideros.
Por su parte, Katerin Pérez, compañera de Edwar en esta campaña, aseveró que en sus 50 años de edad ha luchado por los derechos del campesinado en el Magdalena, y que como campesina ve una oportunidad precisa para masificar sus problemáticas.
LUZ YARUYO
Una de las primeras personas en inscribir su candidatura ante la Registraduría Nacional fue Luz Yayuro, una mujer del corregimiento San José de Oriente, uno de los sitios más golpeados por la violencia en el departamento del Cesar. Proviene de familia campesina y tuvo que mudarse hasta Valledupar para encontrar oportunidades de estudio.
Es instrumentadora quirúrgica egresada de la Universidad Popular del Cesar y realizó otros estudios en Administración Empresarial en el SENA. Se había desempeñado en el campo de la Gestión Humana pero consideró que debía ir más allá a la hora de trabajar por la gente y decidió vincularse al Proceso de Paz, motivada por la memoria de su territorio.
“Muchas personas del campo tuvieron que irse y dejar de trabajar en su vocación campesina, que es a lo que nos hemos dedicado y nos ha permitido sobrevivir económicamente”, recordó Luz.
“Desde finales de los años 80 hasta que se firmó la paz, vivíamos con miedo, zozobra e intranquilidad por la presencia del frente 41 de las FARC, del ELN y los paramilitares a pesar de ser un pueblo tan pequeño”, agregó. Ella hoy cuenta con el apoyo de la organización de víctimas Colombia Profunda a pesar de no tener alguna experiencia política de esta índole.
Yaruro argumentó que como mujer representa esa necesidad que históricamente ha manifestado esta población de encontrar un espacio de participación política donde se aboguen por las demandas específicas de su territorio. En esa lucha también está el líder indigena Arquímedes Arias Sarmiento, quien la acompaña en esta candidatura en pro de las víctimas indígenas y campesinas.
Por Andrea Guerra Peña.