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Columnista - 11 julio, 2012

Los acontecimientos políticos en el club El Nogal

Por: Basilio Padilla La semana pasada el país se enteró de una reunión política en el club El Nogal, en la cual el expresidente Uribe se puso definitivamente los guantes en lo que hacia tiempo venia ardiendo en el fondo: su oposición a las políticas de seguridad del presidente Santos. Estos dos hombres se han […]

Por: Basilio Padilla

La semana pasada el país se enteró de una reunión política en el club El Nogal, en la cual el expresidente Uribe se puso definitivamente los guantes en lo que hacia tiempo venia ardiendo en el fondo: su oposición a las políticas de seguridad del presidente Santos.
Estos dos hombres se han visto envueltos en una riña prácticamente desde el comienzo de la presente administración. Pienso que no son tanto los desacuerdos políticos, sino que el presidente Santos desde el principio había decidido actuar en una forma más independiente, prácticamente sin consultar a la persona que lo hizo ganar la presidencia, ya que él utilizó la popularidad del presidente Uribe, para capitalizar en sus ambiciones políticas. En el fondo lo que sucedió fue que el presidente Santos escogió su propio personal administrativo, ignorando a todos aquellos que querían seguirse beneficiando del pasado gobierno. De hecho muchos de ellos sintieron que ellos fueron parte de esta elección y ahora los habían dejado por fuera.
Por supuesto estas múltiples quejas llegarían a oídos del presidente Uribe, que al mismo tiempo comenzó a utilizar su cuenta de twitter para expresar sus drásticas ideas a sus seguidores. En el fondo, no es tanto la política de seguridad, sino también el menosprecio por otro hombre que tanto daño e insultos profirió en contra del expresidente Uribe, como lo fue Hugo Chávez.
Otro agravante ha sido la caída continua de muchos que gozaron del aprecio de la pasada administración que se han visto involucrados en los problemas de la parapolítica, corrupción, chuzadas y abuso de poder. En otras palabras, después de trabajar juntos por mucho tiempo, el expresidente Uribe se ha convertido en una molestosa espina en los zapatos del presidente Santos. Públicamente, al menos, el presidente ha rehusado expresar ideas que le den aun más credibilidad a esta lucha política. La reunión en el club el Nogal, que se inicio como un homenaje al ex ministro Fernando Londoño, se convirtió en un evento político, aun en contra de los deseos de algunos de los socios del club, quienes desde el atentado terrorista del 7 de Febrero del 2003, no querían que el Club se identificara con ninguna corriente política.
Al evento asistieron muchos de aquellos que participaron de la administración del expresidente Uribe a los gritos de “Londoño presidente” Todos podremos recordar que Fernando Londoño, abogado, economista y miembro del partido conservador, fue el ministro de interior y justicia durante el primer periodo del expresidente Uribe. Londoño presentó su carta de renuncia como ministro del Interior, luego que la Procuraduría General de la Nación le impusiera una sanción por adquirir indebidamente 145 millones de acciones de la firma Invercolsa, por un monto de 9.000 millones de pesos, en mayo de 1997,[] acciones que luego aparecieron a nombre de una compañía panameña llamada Afib y de la que aún no se conocen sus dueños.
Las consecuencias de esta lucha política van más allá de estas figuras y causan una división en el Partido Social de Unidad Nacional o Partido de la “U”, miembros del cual irán a las toldas del expresidente Uribe y otros se quedaran con el presidente Santos.
La excusa es por supuesto el deterioro de la seguridad nacional, la discusión de negociaciones con la guerrilla y las relaciones con aquellos países que fueron tan hostiles a la administración del presidente Uribe, como Venezuela y Ecuador.
Paradójicamente fue el exministro de defensa Juan Manuel Santos el que había orquestado los ataques a la guerrilla aun en territorio Ecuatoriano. Para muchos la idea de discusiones justas que le traigan paz al territorio nacional es legitima, ya que todos hemos pagado los grandes costos de la guerra en la forma de impuestos de toda clase, especialmente el 4 por mil. La idea es que las negociaciones bien dirigidas tienen muchas ventajas al terror de la guerra. En el análisis final, cuando un presidente inicia su periodo administrativo, el saliente tiene que darle todas las oportunidades de salir adelante sin las constantes críticas.
El próximo presidente y los próximos congresistas no pueden ser escogidos en el exclusivo club del Nogal. La consulta se hace con las masas populares y no con aquellos que tanto se beneficiaron de la pasada administración.

Columnista
11 julio, 2012

Los acontecimientos políticos en el club El Nogal

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Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla La semana pasada el país se enteró de una reunión política en el club El Nogal, en la cual el expresidente Uribe se puso definitivamente los guantes en lo que hacia tiempo venia ardiendo en el fondo: su oposición a las políticas de seguridad del presidente Santos. Estos dos hombres se han […]


Por: Basilio Padilla

La semana pasada el país se enteró de una reunión política en el club El Nogal, en la cual el expresidente Uribe se puso definitivamente los guantes en lo que hacia tiempo venia ardiendo en el fondo: su oposición a las políticas de seguridad del presidente Santos.
Estos dos hombres se han visto envueltos en una riña prácticamente desde el comienzo de la presente administración. Pienso que no son tanto los desacuerdos políticos, sino que el presidente Santos desde el principio había decidido actuar en una forma más independiente, prácticamente sin consultar a la persona que lo hizo ganar la presidencia, ya que él utilizó la popularidad del presidente Uribe, para capitalizar en sus ambiciones políticas. En el fondo lo que sucedió fue que el presidente Santos escogió su propio personal administrativo, ignorando a todos aquellos que querían seguirse beneficiando del pasado gobierno. De hecho muchos de ellos sintieron que ellos fueron parte de esta elección y ahora los habían dejado por fuera.
Por supuesto estas múltiples quejas llegarían a oídos del presidente Uribe, que al mismo tiempo comenzó a utilizar su cuenta de twitter para expresar sus drásticas ideas a sus seguidores. En el fondo, no es tanto la política de seguridad, sino también el menosprecio por otro hombre que tanto daño e insultos profirió en contra del expresidente Uribe, como lo fue Hugo Chávez.
Otro agravante ha sido la caída continua de muchos que gozaron del aprecio de la pasada administración que se han visto involucrados en los problemas de la parapolítica, corrupción, chuzadas y abuso de poder. En otras palabras, después de trabajar juntos por mucho tiempo, el expresidente Uribe se ha convertido en una molestosa espina en los zapatos del presidente Santos. Públicamente, al menos, el presidente ha rehusado expresar ideas que le den aun más credibilidad a esta lucha política. La reunión en el club el Nogal, que se inicio como un homenaje al ex ministro Fernando Londoño, se convirtió en un evento político, aun en contra de los deseos de algunos de los socios del club, quienes desde el atentado terrorista del 7 de Febrero del 2003, no querían que el Club se identificara con ninguna corriente política.
Al evento asistieron muchos de aquellos que participaron de la administración del expresidente Uribe a los gritos de “Londoño presidente” Todos podremos recordar que Fernando Londoño, abogado, economista y miembro del partido conservador, fue el ministro de interior y justicia durante el primer periodo del expresidente Uribe. Londoño presentó su carta de renuncia como ministro del Interior, luego que la Procuraduría General de la Nación le impusiera una sanción por adquirir indebidamente 145 millones de acciones de la firma Invercolsa, por un monto de 9.000 millones de pesos, en mayo de 1997,[] acciones que luego aparecieron a nombre de una compañía panameña llamada Afib y de la que aún no se conocen sus dueños.
Las consecuencias de esta lucha política van más allá de estas figuras y causan una división en el Partido Social de Unidad Nacional o Partido de la “U”, miembros del cual irán a las toldas del expresidente Uribe y otros se quedaran con el presidente Santos.
La excusa es por supuesto el deterioro de la seguridad nacional, la discusión de negociaciones con la guerrilla y las relaciones con aquellos países que fueron tan hostiles a la administración del presidente Uribe, como Venezuela y Ecuador.
Paradójicamente fue el exministro de defensa Juan Manuel Santos el que había orquestado los ataques a la guerrilla aun en territorio Ecuatoriano. Para muchos la idea de discusiones justas que le traigan paz al territorio nacional es legitima, ya que todos hemos pagado los grandes costos de la guerra en la forma de impuestos de toda clase, especialmente el 4 por mil. La idea es que las negociaciones bien dirigidas tienen muchas ventajas al terror de la guerra. En el análisis final, cuando un presidente inicia su periodo administrativo, el saliente tiene que darle todas las oportunidades de salir adelante sin las constantes críticas.
El próximo presidente y los próximos congresistas no pueden ser escogidos en el exclusivo club del Nogal. La consulta se hace con las masas populares y no con aquellos que tanto se beneficiaron de la pasada administración.