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Columnista - 17 julio, 2019

Los 80 años de Carmen Zuleta de Movilla

Siempre ha sido una mujer parsimoniosa, muy reservada, ella es la antítesis de sus familiares extrovertidos, de voz tranquila y supremamente servicial, así podríamos definir a Carmen Zuleta de Movilla. Acaba de cumplir 80 años de vida y en el seno de su hogar se reunieron sus ocho hijos: Alba, Andrés, Silvia, Marcos, Rebeca, Álvaro, […]

Siempre ha sido una mujer parsimoniosa, muy reservada, ella es la antítesis de sus familiares extrovertidos, de voz tranquila y supremamente servicial, así podríamos definir a Carmen Zuleta de Movilla.

Acaba de cumplir 80 años de vida y en el seno de su hogar se reunieron sus ocho hijos: Alba, Andrés, Silvia, Marcos, Rebeca, Álvaro, Alberto y Miriam; además, sus 21 nietos, sobrinos y familiares en general.

Carmen Zuleta es hija de Marcos Zuleta Martínez y Delfina Fernández, nació en Caracolicito. Fueron 7 hermanos de padre y madre y tres de padre: Chiche, Marlene, Miriam, Yadira, Ana Dolores, Dominga, Catalina, Elio y Fanny Zuleta. Cuando tenía 15 años conoció a su esposo Silvio Movilla (+) en Fundación Magdalena, en un bautizo, en donde ambos eran los padrinos. Cuenta que “ese día me picó el ojo y quedamos flechaos. Ese mismo día me visitó” agregó

Al poco tiempo se casó con Silvio. Convivió con su familia en Algarrobo, Punta de Piedra (tierra de los Movilla) y Las Canoas, de donde Fanny su hermana (esposa de ‘Colacho’ Mendoza) se la trajo para Valledupar.

En la puerta de su casa puso una tablita informando que aplicaba inyecciones, porque desde muy niña le gustaron los temas relacionados con la salud. Además, hizo dos cursos de primeros auxilios y de partera, en el Hospital Rosario Pumarejo de López.

Hubo un momento en que el Hospital no daba abastos con los trabajos de parto y entonces las mujeres buscaban a Carmen. Al poco tiempo se convirtió en la principal partera de Valledupar y atendía especialmente en la madrugada. A su residencia del barrio Los Fundadores llegaba gente de El Pupo, Primero de Mayo, Dangond, Siete de Agosto, Casimiro y Sabanas, entre otros.

Hoy muchos de los adolescentes y adultos nacieron de las manos de Carmen Zuleta. Hay testimonios de los cientos de partos que atendió, como una vez que la fueron a buscar en horas de la madrugada, en medio de un aguacero, en un taxi Willis. El carro se varó a tres cuadras y tuvieron que seguir a píe. Caminaron 10 cuadras hasta llegar al Dangond, allí nacieron gemelos.

“Carmen Zuleta ayudó a nacer a medio valle”, dice Silvia, una de sus hijas. Es un ejemplo de vida, de superación y de caridad. En Los Fundadores es una matrona, todo mundo la quiere y la cuida.

Dice que a sus 80 años aún le faltan muchos años por vivir y aconseja que el peor de los males es la mentira y el irrespeto. Con su esposo Silvio (fallecido en febrero del 2011) criaron a sus ocho hijos a quienes les inculcaron valores y a ser gente de bien. “Ahora los padres descuidan a sus hijos, en la peor de las humildades lo que triunfa es el apego familiar”, sostiene.

Asegura que en sus ochenta años de vida no ha perdido el sentido de amor ni del humor por sus hijos, aunque todos son mayores. Con ellos disfruta la vida, porque cada día la animan. “Mis hijos, mis nietos y todos son mi vida”, asegura.

“Mi mamá tiene un don especial para que la gente la quiera, ella es el pulso de todos nosotros, ha sido una mujer luchadora, es una mujer triunfadora, grande”, asegura su hijo Marcos Zuleta Movilla.

Pero, ¿cuál es el secreto para vivir tantos años?: “muy sencillo, hay que comer comida de monte, mucha gallina criolla, tener paciencia, amar a Dios y esperar su voluntad”, concluyó. Dios la guarde tía Carmen. Hasta la próxima semana. [email protected].

Columnista
17 julio, 2019

Los 80 años de Carmen Zuleta de Movilla

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Siempre ha sido una mujer parsimoniosa, muy reservada, ella es la antítesis de sus familiares extrovertidos, de voz tranquila y supremamente servicial, así podríamos definir a Carmen Zuleta de Movilla. Acaba de cumplir 80 años de vida y en el seno de su hogar se reunieron sus ocho hijos: Alba, Andrés, Silvia, Marcos, Rebeca, Álvaro, […]


Siempre ha sido una mujer parsimoniosa, muy reservada, ella es la antítesis de sus familiares extrovertidos, de voz tranquila y supremamente servicial, así podríamos definir a Carmen Zuleta de Movilla.

Acaba de cumplir 80 años de vida y en el seno de su hogar se reunieron sus ocho hijos: Alba, Andrés, Silvia, Marcos, Rebeca, Álvaro, Alberto y Miriam; además, sus 21 nietos, sobrinos y familiares en general.

Carmen Zuleta es hija de Marcos Zuleta Martínez y Delfina Fernández, nació en Caracolicito. Fueron 7 hermanos de padre y madre y tres de padre: Chiche, Marlene, Miriam, Yadira, Ana Dolores, Dominga, Catalina, Elio y Fanny Zuleta. Cuando tenía 15 años conoció a su esposo Silvio Movilla (+) en Fundación Magdalena, en un bautizo, en donde ambos eran los padrinos. Cuenta que “ese día me picó el ojo y quedamos flechaos. Ese mismo día me visitó” agregó

Al poco tiempo se casó con Silvio. Convivió con su familia en Algarrobo, Punta de Piedra (tierra de los Movilla) y Las Canoas, de donde Fanny su hermana (esposa de ‘Colacho’ Mendoza) se la trajo para Valledupar.

En la puerta de su casa puso una tablita informando que aplicaba inyecciones, porque desde muy niña le gustaron los temas relacionados con la salud. Además, hizo dos cursos de primeros auxilios y de partera, en el Hospital Rosario Pumarejo de López.

Hubo un momento en que el Hospital no daba abastos con los trabajos de parto y entonces las mujeres buscaban a Carmen. Al poco tiempo se convirtió en la principal partera de Valledupar y atendía especialmente en la madrugada. A su residencia del barrio Los Fundadores llegaba gente de El Pupo, Primero de Mayo, Dangond, Siete de Agosto, Casimiro y Sabanas, entre otros.

Hoy muchos de los adolescentes y adultos nacieron de las manos de Carmen Zuleta. Hay testimonios de los cientos de partos que atendió, como una vez que la fueron a buscar en horas de la madrugada, en medio de un aguacero, en un taxi Willis. El carro se varó a tres cuadras y tuvieron que seguir a píe. Caminaron 10 cuadras hasta llegar al Dangond, allí nacieron gemelos.

“Carmen Zuleta ayudó a nacer a medio valle”, dice Silvia, una de sus hijas. Es un ejemplo de vida, de superación y de caridad. En Los Fundadores es una matrona, todo mundo la quiere y la cuida.

Dice que a sus 80 años aún le faltan muchos años por vivir y aconseja que el peor de los males es la mentira y el irrespeto. Con su esposo Silvio (fallecido en febrero del 2011) criaron a sus ocho hijos a quienes les inculcaron valores y a ser gente de bien. “Ahora los padres descuidan a sus hijos, en la peor de las humildades lo que triunfa es el apego familiar”, sostiene.

Asegura que en sus ochenta años de vida no ha perdido el sentido de amor ni del humor por sus hijos, aunque todos son mayores. Con ellos disfruta la vida, porque cada día la animan. “Mis hijos, mis nietos y todos son mi vida”, asegura.

“Mi mamá tiene un don especial para que la gente la quiera, ella es el pulso de todos nosotros, ha sido una mujer luchadora, es una mujer triunfadora, grande”, asegura su hijo Marcos Zuleta Movilla.

Pero, ¿cuál es el secreto para vivir tantos años?: “muy sencillo, hay que comer comida de monte, mucha gallina criolla, tener paciencia, amar a Dios y esperar su voluntad”, concluyó. Dios la guarde tía Carmen. Hasta la próxima semana. [email protected].