Leoniris Moya, nieta del compositor Sergio Moya Molina, se recupera en una clínica en la capital del país.
A diario se reporta al menos un caso de hurto con escopolamina en Bogotá. Esta vez, la víctima fue la locutora vallenata, Leoniris Moya Tapias, quien permanece recluida en una clínica de la capital.
Según su papá, el corista segunda voz de la música vallenata, Leonidas Moya, su hija se encontraba en un restaurante a la espera de una persona para charlar de negocios. “Ella alcanzó a llamar a un familiar, pero minutos después perdió el conocimiento cuando alguien se le acercó, eso nos dijo al despertar”.
‘La Chica Leo’, como es conocida en el mundo radial, solamente pudo despertar en un centro asistencial pasadas las 2:00 de la madrugada del miércoles anterior.
“Muy preocupado porque en Bogotá existe una modalidad de aplicarle sustancias alucinógenas a las personas para luego robarles los órganos”, aseguró Leonidas Moya quien agregó que los médicos explicaron que no pasó a mayores el hecho.
“Gracias a Dios no le pasó nada, le practicaron los exámenes de rigor y salió bien. No le robaron nada, tampoco le retiraron algún órgano que es la modalidad en Bogotá, estamos agradecido con Dios”, enfatizó.
Leoniris Moya, quien hizo parte del equipo de trabajo de la cadena radial Olímpica en Valledupar, ahora labora con la cadena nacional Caracol y está radica en la capital del país hace más de tres años.
Alerta en las autoridades
Alarmadas se declararon las autoridades de la ciudad de Bogotá ante el aumento en el número de víctimas de hurto con escopolamina.
De hecho, durante el 2013 hubo 164 casos de víctimas de esta droga, conocidos por la Policía Metropolitana. En el 2014 se reportaron 258, por lo que la cifra de afectados creció en 57 % en tan solo un año. Para las autoridades, sin embargo, estos números no reflejan la realidad de este delito, pues hay un subregistro debido a que no todos los afectados denuncian. El 85 % de víctimas, según los investigadores, son hombres que pueden ser engañados por mujeres.
La escopolamina, también conocida como burundanga, no es la única droga a la que están expuestos quienes salen de rumba en la noche bogotana. Un reportaje de un medio capitalino indicó que se ha vuelto más recurrente el uso de medicamentos farmacológicos o sedantes para inducir el sueño y despojar a las personas de sus pertenencias.
Galenos expertos indican que esta droga puede inducir la dilatación de las pupilas, la contracción de los vasos sanguíneos y la reducción de las secreciones salivales y estomacales.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]
Leoniris Moya, nieta del compositor Sergio Moya Molina, se recupera en una clínica en la capital del país.
A diario se reporta al menos un caso de hurto con escopolamina en Bogotá. Esta vez, la víctima fue la locutora vallenata, Leoniris Moya Tapias, quien permanece recluida en una clínica de la capital.
Según su papá, el corista segunda voz de la música vallenata, Leonidas Moya, su hija se encontraba en un restaurante a la espera de una persona para charlar de negocios. “Ella alcanzó a llamar a un familiar, pero minutos después perdió el conocimiento cuando alguien se le acercó, eso nos dijo al despertar”.
‘La Chica Leo’, como es conocida en el mundo radial, solamente pudo despertar en un centro asistencial pasadas las 2:00 de la madrugada del miércoles anterior.
“Muy preocupado porque en Bogotá existe una modalidad de aplicarle sustancias alucinógenas a las personas para luego robarles los órganos”, aseguró Leonidas Moya quien agregó que los médicos explicaron que no pasó a mayores el hecho.
“Gracias a Dios no le pasó nada, le practicaron los exámenes de rigor y salió bien. No le robaron nada, tampoco le retiraron algún órgano que es la modalidad en Bogotá, estamos agradecido con Dios”, enfatizó.
Leoniris Moya, quien hizo parte del equipo de trabajo de la cadena radial Olímpica en Valledupar, ahora labora con la cadena nacional Caracol y está radica en la capital del país hace más de tres años.
Alerta en las autoridades
Alarmadas se declararon las autoridades de la ciudad de Bogotá ante el aumento en el número de víctimas de hurto con escopolamina.
De hecho, durante el 2013 hubo 164 casos de víctimas de esta droga, conocidos por la Policía Metropolitana. En el 2014 se reportaron 258, por lo que la cifra de afectados creció en 57 % en tan solo un año. Para las autoridades, sin embargo, estos números no reflejan la realidad de este delito, pues hay un subregistro debido a que no todos los afectados denuncian. El 85 % de víctimas, según los investigadores, son hombres que pueden ser engañados por mujeres.
La escopolamina, también conocida como burundanga, no es la única droga a la que están expuestos quienes salen de rumba en la noche bogotana. Un reportaje de un medio capitalino indicó que se ha vuelto más recurrente el uso de medicamentos farmacológicos o sedantes para inducir el sueño y despojar a las personas de sus pertenencias.
Galenos expertos indican que esta droga puede inducir la dilatación de las pupilas, la contracción de los vasos sanguíneos y la reducción de las secreciones salivales y estomacales.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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