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Columnista - 5 octubre, 2012

Locomotora minera, sin rieles, ni maquinista, ni alma

Por: Luis Napoleón de Armas P. El negocio minero en Colombia es como una aspiradora que extrae y evapora el dinero y para nosotrossolo deja la escoria en el tamiz. El marco jurídico que lo regula es un galimatías de leyes, decretos, acuerdos y resoluciones. Desde 1985 encontré 10 leyes, 39 decretos, 3 acuerdos y […]

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Por: Luis Napoleón de Armas P.

El negocio minero en Colombia es como una aspiradora que extrae y evapora el dinero y para nosotrossolo deja la escoria en el tamiz. El marco jurídico que lo regula es un galimatías de leyes, decretos, acuerdos y resoluciones. Desde 1985 encontré 10 leyes, 39 decretos, 3 acuerdos y 36 resoluciones que ponen a las compañías explotadoras a ganar con cara y sello. La ley 685 de 2001, código minero, salvaguarda más los intereses del empresario que los del Estado. Uno de esos especímenes jurídicos es el contrato 051de 1996 que habilita a la BHP Billinton, a validar por sécula, los contratos 866 de 1963 y 1727 de 1971 que, en teoría, caducaron el 30 de setiembre recién pasado, referentes a la explotación de Cerromatoso y ante cuyo objeto cursa una demanda en el Tribunal de Cundinamarca. Es toda una espesa maraña de artículos leoninos que les permiten, a los dirigentes del sector, pescar en río revuelto pero que con magia hacen que todos vean las aguas cristalinas. En este país ni siquiera se ha definido cuales son los parámetros de altitud para definir donde se encuentran los páramos. Pero esto no ocurre solo aquí; es el modelo utilizado en todo el sector minero que produce efímeras y aparentes bonanzas mediante las cuales la naturaleza y los hipotéticos beneficiarios de las áreas de explotación, mueren lentamente por efectos de la contaminación y por diferentes actores conexos. El agua es uno de los elementos vitales sacrificados y que pronto se agotará. Ya se han establecido unos estándares de unidades de agua por unidad de mineral explotado; en el caso del oro, p. ej., es de 230 litros de agua por gramo de oro; este consumo hídrico es suficiente para satisfacer las necesidades de una familia promedio/día. ¿A quiénes piden que economicen agua?Los costos sociales y fiscales siempre serán mayores mayores que los beneficios, pero en aras de aprovechar las riquezas mineras, lo mínimo que podríamos establecer es lograr un equilibrio ambiental, obtener beneficios fiscales y sociales, y obvio, rentabilidad para el empresario. Hasta ahora, esto último es lo predominante; esta es la filosofía de la confianza inversionista de la cual oímos hablar durante los últimos 8 años. Por eso ha crecido tanto la inversión extranjera directa, IED, en este sector; entre 2002 y 2011, según el BR, la IED, representó el 25% del total de la IED, con un crecimiento de 20% interanual en ese periodo. Mientras tanto, la IED en manufactura, generadora de empleo, fue insignificante. El impacto de la minería en el bienestar social no se percibe por ningún lado. En el caso concreto del Cesar, el 76% de las cabeceras municipales no recibe agua potable, tampoco el 100% de la ruralidad. Dinero si ha habido; este departamento, según Ingeominas, entre los años 2008 y 2009 recibió 765.559 millones de pesos, el 25.3% de todas las regalías nacionales provenientes del carbón. Mas, la ejecución presupuestal muestra que sólo se recibieron 389.457 millones de pesos en ese periodo. ¿Quién dice la verdad? De todas maneras son cifras tan voluminosas que permitirían mejorar muchos indicadores que tienen al Cesar entre los coleros del país. No hay derecho a tanto despilfarro. La verdad es que esta supuesta locomotora no tiene rieles, ni maquinista ni alma, solo tiene un ascensor por el cual se esfuman casi todos los recursos de regalías.
Adenda. Si a Millonarios le exigen la devolución de dos estrellas por haber sido infiltrado por el narcotráfico, ¿qué tendrían que devolver los políticos que han estado en el legislativo y en el ejecutivo con la misma ayuda?
[email protected]

Columnista
5 octubre, 2012

Locomotora minera, sin rieles, ni maquinista, ni alma

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Por: Luis Napoleón de Armas P. El negocio minero en Colombia es como una aspiradora que extrae y evapora el dinero y para nosotrossolo deja la escoria en el tamiz. El marco jurídico que lo regula es un galimatías de leyes, decretos, acuerdos y resoluciones. Desde 1985 encontré 10 leyes, 39 decretos, 3 acuerdos y […]


Por: Luis Napoleón de Armas P.

El negocio minero en Colombia es como una aspiradora que extrae y evapora el dinero y para nosotrossolo deja la escoria en el tamiz. El marco jurídico que lo regula es un galimatías de leyes, decretos, acuerdos y resoluciones. Desde 1985 encontré 10 leyes, 39 decretos, 3 acuerdos y 36 resoluciones que ponen a las compañías explotadoras a ganar con cara y sello. La ley 685 de 2001, código minero, salvaguarda más los intereses del empresario que los del Estado. Uno de esos especímenes jurídicos es el contrato 051de 1996 que habilita a la BHP Billinton, a validar por sécula, los contratos 866 de 1963 y 1727 de 1971 que, en teoría, caducaron el 30 de setiembre recién pasado, referentes a la explotación de Cerromatoso y ante cuyo objeto cursa una demanda en el Tribunal de Cundinamarca. Es toda una espesa maraña de artículos leoninos que les permiten, a los dirigentes del sector, pescar en río revuelto pero que con magia hacen que todos vean las aguas cristalinas. En este país ni siquiera se ha definido cuales son los parámetros de altitud para definir donde se encuentran los páramos. Pero esto no ocurre solo aquí; es el modelo utilizado en todo el sector minero que produce efímeras y aparentes bonanzas mediante las cuales la naturaleza y los hipotéticos beneficiarios de las áreas de explotación, mueren lentamente por efectos de la contaminación y por diferentes actores conexos. El agua es uno de los elementos vitales sacrificados y que pronto se agotará. Ya se han establecido unos estándares de unidades de agua por unidad de mineral explotado; en el caso del oro, p. ej., es de 230 litros de agua por gramo de oro; este consumo hídrico es suficiente para satisfacer las necesidades de una familia promedio/día. ¿A quiénes piden que economicen agua?Los costos sociales y fiscales siempre serán mayores mayores que los beneficios, pero en aras de aprovechar las riquezas mineras, lo mínimo que podríamos establecer es lograr un equilibrio ambiental, obtener beneficios fiscales y sociales, y obvio, rentabilidad para el empresario. Hasta ahora, esto último es lo predominante; esta es la filosofía de la confianza inversionista de la cual oímos hablar durante los últimos 8 años. Por eso ha crecido tanto la inversión extranjera directa, IED, en este sector; entre 2002 y 2011, según el BR, la IED, representó el 25% del total de la IED, con un crecimiento de 20% interanual en ese periodo. Mientras tanto, la IED en manufactura, generadora de empleo, fue insignificante. El impacto de la minería en el bienestar social no se percibe por ningún lado. En el caso concreto del Cesar, el 76% de las cabeceras municipales no recibe agua potable, tampoco el 100% de la ruralidad. Dinero si ha habido; este departamento, según Ingeominas, entre los años 2008 y 2009 recibió 765.559 millones de pesos, el 25.3% de todas las regalías nacionales provenientes del carbón. Mas, la ejecución presupuestal muestra que sólo se recibieron 389.457 millones de pesos en ese periodo. ¿Quién dice la verdad? De todas maneras son cifras tan voluminosas que permitirían mejorar muchos indicadores que tienen al Cesar entre los coleros del país. No hay derecho a tanto despilfarro. La verdad es que esta supuesta locomotora no tiene rieles, ni maquinista ni alma, solo tiene un ascensor por el cual se esfuman casi todos los recursos de regalías.
Adenda. Si a Millonarios le exigen la devolución de dos estrellas por haber sido infiltrado por el narcotráfico, ¿qué tendrían que devolver los políticos que han estado en el legislativo y en el ejecutivo con la misma ayuda?
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