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Columnista - 10 abril, 2011

Lo que nos faltaba…

Por: Luis Rafael Nieto Pardo Sicarios y fleteros menores de edad, y además, bien temprano escuchamos por la radio otra noticia que ahora se torna preocupante, pero que, en otros tiempos sería de buen recibo: se trata del resultado de una encuesta reciente, según la cual, en los últimos años la tasa de nacimiento de […]

Por: Luis Rafael Nieto Pardo

Sicarios y fleteros menores de edad, y además, bien temprano escuchamos por la radio otra noticia que ahora se torna preocupante, pero que, en otros tiempos sería de buen recibo: se trata del resultado de una encuesta reciente, según la cual, en los últimos años la tasa de nacimiento de menores ha aumentado en un 18%.  Ojalá no se vaya a interpretar mal mi comentario; pues entre los que han llegado recientemente, y para la gloria de Dios y de nuestra familia, por fortuna han arribado cuatro de ellos, siendo la última en llegar  hace apenas 15 días, Ahiona Barral Nieto, mi nueva nieta española, nacida en La Coruña, región de Galicia.
Pues bien, ni mas faltaba que no nos alegráramos del nacimiento de nuevos niños; lo preocupante de ello es que ese alto porcentaje es producto de la irresponsabilidad y la falta de control y de orientación prenatal, razón por la cual son frecuentes los abandonos de recién nacidos, el aumento descontrolado de menores adolescentes deambulando por las calles, adictos y perdidos en la drogadicción, la prostitución, y lo mas preocupante, temible y aberrante: niños menores de edad, ya reclutados y matriculados en bandas de fleteros, de sicariato, niños suicidas aún imberbes y a quienes todavía les huele el ombligo a canime… dejando dolorosas notas  justificativas de su terrible decisión, dizque por decepciones amorosas… y otro reciente en Córdoba, pidiéndole perdón a la madre “…porque he hecho mucho daño” .
Por Dios, qué está pasando?; hasta cuándo dejaremos de estar marchando y vociferando contra el gobierno y pidiendo paz?…; en lugar de realizar más marchas y comprometernos en realizar mayores esfuerzos en rescatar los valores del hogar, de la familia, volver a los tiempos de la Urbanidad de Carreño, conseguir que los menores de edad tengan y respeten los horarios para hacer sus tareas y jugar; y que ya adolescentes, si se les otorga permiso para asistir a una fiesta o evento, dicho permiso no pueda pasar de la media noche y mucho menos prolongarse hasta el amanecer.
Posiblemente mis vanos propósitos y recomendaciones se convertirán en palabras al viento, e incluso, no faltará quien se totee de la risa, para quienes no pasaré de ser un señor retrógrado, chapado  a la antigua. Pero también clamo a Dios, para que les dé animo, coraje y valor a los padres que aun creen y consideran estar a tiempo para (no imponer, ni maltratar, ni encerrar a sus hijos), sino para procurar mayor tiempo para el dialogo y mayor sacrificio en la crianza y enseñanza de valores; y sobretodo, rescatar los valores de la familia y el respeto total y claro, entendiendo los Derechos Humanos.
Y es que no es para menos.  Hace apenas 3 o 4 días fuimos sorprendidos con la aprehensión en estado de “flagrancia” de cuatro “fleteros”, entre quienes habían tres menores de 12, 15 y 17 años de edad; y que además, se enfrentaron a tiros con la policía, al mejor estilo de los pandilleros mexicanos, accionando las armas que portaban. Y peor aún, entre los capturados había un menor  de 12 años reincidente en estos delitos.
Al día siguiente nos enteramos que un joven sicópata de 23 años, que había sido buen estudiante, pero con problemas psicológicos, se presentó con dos revólveres en una escuela de Rio De Janeiro, disparó, cargó y recargó, y luego de realizar más de 60 disparos, mató a 10 niñas y 2 niños entre los 12 y 15 años e hirió por lo menos a otros 12 de una Escuela Pública.
En la próxima: “cómo se judicializa a los menores?”

Columnista
10 abril, 2011

Lo que nos faltaba…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Rafael Nieto Pardo

Por: Luis Rafael Nieto Pardo Sicarios y fleteros menores de edad, y además, bien temprano escuchamos por la radio otra noticia que ahora se torna preocupante, pero que, en otros tiempos sería de buen recibo: se trata del resultado de una encuesta reciente, según la cual, en los últimos años la tasa de nacimiento de […]


Por: Luis Rafael Nieto Pardo

Sicarios y fleteros menores de edad, y además, bien temprano escuchamos por la radio otra noticia que ahora se torna preocupante, pero que, en otros tiempos sería de buen recibo: se trata del resultado de una encuesta reciente, según la cual, en los últimos años la tasa de nacimiento de menores ha aumentado en un 18%.  Ojalá no se vaya a interpretar mal mi comentario; pues entre los que han llegado recientemente, y para la gloria de Dios y de nuestra familia, por fortuna han arribado cuatro de ellos, siendo la última en llegar  hace apenas 15 días, Ahiona Barral Nieto, mi nueva nieta española, nacida en La Coruña, región de Galicia.
Pues bien, ni mas faltaba que no nos alegráramos del nacimiento de nuevos niños; lo preocupante de ello es que ese alto porcentaje es producto de la irresponsabilidad y la falta de control y de orientación prenatal, razón por la cual son frecuentes los abandonos de recién nacidos, el aumento descontrolado de menores adolescentes deambulando por las calles, adictos y perdidos en la drogadicción, la prostitución, y lo mas preocupante, temible y aberrante: niños menores de edad, ya reclutados y matriculados en bandas de fleteros, de sicariato, niños suicidas aún imberbes y a quienes todavía les huele el ombligo a canime… dejando dolorosas notas  justificativas de su terrible decisión, dizque por decepciones amorosas… y otro reciente en Córdoba, pidiéndole perdón a la madre “…porque he hecho mucho daño” .
Por Dios, qué está pasando?; hasta cuándo dejaremos de estar marchando y vociferando contra el gobierno y pidiendo paz?…; en lugar de realizar más marchas y comprometernos en realizar mayores esfuerzos en rescatar los valores del hogar, de la familia, volver a los tiempos de la Urbanidad de Carreño, conseguir que los menores de edad tengan y respeten los horarios para hacer sus tareas y jugar; y que ya adolescentes, si se les otorga permiso para asistir a una fiesta o evento, dicho permiso no pueda pasar de la media noche y mucho menos prolongarse hasta el amanecer.
Posiblemente mis vanos propósitos y recomendaciones se convertirán en palabras al viento, e incluso, no faltará quien se totee de la risa, para quienes no pasaré de ser un señor retrógrado, chapado  a la antigua. Pero también clamo a Dios, para que les dé animo, coraje y valor a los padres que aun creen y consideran estar a tiempo para (no imponer, ni maltratar, ni encerrar a sus hijos), sino para procurar mayor tiempo para el dialogo y mayor sacrificio en la crianza y enseñanza de valores; y sobretodo, rescatar los valores de la familia y el respeto total y claro, entendiendo los Derechos Humanos.
Y es que no es para menos.  Hace apenas 3 o 4 días fuimos sorprendidos con la aprehensión en estado de “flagrancia” de cuatro “fleteros”, entre quienes habían tres menores de 12, 15 y 17 años de edad; y que además, se enfrentaron a tiros con la policía, al mejor estilo de los pandilleros mexicanos, accionando las armas que portaban. Y peor aún, entre los capturados había un menor  de 12 años reincidente en estos delitos.
Al día siguiente nos enteramos que un joven sicópata de 23 años, que había sido buen estudiante, pero con problemas psicológicos, se presentó con dos revólveres en una escuela de Rio De Janeiro, disparó, cargó y recargó, y luego de realizar más de 60 disparos, mató a 10 niñas y 2 niños entre los 12 y 15 años e hirió por lo menos a otros 12 de una Escuela Pública.
En la próxima: “cómo se judicializa a los menores?”