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Editorial - 23 septiembre, 2014

Lo que no pasó en el POT

Esta semana el gobierno del alcalde Freddys Socarrás convocará varias reuniones para presentar el documento final del Plan de Ordenamiento Territorial –POT-. El miércoles, jueves y viernes estarán el grupo consultor, representantes de las etnias y de la comunidad en general, en unas reuniones que poca difusión han tenido, como ha ocurrido con todo lo […]

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Esta semana el gobierno del alcalde Freddys Socarrás convocará varias reuniones para presentar el documento final del Plan de Ordenamiento Territorial –POT-. El miércoles, jueves y viernes estarán el grupo consultor, representantes de las etnias y de la comunidad en general, en unas reuniones que poca difusión han tenido, como ha ocurrido con todo lo que ha rodeado la construcción de este Plan.

Es una lástima que la Administración Municipal, el interventor del contrato y el contratista -Unión Temporal POT 2013- hayan llegado a esta fase sin el concurso de los sectores que deben estar por razones lógicas, pues se trata de la guía que tendrá la ciudad para los próximos diez años en materia de crecimiento y desarrollo urbano. La construcción participativa que exige este tipo de documentos no se vio en este caso.

Seguramente cuando el POT llegue al Concejo Municipal, para que sus miembros lo aprueben, ojalá no a pupitrazo limpio, muchas voces saldrán a opinar, a sugerir y recomendar, porque apenas se van a enterar de lo que proponen los consultores que contrató el municipio ($ 1.600 millones cuesta esta consultoría). El diagnóstico, como se dijo en este mismo espacio en el mes de agosto, fue hecho alejado de la realidad de la ciudad y sus vecinos, y por esa misma línea debe venir el Plan en sí.

Lo importante ahora es que en los tres días que siguen, la participación de los sectores convocados sea masiva y participativa. Las reuniones serán en el Hotel Sicarare, de puertas abiertas, para que todo aquel que quiera conocer y opinar, lo haga.

Luego viene la etapa del Concejo Municipal, donde se espera una revisión minuciosa y exhaustiva. Se supone que el POT debe estar aprobado antes de que finalice la vigencia, de ahí las carreras con que lo han hecho. EL PILÓN estará atento a las exposiciones planeadas e informará a sus lectores detalles del documento, cómo proyectan a Valledupar y cuáles son las líneas que seguirá, con base en qué estudios y necesidades.

Valledupar enfrenta nuevos retos. Su dinámica lo dice cada día. Es una ciudad con un crecimiento acelerado, a lo largo y ancho del municipio. Hay temas que resolver con urgencia, la movilidad por ejemplo. Mientras los urbanizadores construyen viviendas, edificios y conjuntos cerrados, centros comerciales y restaurantes, la Alcaldía Municipal se queda rezagada en material vial. El POT debe responder a las necesidades del entorno, si eso no se ve en el documento final, nada se ha hecho. Seguiremos siendo una ciudad de papel.

Editorial
23 septiembre, 2014

Lo que no pasó en el POT

Esta semana el gobierno del alcalde Freddys Socarrás convocará varias reuniones para presentar el documento final del Plan de Ordenamiento Territorial –POT-. El miércoles, jueves y viernes estarán el grupo consultor, representantes de las etnias y de la comunidad en general, en unas reuniones que poca difusión han tenido, como ha ocurrido con todo lo […]


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Esta semana el gobierno del alcalde Freddys Socarrás convocará varias reuniones para presentar el documento final del Plan de Ordenamiento Territorial –POT-. El miércoles, jueves y viernes estarán el grupo consultor, representantes de las etnias y de la comunidad en general, en unas reuniones que poca difusión han tenido, como ha ocurrido con todo lo que ha rodeado la construcción de este Plan.

Es una lástima que la Administración Municipal, el interventor del contrato y el contratista -Unión Temporal POT 2013- hayan llegado a esta fase sin el concurso de los sectores que deben estar por razones lógicas, pues se trata de la guía que tendrá la ciudad para los próximos diez años en materia de crecimiento y desarrollo urbano. La construcción participativa que exige este tipo de documentos no se vio en este caso.

Seguramente cuando el POT llegue al Concejo Municipal, para que sus miembros lo aprueben, ojalá no a pupitrazo limpio, muchas voces saldrán a opinar, a sugerir y recomendar, porque apenas se van a enterar de lo que proponen los consultores que contrató el municipio ($ 1.600 millones cuesta esta consultoría). El diagnóstico, como se dijo en este mismo espacio en el mes de agosto, fue hecho alejado de la realidad de la ciudad y sus vecinos, y por esa misma línea debe venir el Plan en sí.

Lo importante ahora es que en los tres días que siguen, la participación de los sectores convocados sea masiva y participativa. Las reuniones serán en el Hotel Sicarare, de puertas abiertas, para que todo aquel que quiera conocer y opinar, lo haga.

Luego viene la etapa del Concejo Municipal, donde se espera una revisión minuciosa y exhaustiva. Se supone que el POT debe estar aprobado antes de que finalice la vigencia, de ahí las carreras con que lo han hecho. EL PILÓN estará atento a las exposiciones planeadas e informará a sus lectores detalles del documento, cómo proyectan a Valledupar y cuáles son las líneas que seguirá, con base en qué estudios y necesidades.

Valledupar enfrenta nuevos retos. Su dinámica lo dice cada día. Es una ciudad con un crecimiento acelerado, a lo largo y ancho del municipio. Hay temas que resolver con urgencia, la movilidad por ejemplo. Mientras los urbanizadores construyen viviendas, edificios y conjuntos cerrados, centros comerciales y restaurantes, la Alcaldía Municipal se queda rezagada en material vial. El POT debe responder a las necesidades del entorno, si eso no se ve en el documento final, nada se ha hecho. Seguiremos siendo una ciudad de papel.