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Columnista - 2 noviembre, 2013

Lo que me encanta de los caminos es que todos me acercan a ti…

Por Leonardo José Maya     Habrán notado que una de las palabras que más utilizo en mis escritos – y que más me gustan de nuestro idioma- es recordar. Viene del latín recordari: re, de nuevo, volver a pasar y cordis, corazón. Recordar quiere decir: volver a pasar por el corazón que es muchísimo […]

Por Leonardo José Maya    

Habrán notado que una de las palabras que más utilizo en mis escritos – y que más me gustan de nuestro idioma- es recordar.

Viene del latín recordari: re, de nuevo, volver a pasar y cordis, corazón.

Recordar quiere decir: volver a pasar por el corazón que es muchísimo más que pasarlo por la memoria.

Por eso cuando le dices a alguien que lo recuerdas le estás diciendo que lo estas volviendo a pasar por tu corazón, es decir, tus sentimientos.

El peligro es que en esa palabra se te pueden esconder viejos anhelos y eso puede ser peligrosísimo si se la dices a un viejo amor que aún espera y que además conoce el origen de esta palabra. El efecto sería como lluvia de primavera que hace germinar la tierra en una explosión de vida.

SUEÑOS    

Esta mañana una dama muy elegante se acercó para decirme que había soñado conmigo. Me contó que extraviados deambulamos por las espléndidas laderas del Kilimanjaro, en las cumbres  encontramos flores primorosas que ni siquiera los pájaros las conocían, solo habían sido vistas escasas veces por la luz del sol, me dijo que de la mano fuimos conociendo los lugares donde nacen los manantiales y que las nubes pasaban tan bajas que se respiraba el perfume de la lluvia, me contó que nos bañamos en una laguna de aguas azules  y que en un descuido le di besos en los parpados pero que ella reaccionó asustada y se despertó.  

Ahora estoy aquí solo, abandonado en estas alturas, soportando el frió del Kilimanjaro y esperando que esta mujer me lleve de regreso. 

Si es que vuelve a soñar conmigo.

ESTA TARDE

Esta  tarde moriré en tus ojos

Ya veo en ellos el último adiós de alguien que amé
Siento la angustia del que te verá partir
Pronunciando mi nombre y anhelando un pronto encuentro
Ojalá este vacío  que me dejas  muriera con la tarde.

¿Queréis salvarme?

Pues llévate estas brasas que me devoran
Llévate los últimos días de abril
Arrastra contigo las tardes de ensueño que me dejas
Llévate las fiestas del festival de acordeones
Y también los versos de Gutiérrez
Dejad devastada mi existencia, no importa 
Pero no me dejes recuerdos
Porque ellos terminarán por matarme
Mucho antes de que regreses
Ven de nuevo, no tardes tanto
Porque  solo encontrarás 
El último verso de alguien que te amó. 

@leonardomayaa

Columnista
2 noviembre, 2013

Lo que me encanta de los caminos es que todos me acercan a ti…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

Por Leonardo José Maya     Habrán notado que una de las palabras que más utilizo en mis escritos – y que más me gustan de nuestro idioma- es recordar. Viene del latín recordari: re, de nuevo, volver a pasar y cordis, corazón. Recordar quiere decir: volver a pasar por el corazón que es muchísimo […]


Por Leonardo José Maya    

Habrán notado que una de las palabras que más utilizo en mis escritos – y que más me gustan de nuestro idioma- es recordar.

Viene del latín recordari: re, de nuevo, volver a pasar y cordis, corazón.

Recordar quiere decir: volver a pasar por el corazón que es muchísimo más que pasarlo por la memoria.

Por eso cuando le dices a alguien que lo recuerdas le estás diciendo que lo estas volviendo a pasar por tu corazón, es decir, tus sentimientos.

El peligro es que en esa palabra se te pueden esconder viejos anhelos y eso puede ser peligrosísimo si se la dices a un viejo amor que aún espera y que además conoce el origen de esta palabra. El efecto sería como lluvia de primavera que hace germinar la tierra en una explosión de vida.

SUEÑOS    

Esta mañana una dama muy elegante se acercó para decirme que había soñado conmigo. Me contó que extraviados deambulamos por las espléndidas laderas del Kilimanjaro, en las cumbres  encontramos flores primorosas que ni siquiera los pájaros las conocían, solo habían sido vistas escasas veces por la luz del sol, me dijo que de la mano fuimos conociendo los lugares donde nacen los manantiales y que las nubes pasaban tan bajas que se respiraba el perfume de la lluvia, me contó que nos bañamos en una laguna de aguas azules  y que en un descuido le di besos en los parpados pero que ella reaccionó asustada y se despertó.  

Ahora estoy aquí solo, abandonado en estas alturas, soportando el frió del Kilimanjaro y esperando que esta mujer me lleve de regreso. 

Si es que vuelve a soñar conmigo.

ESTA TARDE

Esta  tarde moriré en tus ojos

Ya veo en ellos el último adiós de alguien que amé
Siento la angustia del que te verá partir
Pronunciando mi nombre y anhelando un pronto encuentro
Ojalá este vacío  que me dejas  muriera con la tarde.

¿Queréis salvarme?

Pues llévate estas brasas que me devoran
Llévate los últimos días de abril
Arrastra contigo las tardes de ensueño que me dejas
Llévate las fiestas del festival de acordeones
Y también los versos de Gutiérrez
Dejad devastada mi existencia, no importa 
Pero no me dejes recuerdos
Porque ellos terminarán por matarme
Mucho antes de que regreses
Ven de nuevo, no tardes tanto
Porque  solo encontrarás 
El último verso de alguien que te amó. 

@leonardomayaa