A los pocos minutos de salir de una iglesia cristiana, la noche del domingo, perdió la vida Eduar Antonio Rojano Osorio, de 44 años de edad, a manos de unos delincuentes que le robaron la cicla en la invasión Brisas de la Popa de Valledupar.  

“Ya se iba para su casa cuando dos sujetos se acercaron a él para quitarle la bicicleta, la víctima se la entregó y se apartó, pero cayó al suelo. Uno de los sujetos se le acercó y lo agredió con un cuchillo”, precisó una fuente judicial ligada al caso. 

Sin embargo, otra versión que circula entre la comunidad apuntó a que, posiblemente, Rojano se opuso al atraco. 

El hombre fue auxiliado por los habitantes y traslado al Hospital Eduardo Arredondo Daza del barrio La Nevada donde no pudieron hacer nada para salvarlo porque llegó sin signos vitales por una herida en la región torácica.  

Personal del CTI de la Fiscalía llegó al centro asistencial para trasladar el cuerpo de la víctima a Medicina Legal e iniciar las labores investigativas. 

EL PILÓN conoció que el agresor sería un delincuente del sector conocido como alias ‘Berique’, quien ha sido detenido varias veces por las autoridades. El sospechoso tiene en contra procesos por los delitos de fabricación, tráfico o porte de arma de fuego, homicidio y receptación.   

De hecho, en el año 2013 fue capturado como presunto sicario de la banda delincuencial ‘Los Urabeños’, pero después recobró la libertad. 

PANORAMA LOCAL 

Con Eduar Antonio Rojano ascienden a 17 las muertes violentas por arma de fuego, arma blanca y elemento contundente registradas en lo corrido del año en Valledupar. De esos, seis casos tuvieron como escenario alguna invasión de la ciudad. 

Además, Rojano es el segundo ciudadano que muere a causa de un atraco. El primero fue Diego Andrés Calvo, ultimado con arma de fuego en medio de un hurto en el barrio Villa Luz.

No obstante, para mejorar la seguridad en las invasiones el secretario de Gobierno departamental, Eduardo Esquivel, recientemente anunció que la Fuerza Pública reforzará los patrullajes. 

“Fueron entregadas las 40 motocicletas con el compromiso directo del 50 % patrullar en los barrios e invasiones de Valledupar y el otro 50 % para la lucha frontal del abigeato”, precisó Esquivel.