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Columnista - 5 mayo, 2023

Lo bueno y lo malo del Festival Vallenato

Esta es la columna donde hacemos todos los años previo al Festival de la Leyenda Vallenata pronósticos y cábalas.

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Esta es la columna donde hacemos todos los años previo al Festival de la Leyenda Vallenata pronósticos y cábalas, pero también, una vez pasa el evento, realizamos el balance del mismo, para lo cual recibimos información de muchas fuentes a las cuales contrastamos y analizamos.

Iniciemos por lo bueno de la versión 2023 del festival y lo primero que tenemos que decir es que la experiencia de tantos años que lleva el equipo integrante de la fundación hace que las cosas fluyan y que sean pocos los lunares en cuanto a locaciones, sonido, logística y demás. 

En lo que tiene que ver con los resultados de los concursos, este es una de las versiones en las que menos se ha controvertido o rechazado el veredicto del jurado por parte del público o de los conocedores, especialmente el concurso de acordeoneros profesionales en el cual el ganador Javier Matta realizó unas presentaciones impecables de comienzo a fin y no hubo sorpresas, ni palos en ninguna de las otras competencias. 

Entre las cosas buenas del Festival que también hay que destacar es que hubo diversidad de espectáculos musicales, para todos los gustos y también con tarifas para todo tipo de bolsillo.

Algo positivo e importante para resaltar es que el Festival ya no solo se limita al casco urbano de Valledupar, pueblos como La Junta, Patillal y otros aledaños se sentían en fiesta, los turistas ya involucraron a poblaciones vecinas que han sido protagonistas en esta música y esto hace que la economía regional se mueva de mejor manera.    

Pero como no todo es color de rosa, también hay cosas malas que contar y que desafortunadamente muchas de ellas son recurrentes año tras año y nada que mejoramos en eso. Qué necesidad tiene la fundación organizadora del evento de poner de jurado a personas que no tienen la más mínima idoneidad o relación con el arte, la cultura o la música, para traer un solo ejemplo al representante David Racero se le vio en el lugar equivocado. 

De otra parte, nuestras autoridades municipales de tránsito no han podido realizar un buen manejo de tráfico y la ciudad colapsa completamente durante los días del festival, la glorieta del Parque la Leyenda en horas de concierto hace que la vía que conduce a los corregimientos del norte y municipios de La Guajira quede totalmente bloqueada. Ya es tiempo de buscarle una solución a eso. 

La peor puesta en escena que he visto en la inauguración de un festival vallenato fue la de este año, la vida y obra de Luis Enrique Martínez que trataron de dramatizar daba grima y pena ajena, el tal “Borongo” que contrataron para ese acto, resultó todo un fiasco; en general el homenaje a Luis Enrique en sus cien años quedó corto, hubiese podido la fundación hacer mucho más. 

COLOFÓN:   Quienes deben tener resaca económica son todos aquellos compositores que se gastaron millones de pesos en montar y presentar sus canciones y salieron eliminados en la primera o segunda ronda, en Valledupar es mucha la inversión que debemos hacer los compositores para presentar una canción inédita. Soy amigo de varios que ahorran durante todo el año para meterle su platica a la ilusión de ganar un festival vallenato. La Fundación puede tomar medidas para que participar no sea tan costoso.

Por: Jorge Nain Ruiz 

Columnista
5 mayo, 2023

Lo bueno y lo malo del Festival Vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain Ruiz Ditta

Esta es la columna donde hacemos todos los años previo al Festival de la Leyenda Vallenata pronósticos y cábalas.


Esta es la columna donde hacemos todos los años previo al Festival de la Leyenda Vallenata pronósticos y cábalas, pero también, una vez pasa el evento, realizamos el balance del mismo, para lo cual recibimos información de muchas fuentes a las cuales contrastamos y analizamos.

Iniciemos por lo bueno de la versión 2023 del festival y lo primero que tenemos que decir es que la experiencia de tantos años que lleva el equipo integrante de la fundación hace que las cosas fluyan y que sean pocos los lunares en cuanto a locaciones, sonido, logística y demás. 

En lo que tiene que ver con los resultados de los concursos, este es una de las versiones en las que menos se ha controvertido o rechazado el veredicto del jurado por parte del público o de los conocedores, especialmente el concurso de acordeoneros profesionales en el cual el ganador Javier Matta realizó unas presentaciones impecables de comienzo a fin y no hubo sorpresas, ni palos en ninguna de las otras competencias. 

Entre las cosas buenas del Festival que también hay que destacar es que hubo diversidad de espectáculos musicales, para todos los gustos y también con tarifas para todo tipo de bolsillo.

Algo positivo e importante para resaltar es que el Festival ya no solo se limita al casco urbano de Valledupar, pueblos como La Junta, Patillal y otros aledaños se sentían en fiesta, los turistas ya involucraron a poblaciones vecinas que han sido protagonistas en esta música y esto hace que la economía regional se mueva de mejor manera.    

Pero como no todo es color de rosa, también hay cosas malas que contar y que desafortunadamente muchas de ellas son recurrentes año tras año y nada que mejoramos en eso. Qué necesidad tiene la fundación organizadora del evento de poner de jurado a personas que no tienen la más mínima idoneidad o relación con el arte, la cultura o la música, para traer un solo ejemplo al representante David Racero se le vio en el lugar equivocado. 

De otra parte, nuestras autoridades municipales de tránsito no han podido realizar un buen manejo de tráfico y la ciudad colapsa completamente durante los días del festival, la glorieta del Parque la Leyenda en horas de concierto hace que la vía que conduce a los corregimientos del norte y municipios de La Guajira quede totalmente bloqueada. Ya es tiempo de buscarle una solución a eso. 

La peor puesta en escena que he visto en la inauguración de un festival vallenato fue la de este año, la vida y obra de Luis Enrique Martínez que trataron de dramatizar daba grima y pena ajena, el tal “Borongo” que contrataron para ese acto, resultó todo un fiasco; en general el homenaje a Luis Enrique en sus cien años quedó corto, hubiese podido la fundación hacer mucho más. 

COLOFÓN:   Quienes deben tener resaca económica son todos aquellos compositores que se gastaron millones de pesos en montar y presentar sus canciones y salieron eliminados en la primera o segunda ronda, en Valledupar es mucha la inversión que debemos hacer los compositores para presentar una canción inédita. Soy amigo de varios que ahorran durante todo el año para meterle su platica a la ilusión de ganar un festival vallenato. La Fundación puede tomar medidas para que participar no sea tan costoso.

Por: Jorge Nain Ruiz