Entre ilusiones, buenos y malos resultados, Alianza FC culminó su primer año deportivo en la ciudad de Valledupar, la capital del Cesar que volvió a tener fútbol profesional.
El 2024 inició con expectativa deportiva. Valledupar era el centro de atención de los diferentes medios de comunicación especializados en el cubrimiento deportivo, debido a que desde finales del 2023 se especulaba que un club de la primera división del fútbol profesional colombiano llegaría a la tierra del Cacique Upar.
El rumor se materializó y el 17 de enero Alianza FC realizaba su primer entrenamiento en la ciudad con la expectativa de meterse en el corazón de una hinchada que seis meses antes había perdido a su equipo (Valledupar FC) tras 20 años disputando la segunda categoría.
Sin embargo, los inicios del nuevo inquilino del estadio Armando Maestre Pavajeau fueron complicados debido a su adaptación y al calendario que debió afrontar, pues en la primera jornada visitó a Atlético Nacional y su debut como local fue ante Deportivo Cali, dejando como resultado un intenso empate 3-3 que ilusionaba a los aficionados.
Aunque el equipo no rindió como se esperaba, la llegada de la primera división del fútbol colombiano a Valledupar maquilló los números negativos y la afición respondió llenando las graderías del estadio en la mayoría de los partidos.
Por primera vez Valledupar presenció uno de los eventos más importantes del continente, la Copa Sudamericana, certamen en el que llegaron a la capital cesarense Cruzeiro de Brasil, Unión La Calera de Chile y Universidad Católica de Ecuador.
Los aliancistas accedieron a la fase de grupos del certamen internacional luego de vencer al América de Cali. Aunque fueron eliminados en primera ronda, dejaron para la retina del hincha partidos destacados como el 3-3 ante Cruzeiro en el estadio de Belo Horizonte.
Otro de los factores positivos del Alianza FC en su primer año fue enfrentar a rivales con afición en la ciudad como Atlético Nacional, América de Cali y el Junior de Barranquilla, encuentros en los que el aforo del estadio Armando Maestre Pavajeau se quedó corto ante la gran cantidad de hinchas.
La carencia de resultados positivos que no le permitieron a los vallenatos realizar buenas campañas en los tres torneos que disputó, quedando eliminado de la Liga BetPlay I y II, la Copa Colombia y la Copa Sudamericana.
Las constantes malas rachas que se prolongaron en la Liga BetPlay llegaron, incluso, a siete partidos sin conocer la victoria, situación que derivó en el cambio de entrenador con la salida de César Torres y la llegada del estratega Hubert Bodhert, quien posteriormente fue ratificado para dirigir el próximo año.
Entre lo malo también aparecen jugadores que llegaron como referentes, pero terminaron ‘desinflándose’ y dejando pobres actuaciones por los estadios del país, caso Michael Rangel y Sherman Cárdenas.
Cabe recordar que en esa seguidilla de malos resultados, el equipo sufrió sendas goleadas como el 4-0 ante Águilas Doradas, mismo resultado contra el Atlético Bucaramanga en la última fecha de la Liga BetPlay II.
Y por último, las 13 expulsiones sufridas a lo largo del año y las lesiones que obligaron al entrenador Hubert Bodhert a realizar diferentes planteamientos con el material humano que tenía a su disposición.
Aunque Valledupar se caracterizó por ser una plaza en la que no hubo riñas entre barras bravas, incluso cuando recibía a los clubes más grandes del fútbol profesional colombiano, el dolor de cabeza fue la plataforma Fanki, pues en partidos importantes la aplicación no respondió a la altura, lo que generó varios inconvenientes.
El caso más recordado data del 17 de julio. En la primera visita de Atlético Nacional a Valledupar, la afición verdolaga y vallenata querían ver a sus ídolos, sin embargo, quienes adquirieron su entrada a través de esta aplicación tuvieron que llenarse de paciencia, pues en varias ocasiones la plataforma permanecía fuera de servicio, alterando el orden.
En medio de todo, no se puede negar que la llegada de un equipo de primera división le permitió escalar a Valledupar en materia deportiva. Dejando a un lado los malos resultados, para el 2025 será necesario aplicar el dicho: ‘Año nuevo, resultados nuevos’, teniendo en cuenta que los vallenatos ya no tienen margen de error pensando en el descenso.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN
Entre ilusiones, buenos y malos resultados, Alianza FC culminó su primer año deportivo en la ciudad de Valledupar, la capital del Cesar que volvió a tener fútbol profesional.
El 2024 inició con expectativa deportiva. Valledupar era el centro de atención de los diferentes medios de comunicación especializados en el cubrimiento deportivo, debido a que desde finales del 2023 se especulaba que un club de la primera división del fútbol profesional colombiano llegaría a la tierra del Cacique Upar.
El rumor se materializó y el 17 de enero Alianza FC realizaba su primer entrenamiento en la ciudad con la expectativa de meterse en el corazón de una hinchada que seis meses antes había perdido a su equipo (Valledupar FC) tras 20 años disputando la segunda categoría.
Sin embargo, los inicios del nuevo inquilino del estadio Armando Maestre Pavajeau fueron complicados debido a su adaptación y al calendario que debió afrontar, pues en la primera jornada visitó a Atlético Nacional y su debut como local fue ante Deportivo Cali, dejando como resultado un intenso empate 3-3 que ilusionaba a los aficionados.
Aunque el equipo no rindió como se esperaba, la llegada de la primera división del fútbol colombiano a Valledupar maquilló los números negativos y la afición respondió llenando las graderías del estadio en la mayoría de los partidos.
Por primera vez Valledupar presenció uno de los eventos más importantes del continente, la Copa Sudamericana, certamen en el que llegaron a la capital cesarense Cruzeiro de Brasil, Unión La Calera de Chile y Universidad Católica de Ecuador.
Los aliancistas accedieron a la fase de grupos del certamen internacional luego de vencer al América de Cali. Aunque fueron eliminados en primera ronda, dejaron para la retina del hincha partidos destacados como el 3-3 ante Cruzeiro en el estadio de Belo Horizonte.
Otro de los factores positivos del Alianza FC en su primer año fue enfrentar a rivales con afición en la ciudad como Atlético Nacional, América de Cali y el Junior de Barranquilla, encuentros en los que el aforo del estadio Armando Maestre Pavajeau se quedó corto ante la gran cantidad de hinchas.
La carencia de resultados positivos que no le permitieron a los vallenatos realizar buenas campañas en los tres torneos que disputó, quedando eliminado de la Liga BetPlay I y II, la Copa Colombia y la Copa Sudamericana.
Las constantes malas rachas que se prolongaron en la Liga BetPlay llegaron, incluso, a siete partidos sin conocer la victoria, situación que derivó en el cambio de entrenador con la salida de César Torres y la llegada del estratega Hubert Bodhert, quien posteriormente fue ratificado para dirigir el próximo año.
Entre lo malo también aparecen jugadores que llegaron como referentes, pero terminaron ‘desinflándose’ y dejando pobres actuaciones por los estadios del país, caso Michael Rangel y Sherman Cárdenas.
Cabe recordar que en esa seguidilla de malos resultados, el equipo sufrió sendas goleadas como el 4-0 ante Águilas Doradas, mismo resultado contra el Atlético Bucaramanga en la última fecha de la Liga BetPlay II.
Y por último, las 13 expulsiones sufridas a lo largo del año y las lesiones que obligaron al entrenador Hubert Bodhert a realizar diferentes planteamientos con el material humano que tenía a su disposición.
Aunque Valledupar se caracterizó por ser una plaza en la que no hubo riñas entre barras bravas, incluso cuando recibía a los clubes más grandes del fútbol profesional colombiano, el dolor de cabeza fue la plataforma Fanki, pues en partidos importantes la aplicación no respondió a la altura, lo que generó varios inconvenientes.
El caso más recordado data del 17 de julio. En la primera visita de Atlético Nacional a Valledupar, la afición verdolaga y vallenata querían ver a sus ídolos, sin embargo, quienes adquirieron su entrada a través de esta aplicación tuvieron que llenarse de paciencia, pues en varias ocasiones la plataforma permanecía fuera de servicio, alterando el orden.
En medio de todo, no se puede negar que la llegada de un equipo de primera división le permitió escalar a Valledupar en materia deportiva. Dejando a un lado los malos resultados, para el 2025 será necesario aplicar el dicho: ‘Año nuevo, resultados nuevos’, teniendo en cuenta que los vallenatos ya no tienen margen de error pensando en el descenso.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN