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Columnista - 22 noviembre, 2016

Lo bueno, lo malo y lo feo

¿Por qué será que en las poblaciones intermedias del país, especialmente en la Costa Atlántica y en ciudades como Valledupar, se concibe desde las Universidades locales el mundo profesional y laboral necesariamente a partir de la carrera de Derecho? Pareciera que para crear cualquier proyecto universitario con vocación de éxito, tuviera que tenerse el Derecho […]

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¿Por qué será que en las poblaciones intermedias del país, especialmente en la Costa Atlántica y en ciudades como Valledupar, se concibe desde las Universidades locales el mundo profesional y laboral necesariamente a partir de la carrera de Derecho? Pareciera que para crear cualquier proyecto universitario con vocación de éxito, tuviera que tenerse el Derecho como punto de partida. Debe tratarse de una creencia ya arraigada entre nosotros, según la cual su formación le permite al abogado desempeñarse en cualquier sector, idea que cada vez corresponde menos a la realidad del mercado laboral.

Con certeza no será desde el mundo del Derecho de donde provengan las grandes transformaciones que el país necesita. O insistimos en más abogados, o le apostamos seriamente a la ciencia, la tecnología y la innovación. No es casualidad que la nueva Ministra de Educación provenga de Colciencias, quien aún siendo Directora de dicho Departamento Administrativo, denunció la falta de ejecución de los recursos de regalías, cuando más de 1,5 billones de pesos se quedaron sentados a la espera de buenos proyectos para ser ejecutados. Así lo recordó también el exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, en su última columna de opinión publicada por el diario El Tiempo y titulada ‘Las regalías van mal’, donde llamó la atención por el débil papel que están jugando las regiones en materia de ciencia y tecnología. Si bien no es el primero en denunciar el tema, sí nos llama mucho la atención cuando la alerta proviene de un académico de su experiencia y credibilidad.

Recientemente recordábamos el importante papel que jugará el CSIR-Cesar como gran veedor ciudadano (ver nota en: http://elpilon.com.co/bienvenido-csir-cesar/), comité que sin duda estará atento a la ejecución de las regalías en el Departamento. La alianza con la Fundación Universitaria del Área Andina deberá entonces aprovecharse al máximo, al constituir junto con el CSIR el escenario perfecto para hacerle seguimiento a los proyectos que desde la Gobernación se formulen sobre ciencia, tecnología e innovación. La crítica del profesor Wasserman debe ser entonces escuchada para que los proyectos propuestos desde la Gobernación del Cesar, y que serán sometidos a la aprobación del OCAD, representen una verdadera transferencia de conocimiento y tecnologías para la región.

Lo anterior constituye no sólo un reto, sino una gran oportunidad para la doctora Gelca Gutiérrez Barranco, quien como rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina –sede Valledupar, podrá evidenciar desde el CSIR que los recursos del Fondo de Ciencia y Tecnología en el Cesar se destinen efectivamente a las áreas prioritarias, y que las convocatorias públicas necesarias se lleven a cabo como debe ser. Igualmente importante será dicho papel para el gobernador Ovalle Angarita, a quien para sus proyectos no le vendrá nada mal un seguimiento, no solo objetivo sino serio, con lo que al final de su cuatrienio el departamento deberá contar con una verdadera capacidad instalada en materia de ciencia y tecnología.

Nadie mejor entonces que el CSIR-Cesar y la Fundación Universitaria del Área Andina para anunciarnos con claridad y objetividad, cuando de la ejecución de los recursos de regalías a través del Fondo de Ciencia y Tecnología se trate, no sólo todo lo bueno, sino también lo malo y lo feo.

*******

A propósito de regalías, felicitaciones a la periodista Ana María Ferrer, por su reciente reconocimiento como ganadora del premio “Orlando Sierra al Coraje de un Periodista Regional”, otorgado por Publicaciones Semana. Porque coraje no le ha faltado para denunciar las irregularidades en la ejecución de estos recursos; ella sabe que son finitos y que en materia de regalías “el tiempo perdido hasta los santos lo lloran”.

Por Carlos Iván Castro Sabbagh
*LL.M. (Heidelberg)

Columnista
22 noviembre, 2016

Lo bueno, lo malo y lo feo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
El Pilón

¿Por qué será que en las poblaciones intermedias del país, especialmente en la Costa Atlántica y en ciudades como Valledupar, se concibe desde las Universidades locales el mundo profesional y laboral necesariamente a partir de la carrera de Derecho? Pareciera que para crear cualquier proyecto universitario con vocación de éxito, tuviera que tenerse el Derecho […]


¿Por qué será que en las poblaciones intermedias del país, especialmente en la Costa Atlántica y en ciudades como Valledupar, se concibe desde las Universidades locales el mundo profesional y laboral necesariamente a partir de la carrera de Derecho? Pareciera que para crear cualquier proyecto universitario con vocación de éxito, tuviera que tenerse el Derecho como punto de partida. Debe tratarse de una creencia ya arraigada entre nosotros, según la cual su formación le permite al abogado desempeñarse en cualquier sector, idea que cada vez corresponde menos a la realidad del mercado laboral.

Con certeza no será desde el mundo del Derecho de donde provengan las grandes transformaciones que el país necesita. O insistimos en más abogados, o le apostamos seriamente a la ciencia, la tecnología y la innovación. No es casualidad que la nueva Ministra de Educación provenga de Colciencias, quien aún siendo Directora de dicho Departamento Administrativo, denunció la falta de ejecución de los recursos de regalías, cuando más de 1,5 billones de pesos se quedaron sentados a la espera de buenos proyectos para ser ejecutados. Así lo recordó también el exrector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, en su última columna de opinión publicada por el diario El Tiempo y titulada ‘Las regalías van mal’, donde llamó la atención por el débil papel que están jugando las regiones en materia de ciencia y tecnología. Si bien no es el primero en denunciar el tema, sí nos llama mucho la atención cuando la alerta proviene de un académico de su experiencia y credibilidad.

Recientemente recordábamos el importante papel que jugará el CSIR-Cesar como gran veedor ciudadano (ver nota en: http://elpilon.com.co/bienvenido-csir-cesar/), comité que sin duda estará atento a la ejecución de las regalías en el Departamento. La alianza con la Fundación Universitaria del Área Andina deberá entonces aprovecharse al máximo, al constituir junto con el CSIR el escenario perfecto para hacerle seguimiento a los proyectos que desde la Gobernación se formulen sobre ciencia, tecnología e innovación. La crítica del profesor Wasserman debe ser entonces escuchada para que los proyectos propuestos desde la Gobernación del Cesar, y que serán sometidos a la aprobación del OCAD, representen una verdadera transferencia de conocimiento y tecnologías para la región.

Lo anterior constituye no sólo un reto, sino una gran oportunidad para la doctora Gelca Gutiérrez Barranco, quien como rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina –sede Valledupar, podrá evidenciar desde el CSIR que los recursos del Fondo de Ciencia y Tecnología en el Cesar se destinen efectivamente a las áreas prioritarias, y que las convocatorias públicas necesarias se lleven a cabo como debe ser. Igualmente importante será dicho papel para el gobernador Ovalle Angarita, a quien para sus proyectos no le vendrá nada mal un seguimiento, no solo objetivo sino serio, con lo que al final de su cuatrienio el departamento deberá contar con una verdadera capacidad instalada en materia de ciencia y tecnología.

Nadie mejor entonces que el CSIR-Cesar y la Fundación Universitaria del Área Andina para anunciarnos con claridad y objetividad, cuando de la ejecución de los recursos de regalías a través del Fondo de Ciencia y Tecnología se trate, no sólo todo lo bueno, sino también lo malo y lo feo.

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A propósito de regalías, felicitaciones a la periodista Ana María Ferrer, por su reciente reconocimiento como ganadora del premio “Orlando Sierra al Coraje de un Periodista Regional”, otorgado por Publicaciones Semana. Porque coraje no le ha faltado para denunciar las irregularidades en la ejecución de estos recursos; ella sabe que son finitos y que en materia de regalías “el tiempo perdido hasta los santos lo lloran”.

Por Carlos Iván Castro Sabbagh
*LL.M. (Heidelberg)