De varias puñaladas fue asesinado César Segundo Márquez Oñate, de 52 años, a manos de otro sujeto que lo atacó al verlo sentado en la zona céntrica de Valledupar con la mujer que le gustaba.

El hecho se produjo en la carrera 9 con calle 19A, momentos en que Márquez Oñate estaba departiendo con otras personas, entre ellas la mujer por la que se produjo el ataque.

“El asesinato fue, según los compañeros que nos comentaron y estaban ahí, por celos pasionales por una señora que estaba hablando con él. Nos dijo un señor que eso ya había pasado, que desde mucho antes este había dicho que si ella no era para él no era para nadie”, dijo Luis Francisco Sierra, sobrino de la víctima.

El ataque quedó registrado en el video de una cámara de seguridad, conocido por EL PILÓN, en el que se observa que el homicida llega en bicicleta y ataca con arma blanca a Márquez, mientras estaba al lado de una mujer que comía.

Ante la agresión los demás se levantaron del piso para auxiliarlo, mientras que el homicida huyó en la misma bicicleta.
Márquez Oñate fue llevado a la Clínica Médicos S.A., donde murió por la gravedad de las lesiones que recibió y que le comprometió el pulmón, el corazón, la cara y las piernas. Aunque los familiares sospechan que fueron 10 las puñaladas será Medicina Legal quien determine la cifra exacta.

“Le pedimos a las autoridades que busquen al homicida, porque nosotros fuimos a la casa del sujeto y los familiares solo me dieron su cédula, pero queremos que lo busquen”, puntualizó Sierra.

Entre tanto, el teniente coronel Giovanny Benavides, subcomandante de Policía Cesar, comunicó que el asesino está identificado y que esperan que pronto se pueda dar con su captura.

“El hecho es pasional, se está hablando con los familiares del que ocasionó la muerte para que se entregue, igual se está haciendo toda la parte judicial respecto a eso”, dijo el alto oficial.

La inspección técnica del cuerpo fue realizada por el CTI de la Fiscalía, quienes lo llevaron a Medicina Legal, sitio en que ayer era reclamado por sus familiares.

Por Marllelys Salinas M. / EL PILÓN
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