La conformación y posterior inscripción de las listas al Congreso de la Republica estuvieron precedidas por el costo y resultados de la controvertida Consulta Liberal y la determinación del expresidente Álvaro Uribe, referente a que la lista para Senado será abierta. Estas situaciones como de costumbre son pasajeros, alcanzan impactos mediáticos, pero terminan olvidadas, “desaparecen como el humo en la montaña”.

Los resultados de las diferentes encuestas realizadas por firmas autorizadas reiteran el añejo y consuetudinario mal momento de las instituciones colombianas. El poder legislativo representa mucha desconfianza entre los colombianos, en consecuencia, al unísono la arenga promueve la renovación en el Congreso de la República, sin embargo, en el escenario natural proyectos de Reforma Politica quedan resumidos en las intenciones de convalidar prácticas de transfuguismo dándole un golpe certero al Sistema Político.

Como si la incapacidad de convalidar la Reforma Politica no fuere suficiente, sin ningún pudor todos los partidos políticos incluyeron en sus listas al Congreso a candidatos que tienen familiares con algún tipo de cuestionamiento o problemas ante la ley. La desmedida preferencia que se trabaja de la mano con la familia penosamente es la política, por eso conservan vigencia apellidos y nombres como Musa Besaile, ‘Ñoño’ Elías, García Zuccardi, ‘Kiko’ Gómez, Pinedo Vidal, Hugo Aguilar, López Cabrales, Manzur, Vicente Blel, José Facundo Castillo, Martínez y Abadía y Guerra de la Espriella, mantienen vigencia en sus lugares de influencia, pese a estar vinculados con investigaciones por casos de corrupción, parapolítica, cartel de la toga, entre otros, porque cuentan con maquinarias bien aceitadas para mantener los escaños en el Congreso.

En el mismo tenor, Horacio Serpa Uribe, recordado por el proceso 8.000 en un ataque de dignidad declinó su aspiración al Senado, no sin antes dejar posicionado a su hijo que hacia carrera en el Concejo de Bogotá.

El año 2017 que está por terminar dejó para la historia varios escándalos de corrupción, como anoté causaron rechazo, por eso los optimistas esperábamos cambios significativos. Sin embargo, la certeza de estas aspiraciones quedó mimetizada en nuevos rostros con la juventud como impresión de renovación, pero la realidad contempla un proceso de reciclaje para propender por las mismas prácticas o intereses.

El panorama político y económico es desesperanzador, los dirigentes de los partidos políticos no aprenden de los errores, destruyen lo que queda de sus organizaciones, creen que los hombres están por encima de las instituciones políticas, afectando la dinámica que requiere el país para trabajar con probidad en el ejercicio de sus funciones con el objeto de disminuir las brechas que ante los ojos del mundo nos pone en el centro de los países más corruptos y desiguales. En materia económica la agencia Standard & Poor’s anunció que la baja calificación crediticia de nuestra economía aumenta la posibilidad de que inversionistas se vean tentados a retirar sus dineros en Colombia. La economía colombiana sigue sufriendo el efecto de la caída en los precios de los commodities y la paradoja de depender de ellos y resolver las controversias ambientales, con el argumento de revertir el alto nivel de la deuda externa y las dificultades para reducir el déficit fiscal.

Nota: Mucho revuelo ha causado el desmonte de la cicloruta de la calle 17 en la ciudad. Desde el montaje hubo manifestaciones sobre las buenas intenciones e imprevisiones del proyecto, ahora el debate lo suscita el probable detrimento patrimonial. En cualquier caso pierde la ciudad, sobre todo, porque aplaza sus procesos de crecimiento.