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Columnista - 27 diciembre, 2021

Limedes Torres Urrego, el periodista del año del Cesar

La lucidez es la ventana que permite mirar de cerca los caminos de la luz.  Tomo este epígrafe para escribir una breve semblanza de Limedes Torres Urrego, elegido por el Círculo de Periodistas de Valledupar como el Periodista del año 2021 del Cesar.   En el periodista Limedes Torres Urrego convergen la capacidad intelectual, analítica y […]

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La lucidez es la ventana que permite mirar de cerca los caminos de la luz.  Tomo este epígrafe para escribir una breve semblanza de Limedes Torres Urrego, elegido por el Círculo de Periodistas de Valledupar como el Periodista del año 2021 del Cesar.  

En el periodista Limedes Torres Urrego convergen la capacidad intelectual, analítica y reflexiva, las formas claras de expresarse, la disciplina de trabajo, y las características fundamentales de la inteligencia emocional: respetar y escuchar las diversas opiniones y fomentar un ambiente de confianza con los demás.  

Nace en Valledupar (10/10/1972), sus padres Alfredo Molina Ramírez y María del Carmen Urrego.  Su infancia transcurre en los barrios ‘Primero Mayo’ y luego en ‘Los Fundadores’. Entre sus pasiones de niño, los juegos de trompo, boliche, fútbol y dibujante de historietas de los paquitos. Sus estudios de primaria los realizó en la Escuela Pública del Barrio Dangond, con la recordada profesora Rosa Mieles.     

El Colegio Upar, donde estudió el bachillerato (1986-91), es la estancia luminosa del descubrimiento de su vocación. Tuve el honor de ser uno de sus profesores, y así lo recuerdo: su figura atlética de mirada pensativa, su decencia brillante, su acertada participación en las clases, y su silencio reflexivo para escuchar la lectura de algunos de mis poemas.

En un acto cívico estrena su voz de presentador, y recibe elogios por su buena voz.  Desde entonces es elegido como presentador oficial de los actos cívicos y culturales, y empieza a tejer el sueño de ser locutor. 

En Bogotá estudia Locución y Producción de Radio y Televisión (se gradúa en 1996), y empieza a trabajar en RCN en Valledupar y en la presentación de eventos. En 1997 formaliza su hogar con Candy Martínez, psicóloga, y tienen tres hijos: Camila y Julián, abogados, y Vivian, que estudia Comunicación Social.

Después de varios años de trabajo, decide estudiar y graduarse en Comunicación Social en la UNAD.  En la actualidad trabaja en Radio Guatapurí.  Y confiesa: “Descubrí primero que quería ser locutor; pero con el paso del tiempo, ya estudiando producción, entendí que más que eso quería ser periodista, como respuesta a mi vocación de servicio a la sociedad. De hecho, considero que esa es la esencia del periodismo: servir a la gente y construir una mejor sociedad”.  

Al preguntarle sobre el premio «Periodista del año», responde: “El año pasado me pregunté por qué nunca me había ganado un premio de periodismo. La razón es sencilla:  nunca hago un trabajo periodístico pensando en un premio. Mis trabajos tal vez no caben dentro del formato para concursar, aunque hace años, trabajando para RCN, estuve nominado a un premio nacional por la crónica de una familia que en un carro de mula recorría el país. A raíz de ese trabajo, esta familia resultó visibilizada y recibió apoyo del gobierno holandés, que terminó llevándolos a ese país, a vivir con todas las comodidades”.

Este año Limedes participó en radio con una entrevista muy humana; pero ganó Andrés Llamas Nova, un excelente periodista de RTVC. Y también fueron premiados del Diario EL PILÓN: su editor general, Deivis Caro Daza, como periodista joven, y la jefe de redacción, Carmen Lucía Mendoza, en la categoría Narrativas Digitales. 

Cuenta Limedes: “La sorpresa fue mayúscula cuando me llamaron para anunciarme que había sido elegido el periodista del año. Es gratificante, dado que supone un peso enorme sobre mis hombros, y el propósito de seguir siendo el mejor; no porque me interese sacar pecho de eso, sino porque sé que es algo que le abre puertas a mi oficio. Y si me abre puertas a mí, se las abre también a quienes se benefician de este noble oficio”.

Por: José Atuesta Mindiola

Columnista
27 diciembre, 2021

Limedes Torres Urrego, el periodista del año del Cesar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

La lucidez es la ventana que permite mirar de cerca los caminos de la luz.  Tomo este epígrafe para escribir una breve semblanza de Limedes Torres Urrego, elegido por el Círculo de Periodistas de Valledupar como el Periodista del año 2021 del Cesar.   En el periodista Limedes Torres Urrego convergen la capacidad intelectual, analítica y […]


La lucidez es la ventana que permite mirar de cerca los caminos de la luz.  Tomo este epígrafe para escribir una breve semblanza de Limedes Torres Urrego, elegido por el Círculo de Periodistas de Valledupar como el Periodista del año 2021 del Cesar.  

En el periodista Limedes Torres Urrego convergen la capacidad intelectual, analítica y reflexiva, las formas claras de expresarse, la disciplina de trabajo, y las características fundamentales de la inteligencia emocional: respetar y escuchar las diversas opiniones y fomentar un ambiente de confianza con los demás.  

Nace en Valledupar (10/10/1972), sus padres Alfredo Molina Ramírez y María del Carmen Urrego.  Su infancia transcurre en los barrios ‘Primero Mayo’ y luego en ‘Los Fundadores’. Entre sus pasiones de niño, los juegos de trompo, boliche, fútbol y dibujante de historietas de los paquitos. Sus estudios de primaria los realizó en la Escuela Pública del Barrio Dangond, con la recordada profesora Rosa Mieles.     

El Colegio Upar, donde estudió el bachillerato (1986-91), es la estancia luminosa del descubrimiento de su vocación. Tuve el honor de ser uno de sus profesores, y así lo recuerdo: su figura atlética de mirada pensativa, su decencia brillante, su acertada participación en las clases, y su silencio reflexivo para escuchar la lectura de algunos de mis poemas.

En un acto cívico estrena su voz de presentador, y recibe elogios por su buena voz.  Desde entonces es elegido como presentador oficial de los actos cívicos y culturales, y empieza a tejer el sueño de ser locutor. 

En Bogotá estudia Locución y Producción de Radio y Televisión (se gradúa en 1996), y empieza a trabajar en RCN en Valledupar y en la presentación de eventos. En 1997 formaliza su hogar con Candy Martínez, psicóloga, y tienen tres hijos: Camila y Julián, abogados, y Vivian, que estudia Comunicación Social.

Después de varios años de trabajo, decide estudiar y graduarse en Comunicación Social en la UNAD.  En la actualidad trabaja en Radio Guatapurí.  Y confiesa: “Descubrí primero que quería ser locutor; pero con el paso del tiempo, ya estudiando producción, entendí que más que eso quería ser periodista, como respuesta a mi vocación de servicio a la sociedad. De hecho, considero que esa es la esencia del periodismo: servir a la gente y construir una mejor sociedad”.  

Al preguntarle sobre el premio «Periodista del año», responde: “El año pasado me pregunté por qué nunca me había ganado un premio de periodismo. La razón es sencilla:  nunca hago un trabajo periodístico pensando en un premio. Mis trabajos tal vez no caben dentro del formato para concursar, aunque hace años, trabajando para RCN, estuve nominado a un premio nacional por la crónica de una familia que en un carro de mula recorría el país. A raíz de ese trabajo, esta familia resultó visibilizada y recibió apoyo del gobierno holandés, que terminó llevándolos a ese país, a vivir con todas las comodidades”.

Este año Limedes participó en radio con una entrevista muy humana; pero ganó Andrés Llamas Nova, un excelente periodista de RTVC. Y también fueron premiados del Diario EL PILÓN: su editor general, Deivis Caro Daza, como periodista joven, y la jefe de redacción, Carmen Lucía Mendoza, en la categoría Narrativas Digitales. 

Cuenta Limedes: “La sorpresa fue mayúscula cuando me llamaron para anunciarme que había sido elegido el periodista del año. Es gratificante, dado que supone un peso enorme sobre mis hombros, y el propósito de seguir siendo el mejor; no porque me interese sacar pecho de eso, sino porque sé que es algo que le abre puertas a mi oficio. Y si me abre puertas a mí, se las abre también a quienes se benefician de este noble oficio”.

Por: José Atuesta Mindiola