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Columnista - 6 septiembre, 2023

Letalidad del fracking

La explotación de hidrocarburos 'extrae riqueza e instala pobreza' y su exploración no ha dejado beneficios a los territorios en donde se desarrolla. No es cierto que permitir la exploración de yacimientos no convencionales va a conducir a una matriz energética verde, aclaran los expertos.

La explotación de hidrocarburos ‘extrae riqueza e instala pobreza’ y su exploración no ha dejado beneficios a los territorios en donde se desarrolla. No es cierto que permitir la exploración de yacimientos no convencionales va a conducir a una matriz energética verde, aclaran los expertos.

Configuran un falso dilema entre sostenibilidad ambiental y desarrollo económico, porque ninguna regla evidencia que los recursos de regalías o cualquier otro ingreso que venga del fracking se vaya a destinar a la conversión energética del país.

El ejemplo es patético a juzgar de lo que pasa en La Guajira, Barrancabermeja y Cesar, los cuales son grandes centros de explotación de hidrocarburos que perciben toda la externalidad negativa y las consecuencias nocivas en la salud y bienestar de las comunidades locales.

A pesar de ser grandes productores de hidrocarburos, los indicadores de pobreza y necesidades básicas son claramente bajos y existe un riesgo de empobrecimiento, ya que la explotación de hidrocarburos no genera un encadenamiento productivo que distribuya riqueza, al contrario, la concentra, acumula recursos públicos en regalías que pocas veces satisfacen las necesidades de la población, premisa que le da la razón al presidente Petro cuando sostiene que ‘la riqueza de La Guajira ya no es y quizás nunca lo fue’, tras la explotacion del carbón que al igual que el petróleo extrae riqueza e instala pobreza.

Los riesgos medioambientales que acarrea el fracking o fracturación hidráulica en la que se emplean cantidades exageradas de agua, para la exploración y extracción de hidrocarburos (gas o petróleo), son inciertos, irreversibles y graves, por efecto del material particulado radioactivo de origen natural y la contaminación por emisiones de metano y de gases de efecto invernadero sobre los acuíferos y fuentes hídricas.

Un informe pericial de consenso científico, contiene los riesgos que existen para el agua, tanto superficial como subterránea, el aumento de actividad sísmica, el debilitamiento de la diversidad productiva y la contaminación del aire junto a emisiones furtivas que incrementan significativamente las emisiones atmosféricas, riesgos de explosión y generación de sequias en fuentes de agua.

Con reparos del Ideam, en el país se ha contemplado la realización del fracking en los páramos, sin importar que contengan el 70% de agua dulce del país ni el costo beneficio desde la perspectiva de sostenibilidad, circunstancias que impulsan a la academia a promover la cultura del autocuidado de los bienes de la naturaleza bajo el principio de la bioética universal, además de fomentar en la comunidad universitaria el ser críticos en el momento de identificar y evaluar los problemas ambientales y una posible solución que conlleven buenas prácticas de sostenibilidad, prevención y resiliencia.

El agua es para la vida y no para el fracking’. Esa fue la frase que marcó esta semana la lucha de diferentes comunidades que se movilizaron desde los territorios para alzar sus voces por la defensa del agua, el suelo y la vida. Es la constancia de una lucha de la sociedad civil emprendida hace casi una década y que permitió abrir un debate público sobre la importancia de cerrarle la frontera a prácticas extractivas que pondrían en riesgo nuestros ecosistemas y nuestra seguridad alimentaria.

Por Miguel Aroca Yepes.

Columnista
6 septiembre, 2023

Letalidad del fracking

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Aroca Yepez

La explotación de hidrocarburos 'extrae riqueza e instala pobreza' y su exploración no ha dejado beneficios a los territorios en donde se desarrolla. No es cierto que permitir la exploración de yacimientos no convencionales va a conducir a una matriz energética verde, aclaran los expertos.


La explotación de hidrocarburos ‘extrae riqueza e instala pobreza’ y su exploración no ha dejado beneficios a los territorios en donde se desarrolla. No es cierto que permitir la exploración de yacimientos no convencionales va a conducir a una matriz energética verde, aclaran los expertos.

Configuran un falso dilema entre sostenibilidad ambiental y desarrollo económico, porque ninguna regla evidencia que los recursos de regalías o cualquier otro ingreso que venga del fracking se vaya a destinar a la conversión energética del país.

El ejemplo es patético a juzgar de lo que pasa en La Guajira, Barrancabermeja y Cesar, los cuales son grandes centros de explotación de hidrocarburos que perciben toda la externalidad negativa y las consecuencias nocivas en la salud y bienestar de las comunidades locales.

A pesar de ser grandes productores de hidrocarburos, los indicadores de pobreza y necesidades básicas son claramente bajos y existe un riesgo de empobrecimiento, ya que la explotación de hidrocarburos no genera un encadenamiento productivo que distribuya riqueza, al contrario, la concentra, acumula recursos públicos en regalías que pocas veces satisfacen las necesidades de la población, premisa que le da la razón al presidente Petro cuando sostiene que ‘la riqueza de La Guajira ya no es y quizás nunca lo fue’, tras la explotacion del carbón que al igual que el petróleo extrae riqueza e instala pobreza.

Los riesgos medioambientales que acarrea el fracking o fracturación hidráulica en la que se emplean cantidades exageradas de agua, para la exploración y extracción de hidrocarburos (gas o petróleo), son inciertos, irreversibles y graves, por efecto del material particulado radioactivo de origen natural y la contaminación por emisiones de metano y de gases de efecto invernadero sobre los acuíferos y fuentes hídricas.

Un informe pericial de consenso científico, contiene los riesgos que existen para el agua, tanto superficial como subterránea, el aumento de actividad sísmica, el debilitamiento de la diversidad productiva y la contaminación del aire junto a emisiones furtivas que incrementan significativamente las emisiones atmosféricas, riesgos de explosión y generación de sequias en fuentes de agua.

Con reparos del Ideam, en el país se ha contemplado la realización del fracking en los páramos, sin importar que contengan el 70% de agua dulce del país ni el costo beneficio desde la perspectiva de sostenibilidad, circunstancias que impulsan a la academia a promover la cultura del autocuidado de los bienes de la naturaleza bajo el principio de la bioética universal, además de fomentar en la comunidad universitaria el ser críticos en el momento de identificar y evaluar los problemas ambientales y una posible solución que conlleven buenas prácticas de sostenibilidad, prevención y resiliencia.

El agua es para la vida y no para el fracking’. Esa fue la frase que marcó esta semana la lucha de diferentes comunidades que se movilizaron desde los territorios para alzar sus voces por la defensa del agua, el suelo y la vida. Es la constancia de una lucha de la sociedad civil emprendida hace casi una década y que permitió abrir un debate público sobre la importancia de cerrarle la frontera a prácticas extractivas que pondrían en riesgo nuestros ecosistemas y nuestra seguridad alimentaria.

Por Miguel Aroca Yepes.