Columnista invitado:

Por: Ricardo Quintero Baute
Presidente de la Asamblea del Cesar

 
Días atrás se dio la suscripción de leasing operativo para el arrendamiento de maquinaria, para el mantenimiento y/o rehabilitación de la infraestructura vial del Departamento del Cesar. Como pocas veces en el acto de inauguración de la Feria Ganadera de Valledupar un gobernador se hizo sentir frente al sector agropecuario. Mi condición de servidor público y de presidente de la duma me lleva a opinar sobre algunas de las actuaciones administrativas del ente departamental y de asuntos que considero relevantes para el futuro del departamento.
Aunque en el mundo jurídico predominan los conceptos, la norma es la norma y es la mejor defensa frente a la suspicacia. Quien tenga una posición distinta está en su derecho de defenderla y se le respeta, pero entendiendo que un proceso que hoy es motivo de ejemplo y de posibilidades de réplica a nivel nacional, no admite la calumnia y la especulación. Conozco el proceso, lo he seguido de cerca,  por lo cual considero que los comentarios malintencionados de unos pocos no tienen cabida.
La operación de leasing o arrendamiento financiero se define en el artículo 2 del Decreto 913 de 1993 en los siguientes términos: “Entiéndase por operación de arrendamiento financiero la entrega a título de arrendamiento de bienes adquiridos para el efecto financiando su uso y goce a cambio del pago de cánones que recibirá durante un plazo determinado, pactándose para el arrendatario la facultad de ejercer al final del período una opción de compra”.
En consecuencia, el bien deberá ser de propiedad de la compañía arrendadora del derecho de dominio que conservará hasta tanto el arrendatario ejerza la opción de compra. Así mismo, debe entenderse que el costo del activo dado en arrendamiento se amortizará durante el término de duración del contrato, generando la respectiva utilidad.
El artículo 30 del Decreto 2681 de 1993, ruego tener esta normatividad presente, consagra que: “Las operaciones de crédito público, las operaciones asimiladas, las operaciones de manejo de la deuda y las conexas con las anteriores, se contratarán en forma directa, sin someterse al procedimiento de licitación o concurso de méritos”.
Entiendo que la operación de leasing operativo de arrendamiento que celebró la Gobernación del Cesar con el BBVA por asimilarse a un crédito público se puede contratar directamente; lo cual me lleva a pensar que los $7 mil 300 millones del presupuesto departamental están bien destinados, mucho más por tratarse de una entidad bancaria de talla nacional e internacional como lo es el BBVA, que ganó en igualdad de condiciones a otras dos respetadas instituciones financieras proponentes como son el Banco de Bogotá y Leasing Bancolombia.
Entiéndase entonces que el ente departamental tuvo en cuenta para la selección del contratista los principios de economía, transparencia y selección objetiva contenidos en la Ley 80 de 1993.
Ni promesas por cumplir, ni escenarios de expectativas; realidades de carne y hueso o de hierros, llantas, tornillos, tuercas y maquinaria de gama alta para las abandonadas trochas del Cesar. Como la de la vía La Palizá, zona rural del municipio de Codazzi, en el Cesar, en donde serán intervenidos 25 kilómetros, para optimizar el transporte de productos agrícolas y pecuarios.
Como Presidente de la duma,  considero importante reivindicar el papel de esta corporación en esta actuación administrativa del ente departamental, en cabeza de Luis Alberto Monsalvo, toda vez, que fue la Asamblea del Cesar la que dio, mediante ordenanza, la autorización al Gobernador, para operar un Banco de Maquinaria por el sistema “Leasing Operativo” con miras a restaurar 3 mil 300 kilómetros de vías terciarias de las 5 mil que surcan el Departamento. Mucho más cuando ya existe un operador para el banco de maquinaria  como lo es el  Centro de Desarrollo Tecnológico para la Ganadería – CDT.