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El Vallenato - 7 octubre, 2022

Leandro Díaz y la historia detrás de la canción que le robó Abel Antonio Villa

‘La Loba Ceniza’, la primera composición del maestro Leandro Díaz.

Foto: Colprensa.
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Tras el éxito de la bioserie en honor a Leandro Díaz se han viralizado muchas anécdotas sobre las canciones del compositor.

Es el caso de ‘La Loba Ceniza’, la primera composición del maestro Leandro Díaz, inspirada en una mala experiencia que tuvo con una vecina de la sierra. Según Díaz, él solía reposar y tocar su dulzaina debajo de un árbol frondoso, a donde tiempo después llegaba una niña a encantarse con los lamentos de Leandro y los sonidos gratificantes del melodioso instrumento.

La mamá de la joven, al enterarse de la razón por la que su hija desparecía de la casa, se dirigió molesta hasta el árbol donde descansaba Leandro, y sin fórmula de juicio lo insultó. El noble compositor se sintió ofendido por las imprecaciones de la señora, pero guardó silencio y desde ese momento comenzó a pensar en la respuesta cantada que le daría.

Sin embargo, la canción se hizo popular tras unos arreglos que le hizo Abel Antonio Villa y la grabó como suya. “Estuve de malas con esa canción porque como yo vivía en el monte, pero se la enseñé a mucha gente, que llegaba allá y llegó a oídos de Abel Antonio Villa, y se apoderó de la melodía, hizo unos versos y me la cambió, tanto fue que se apoderó de la canción”, contó Díaz.

https://www.youtube.com/watch?v=6vwYQsYr78c&t=120s

El Vallenato
7 octubre, 2022

Leandro Díaz y la historia detrás de la canción que le robó Abel Antonio Villa

‘La Loba Ceniza’, la primera composición del maestro Leandro Díaz.


Foto: Colprensa.
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Tras el éxito de la bioserie en honor a Leandro Díaz se han viralizado muchas anécdotas sobre las canciones del compositor.

Es el caso de ‘La Loba Ceniza’, la primera composición del maestro Leandro Díaz, inspirada en una mala experiencia que tuvo con una vecina de la sierra. Según Díaz, él solía reposar y tocar su dulzaina debajo de un árbol frondoso, a donde tiempo después llegaba una niña a encantarse con los lamentos de Leandro y los sonidos gratificantes del melodioso instrumento.

La mamá de la joven, al enterarse de la razón por la que su hija desparecía de la casa, se dirigió molesta hasta el árbol donde descansaba Leandro, y sin fórmula de juicio lo insultó. El noble compositor se sintió ofendido por las imprecaciones de la señora, pero guardó silencio y desde ese momento comenzó a pensar en la respuesta cantada que le daría.

Sin embargo, la canción se hizo popular tras unos arreglos que le hizo Abel Antonio Villa y la grabó como suya. “Estuve de malas con esa canción porque como yo vivía en el monte, pero se la enseñé a mucha gente, que llegaba allá y llegó a oídos de Abel Antonio Villa, y se apoderó de la melodía, hizo unos versos y me la cambió, tanto fue que se apoderó de la canción”, contó Díaz.

https://www.youtube.com/watch?v=6vwYQsYr78c&t=120s