Lo peor es la ignorancia. La familia hoy se mueve en un tráfico muy pesado y bajo un aguacero de problemas sociales. Lo grave es que a menudo sus conductores, los padres sabemos manejarla cuando todo marcha bien, pero ante las “varadas” que ahora son frecuentes, somos tan ineptos.

Las relaciones familiares son un motor muy complejo que hay que estar sintonizando con maestría para que funcione bien. Así como un carro necesita mucho más de gasolina para andar, una familia necesita mucho más que casa y comida para marchar adecuadamente.

No podemos perder de vista que hoy los hijos se están desarrollando en un ambiente social que amenaza su integridad física, su conducta social y su proceder moral, y por lo tanto, cualquier diferencia en las relaciones familiares puede precipitarlos a fallas con consecuencias irreparables.

Una relación de pareja se puede recalentar y llegar a “fundir” cuando se le exige más de lo que sus partes están preparadas para dar y, como consecuencia, todo el sistema se puede lesionar. Pero golpeando lo primero que se nos ocurre, sin saber por qué, lo que se logra es dañar lo que andaba bien.

Hoy más que nunca, formar una familia que transite como toca, con una sociedad que no sabe para dónde va, es todo un desafío que exige documentarnos para conocerla y saber qué alternativas tenemos para repararla. Si bien hoy tenemos mayores peligros y problemas, también hoy contamos con mayores recursos que los que hubo en el pasado cuando el ambiente era más tranquilo y estructurado. Los avances que ha hecho la ciencia de la conducta en los últimos años son sorprendentes y gracias a su difusión tenemos acceso a esta información a través de muchos y buenos libros, su lectura nos permitirá disfrutar más del amor, enseñanza, satisfacción y alegría que nos ofrece la grandiosa experiencia de ser padres.

Y como es mi costumbre, otros temitas: ¿Hasta cuándo será que se van a retirar los seis candidatos a la alcaldía que nada tienen que hacer? No sean tercos. Aquí algunos políticos después de las elecciones nos dejarán de recuerdos una farsa de mentiras, corrupción y de hablamierdismos. ¿Qué haremos con tantos jueces vagabundos? Quiero denunciar a la empresa transportadora “Coordinadora recoge y entrega contra reloj” que se ha apoderado de la calle 16 entre carreras 4 y 5, parque La Altagracia. Son furgones inmensos que han convertido en esta calle en un caos vehicular. Los furgones tienen las siguientes placas: TRN 220, TRL 872, TRL 154, TRL 189, entre otros.

Señor Secretario de Tránsito pase después de las 11 de la mañana en adelante por este sitio y verá.

POSTDATA: El primero de octubre se celebró el Día Internacional de las Personas de Edad, es decir, de la “vejentud” o viejitos, felicitaciones a mis amigos de la tertulia y recomendarles que no estén usando la pastillita milagrosa. Ustedes saben a cuál me refiero, ¿no es verdad, Augusto?