Colombianos y venezolanos se están acostumbrando a que “suenen” los tambores en la frontera, porque un día aparece Duque señalando a Maduro de narcoterrorista de izquierda y al otro día sale Maduro endilgándole a Duque que es un paramilitar de extrema derecha que ordena crímenes en el país.

Parecen más un par de verduleras, que se gritan desde las esquinas y se dicen de todo, muy semejante a doña Tulia, la de David Sánchez Juliao. Se han faltado tanto el respeto que rayan contra sus dignidades como primeras autoridades de cada país.

La tensión entre los dos países es delicada. Colombia es uno de los países que reconoce como presidente interino al “payaso” de Guaidó, como lo llama el presidente Maduro. Es decir, el ‘tira y jale’ comenzó desde que Duque fue elegido presidente, apoyado por Álvaro Uribe (archienemigo de Maduro).

Claro que, a pesar de que Uribe y Maduro no se entienden, las relaciones entre ambos países están ahora más resquebrajadas que antes.
Las peloteras entre ambos, cobró una nueva tirantez a comienzos del presente mes, cuando Maduro denunció de manera tajante que Duque estaba orquestando una escalada guerrerista y diplomática contra Maduro y aseguró tener pruebas de que desde Colombia se conspiraba contra Venezuela, enviando grupos terroristas para atacar poderes públicos, militares y civiles de su país. Denunció que Colombia tiene un Estado fallido y precisó que Venezuela es una víctima de la guerra colombiana. Repito: se dicen de todo.

En los últimos días Duque y Maduro han vuelto a ser actores de primera línea en los medios masivos del mundo, por sus bravuconadas que ponen en vilo la suerte de ambos países.
Incluso, a veces uno cree que el asunto binacional está mejorando, pero de repente uno de los dos vuelve a ser protagonista de sus altercados.

La semana anterior, en momentos en que Iván Duque estaba de visita en Estados Unidos, con motivo de una Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente colombiano arremetió contra Maduro y lo trató de criminal de lesa humanidad y lo comparó con el expresidente yugoslavo Milosevic.

En sus declaraciones entregadas a la prensa, como lo registró la FM dijo: “Nicolás Maduro es el Slobodan Milosevic de América Latina. Es un criminal de lesa humanidad por lo que ha hecho con su pueblo, pero también, con lo que ha hecho con los grupos terroristas de protegerlos en su territorio, es solamente comparables con lo que hicieron los talibanes con Al Qaeda, que era darles todo el apoyo, todo el auspicio, todo el patrocinio, para que cometiera este tipo de atropellos”, dijo.

Sin embargo, ahora surge un comunicado de la ONU en donde se señala que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos informó este martes que firmó un acuerdo con Venezuela para aumentar su cooperación en este campo, para abrir una oficina permanente en ese país.

El periódico El Heraldo en un comunicado, asegura que la ONU indicó que ese Memorando de Entendimiento, con vigencia de un año, fue firmado el 20 de septiembre entre la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, y el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Jorge Arreaza. Según la nota, Caracas permitirá “una presencia continua en el país de un equipo de dos funcionarios de derechos humanos de la ONU”, el “acceso a los centros de detención” y “libertad de circulación en todo el país”, precisa la nota periodística. Hasta la próxima semana. [email protected]