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Columnista - 9 marzo, 2022

Las mujeres del Cesar… únicas  y especiales

Es necesario aclarar que lo hago a la mujer de este departamento, por obvias razones, en el Cesar vivo y desde aquí  observo ese aporte significativo que la mujer de  esta tierra le brinda a la sociedad caribeña y al mundo.

“La mujer tiene el gran tesoro de dar vida, ternura, paz y alegría”  esta es una frase del  Papa Francisco con la cual rindo, justamente en esta fecha 8 de marzo, un homenaje a la mujer del departamento del Cesar. 

Es necesario aclarar que lo hago a la mujer de este departamento, por obvias razones, en el Cesar vivo y desde aquí  observo ese aporte significativo que la mujer de  esta tierra le brinda a la sociedad caribeña y al mundo.

Son mujeres sensibles, con grandes condiciones, intuitivas, generosas y entregadas por demás a sus quehaceres. Y no me refiero a las labores del hogar; en las cuales son, de verdad, las mejores. Me refiero al aporte que le hacen a la sociedad en el campo que desempeñen. 

Desde el más humilde escenario geográfico,  hasta el más encopetado; en cada uno de los veinticinco municipios del Cesar encontramos mujeres excepcionales: políticas, artistas plásticos,  cantadoras; escritoras, maestras,  madres cabeza de hogar, acordeoneras y cantantes de vallenato; abogadas, arquitectas, contadoras, administradoras de empresas y un sinnúmero de etcéteras.

A estas mujeres no les da miedo nada,  cuidan a sus hijos, trabajan pero nunca pierden su gracia, su glamour y su vanidad; ahora dicen: “siempre divas, nunca indivas” y ustedes y yo sabemos por qué.

Esta mujer, baila, cocina, dirige, coordina, manda y seduce con su porte de dama altruista, bella y especial.

Así, con estas  características  las encuentras desde Valledupar hasta González, de Manaure a Pueblo Bello;  cruzando los diferentes puntos cardinales  y resaltan en cada uno  por su responsabilidad y su aptitud. 

Cito de manera especial una canción que interpretara Rafael Orozco, de ‘El Binomio de Oro’: “El talento en las mujeres,  es lo que vale, y el fondo moral que tengan, recomendable/ que sea honesta, que sea buena y si es bonita mejor/ pero no es indispensable que sea hermosa, no señor”.

Sobre la mujer se ha escrito de manera especial, infinidades de canciones que resaltan sus cualidades de mujer extraordinaria: ¿Qué hubiera escrito Neruda, qué habría pintado Picasso? si no existieran musas como ustedes.

Hoy dejo sentado que la mujer cesarense  cumple con todas esas condiciones de nuestra región caribeña; esa mujer colombiana que recoge variedad de culturas y  se dibujan en las mujeres de Gamarra, de Tamalameque, de La Gloria, de Chimichagua, con sabor a río; a tambora, a ‘pescao frito’, a fandango y chandé; o la gracia infinita de esas mujeres de Río de Oro, González,  San Martín, San Alberto.

Las calidades y enjundia laboral  de las mujeres de La Paz, Manaure, San Diego, Codazzi, Becerril, La Jagua, Chiriguaná, Curumaní, Pailitas y Pelaya. Esas mujeres de entrega y condiciones de  emprendimiento como las mujeres de Aguachica, son clásicas.

Encontramos a las mujeres de Bosconia, El Paso, Astrea, El Copey, esa combinación especial que hay en la mujer indígena y blanca, esas mestizas de Pueblo Bello y toda la Sierra Nevada. 

Hay una combinación especial de tierra, ríos, serranía, valle y altiplanos; montañas y zonas indígenas que nos reflejan mujeres de todos los colores y fragancias.  De bonito andar, de majestuosos cuerpos, de cabellos sedosos y crespos; piel blanca  y una mezcla especial de negras y morenas. Son hermosas.  

Mi homenaje es para ustedes, mujeres del Cesar,  se lo merecen; de hoy y para siempre. Sólo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega

Columnista
9 marzo, 2022

Las mujeres del Cesar… únicas  y especiales

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Es necesario aclarar que lo hago a la mujer de este departamento, por obvias razones, en el Cesar vivo y desde aquí  observo ese aporte significativo que la mujer de  esta tierra le brinda a la sociedad caribeña y al mundo.


“La mujer tiene el gran tesoro de dar vida, ternura, paz y alegría”  esta es una frase del  Papa Francisco con la cual rindo, justamente en esta fecha 8 de marzo, un homenaje a la mujer del departamento del Cesar. 

Es necesario aclarar que lo hago a la mujer de este departamento, por obvias razones, en el Cesar vivo y desde aquí  observo ese aporte significativo que la mujer de  esta tierra le brinda a la sociedad caribeña y al mundo.

Son mujeres sensibles, con grandes condiciones, intuitivas, generosas y entregadas por demás a sus quehaceres. Y no me refiero a las labores del hogar; en las cuales son, de verdad, las mejores. Me refiero al aporte que le hacen a la sociedad en el campo que desempeñen. 

Desde el más humilde escenario geográfico,  hasta el más encopetado; en cada uno de los veinticinco municipios del Cesar encontramos mujeres excepcionales: políticas, artistas plásticos,  cantadoras; escritoras, maestras,  madres cabeza de hogar, acordeoneras y cantantes de vallenato; abogadas, arquitectas, contadoras, administradoras de empresas y un sinnúmero de etcéteras.

A estas mujeres no les da miedo nada,  cuidan a sus hijos, trabajan pero nunca pierden su gracia, su glamour y su vanidad; ahora dicen: “siempre divas, nunca indivas” y ustedes y yo sabemos por qué.

Esta mujer, baila, cocina, dirige, coordina, manda y seduce con su porte de dama altruista, bella y especial.

Así, con estas  características  las encuentras desde Valledupar hasta González, de Manaure a Pueblo Bello;  cruzando los diferentes puntos cardinales  y resaltan en cada uno  por su responsabilidad y su aptitud. 

Cito de manera especial una canción que interpretara Rafael Orozco, de ‘El Binomio de Oro’: “El talento en las mujeres,  es lo que vale, y el fondo moral que tengan, recomendable/ que sea honesta, que sea buena y si es bonita mejor/ pero no es indispensable que sea hermosa, no señor”.

Sobre la mujer se ha escrito de manera especial, infinidades de canciones que resaltan sus cualidades de mujer extraordinaria: ¿Qué hubiera escrito Neruda, qué habría pintado Picasso? si no existieran musas como ustedes.

Hoy dejo sentado que la mujer cesarense  cumple con todas esas condiciones de nuestra región caribeña; esa mujer colombiana que recoge variedad de culturas y  se dibujan en las mujeres de Gamarra, de Tamalameque, de La Gloria, de Chimichagua, con sabor a río; a tambora, a ‘pescao frito’, a fandango y chandé; o la gracia infinita de esas mujeres de Río de Oro, González,  San Martín, San Alberto.

Las calidades y enjundia laboral  de las mujeres de La Paz, Manaure, San Diego, Codazzi, Becerril, La Jagua, Chiriguaná, Curumaní, Pailitas y Pelaya. Esas mujeres de entrega y condiciones de  emprendimiento como las mujeres de Aguachica, son clásicas.

Encontramos a las mujeres de Bosconia, El Paso, Astrea, El Copey, esa combinación especial que hay en la mujer indígena y blanca, esas mestizas de Pueblo Bello y toda la Sierra Nevada. 

Hay una combinación especial de tierra, ríos, serranía, valle y altiplanos; montañas y zonas indígenas que nos reflejan mujeres de todos los colores y fragancias.  De bonito andar, de majestuosos cuerpos, de cabellos sedosos y crespos; piel blanca  y una mezcla especial de negras y morenas. Son hermosas.  

Mi homenaje es para ustedes, mujeres del Cesar,  se lo merecen; de hoy y para siempre. Sólo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega