Mientras que cien niños de los barrios ubicados en la margen derecha del río Guatapurí, son guiados por la senda de la cultura para alejarlos de la delincuencia, del trabajo infantil, la drogadicción y la explotación sexual, otro tanto vive en condiciones de indigencia en la misma ciudad. Estos cien niños y niñas son beneficiados […]
Mientras que cien niños de los barrios ubicados en la margen derecha del río Guatapurí, son guiados por la senda de la cultura para alejarlos de la delincuencia, del trabajo infantil, la drogadicción y la explotación sexual, otro tanto vive en condiciones de indigencia en la misma ciudad.
Estos cien niños y niñas son beneficiados de la alianza realizada entre la Escuela ‘Rafael Escalona’ de la Fundación Festival Vallenato en alianza ‘Marca País’ y empresas privadas, que brindan la oportunidad desde hace varios años a los menores de sectores vulnerables de Valledupar para que conozcan las raíces del folclor vallenato y aprendan a ejecutar los instrumentos tradicionales, así como a explorar sus voces. Todo este trabajo social se vio reflejado en un concierto realizado este sábado en la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Luquez’.
EL PILÓN así como resalta las acciones positivas para disminuir las cifras de indigencia, de maltrato y trabajo infantil, también llama la atención de la Gobernación del Cesar y de la seccional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF- para que cumplan con su responsabilidad de atender a la población infantil que se encuentra en estado de indigencia. En su edición del viernes anterior, este diario destacó el trabajo liderado solo por la Alcaldía de Valledupar que a través de la Fundación para el Desarrollo de la Infancia, la Adolescencia y la Juventud atiende actualmente a 15 niños que han sido rescatados de las calles, aún cuando su capacidad es para 45.
Sin embargo, aún cuando existe desde hace dos años una orden judicial, según fallo confirmado por el Tribunal Superior del Cesar, el ICBF ni la Gobernación han cumplido con su parte para atender a esta población, decisión que estable que el Instituto debe responder por 20 niños y la administración departamental por 15, que sumados a los 10 que le corresponden a la Alcaldía, cubre el cupo total del centro de atención que es de 45.
Paradójicamente la respuesta institucional con la niñez ha sido ineficaz e ineficiente, mientras que el problema sigue creciendo en la calle. De acuerdo con un diagnóstico del año 2012 del Centro de Protección para la Niñez, existe un subregistro en el Cesar de 122 casos de intoxicación por consumo de sustancias psicoactivas, de los cuales 37 se encuentran en Valledupar, y solo en los primeros seis meses del 2013, se habían registrado 18 casos de menores intoxicados.
Por su parte, el Ministerio de Protección Social solo en Valledupar atienden a cerca de 700 niños y adolescentes en situación de trabajo infantil. De estos, más de 200 tienen riesgo de quedarse en la calle, bien sea para pedir limosna, trabajar en los semáforos limpiando vidrios, cuidar carros o vendiendo dulces y otros productos en la zona céntrica. La niñez de Valledupar y del Cesar merece otra suerte.
Mientras que cien niños de los barrios ubicados en la margen derecha del río Guatapurí, son guiados por la senda de la cultura para alejarlos de la delincuencia, del trabajo infantil, la drogadicción y la explotación sexual, otro tanto vive en condiciones de indigencia en la misma ciudad. Estos cien niños y niñas son beneficiados […]
Mientras que cien niños de los barrios ubicados en la margen derecha del río Guatapurí, son guiados por la senda de la cultura para alejarlos de la delincuencia, del trabajo infantil, la drogadicción y la explotación sexual, otro tanto vive en condiciones de indigencia en la misma ciudad.
Estos cien niños y niñas son beneficiados de la alianza realizada entre la Escuela ‘Rafael Escalona’ de la Fundación Festival Vallenato en alianza ‘Marca País’ y empresas privadas, que brindan la oportunidad desde hace varios años a los menores de sectores vulnerables de Valledupar para que conozcan las raíces del folclor vallenato y aprendan a ejecutar los instrumentos tradicionales, así como a explorar sus voces. Todo este trabajo social se vio reflejado en un concierto realizado este sábado en la Biblioteca Departamental ‘Rafael Carrillo Luquez’.
EL PILÓN así como resalta las acciones positivas para disminuir las cifras de indigencia, de maltrato y trabajo infantil, también llama la atención de la Gobernación del Cesar y de la seccional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF- para que cumplan con su responsabilidad de atender a la población infantil que se encuentra en estado de indigencia. En su edición del viernes anterior, este diario destacó el trabajo liderado solo por la Alcaldía de Valledupar que a través de la Fundación para el Desarrollo de la Infancia, la Adolescencia y la Juventud atiende actualmente a 15 niños que han sido rescatados de las calles, aún cuando su capacidad es para 45.
Sin embargo, aún cuando existe desde hace dos años una orden judicial, según fallo confirmado por el Tribunal Superior del Cesar, el ICBF ni la Gobernación han cumplido con su parte para atender a esta población, decisión que estable que el Instituto debe responder por 20 niños y la administración departamental por 15, que sumados a los 10 que le corresponden a la Alcaldía, cubre el cupo total del centro de atención que es de 45.
Paradójicamente la respuesta institucional con la niñez ha sido ineficaz e ineficiente, mientras que el problema sigue creciendo en la calle. De acuerdo con un diagnóstico del año 2012 del Centro de Protección para la Niñez, existe un subregistro en el Cesar de 122 casos de intoxicación por consumo de sustancias psicoactivas, de los cuales 37 se encuentran en Valledupar, y solo en los primeros seis meses del 2013, se habían registrado 18 casos de menores intoxicados.
Por su parte, el Ministerio de Protección Social solo en Valledupar atienden a cerca de 700 niños y adolescentes en situación de trabajo infantil. De estos, más de 200 tienen riesgo de quedarse en la calle, bien sea para pedir limosna, trabajar en los semáforos limpiando vidrios, cuidar carros o vendiendo dulces y otros productos en la zona céntrica. La niñez de Valledupar y del Cesar merece otra suerte.