Desarrollo Sostenible fue el más reciente módulo de estudios que vengo desarrollando en la Maestría Pensamiento Estratégico y Prospectiva. Ante la talla del maestro que impartió la clase consideré pertinente llevarlo a Valledupar, en aras de generar conocimiento en mi terruño y de paso ganarme un dinero que sumaría para el pago de la próxima […]
Desarrollo Sostenible fue el más reciente módulo de estudios que vengo desarrollando en la Maestría Pensamiento Estratégico y Prospectiva. Ante la talla del maestro que impartió la clase consideré pertinente llevarlo a Valledupar, en aras de generar conocimiento en mi terruño y de paso ganarme un dinero que sumaría para el pago de la próxima matricula. Para el caso me comunique con académicos de la ciudad para contarles el propósito, sus respuestas en torno a la propuesta no pudieron ser más desalentadoras y lamentables: “En Valledupar los estudiantes y profesionales invierten muy poco en su formación, inclusive pese a la gratuidad de los eventos académicos la asistencia es pequeña”.
El Desarrollo Sostenible es una asignatura que no distingue ramas de ninguna profesión, no es excluyente, al contrario, es nuestra responsabilidad informarnos al respecto, con el fin de incidir en el diseño de la política pública ambiental dado el carácter común del medio ambiente. El departamento del Cesar sufre los efectos generados por la contaminación, el rio Cesar, emblema nuestro, superó su capacidad de asimilación, perdió la facultad de procesar las sustancias químicas liberadas y de absorción de los impactos físicos. Al norte, la Sierra Nevada de Santa Marta, cada vez disminuye su potencialidad para la generación de agua y en el Centro, la explotación de carbón está acabando con el manto verde de la Serranía del Perijá.
El afán mundial es la producción a gran escala, las principales potencias de la humanidad no logra satisfacer su apetito ni su ambición, no obstante, a la reducción de los recursos no renovables y al efecto que padece la tierra ante la constante extracción.
El pasado 18 de junio de la presente anualidad el papa Francisco publicó la encíclica bautizada ‘Laudato Si’ Amado Seas, en la cual el jerarca del catolicismo describe aspectos relativos con el Cambio Climático y la degradación del Medio Ambiente. Durante mucho tiempo la Ciencia y la Religión han puesto de presente su imperecedero antagonismo, oponerse a la planificación familiar constituye un abierto espacio para el debate, sin embargo, la economía de mercado procura la producción como estilo de vida y necesita consumidores para satisfacer su apetito económico.
El papa Francisco propone en la encíclica la necesidad de un dialogo entre la ciencia y la religión y señala: “sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una política definitiva”, en relación con la tesis que en el diálogo ciencia-teología, constituye un sometimiento. Asimismo, insinúa: “Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica de la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático o destruyen sus zonas húmedas. Todo esto son pecados”.
Este escrito es una promesa, Dios llamó a Abraham y le dijo: Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. (Génesis 12:1-7). Así como este pasaje hay más en la biblia, naturalmente, luego de varios siglos pasando por la primera Revolución Industrial con la aparición de los motores, inició la cuenta regresiva de nuestra casa común. La tierra.
No es casual que el papa Francisco esté visitando países de Suramérica, nuestro continente es denominado la esperanza de la humanidad. El debate empresa y medio ambiente evidencia el mismo choque iglesia-ciencia, no le sumemos nuestra indiferencia. “La paz depende de cómo cuidemos la naturaleza” papa Francisco.
Desarrollo Sostenible fue el más reciente módulo de estudios que vengo desarrollando en la Maestría Pensamiento Estratégico y Prospectiva. Ante la talla del maestro que impartió la clase consideré pertinente llevarlo a Valledupar, en aras de generar conocimiento en mi terruño y de paso ganarme un dinero que sumaría para el pago de la próxima […]
Desarrollo Sostenible fue el más reciente módulo de estudios que vengo desarrollando en la Maestría Pensamiento Estratégico y Prospectiva. Ante la talla del maestro que impartió la clase consideré pertinente llevarlo a Valledupar, en aras de generar conocimiento en mi terruño y de paso ganarme un dinero que sumaría para el pago de la próxima matricula. Para el caso me comunique con académicos de la ciudad para contarles el propósito, sus respuestas en torno a la propuesta no pudieron ser más desalentadoras y lamentables: “En Valledupar los estudiantes y profesionales invierten muy poco en su formación, inclusive pese a la gratuidad de los eventos académicos la asistencia es pequeña”.
El Desarrollo Sostenible es una asignatura que no distingue ramas de ninguna profesión, no es excluyente, al contrario, es nuestra responsabilidad informarnos al respecto, con el fin de incidir en el diseño de la política pública ambiental dado el carácter común del medio ambiente. El departamento del Cesar sufre los efectos generados por la contaminación, el rio Cesar, emblema nuestro, superó su capacidad de asimilación, perdió la facultad de procesar las sustancias químicas liberadas y de absorción de los impactos físicos. Al norte, la Sierra Nevada de Santa Marta, cada vez disminuye su potencialidad para la generación de agua y en el Centro, la explotación de carbón está acabando con el manto verde de la Serranía del Perijá.
El afán mundial es la producción a gran escala, las principales potencias de la humanidad no logra satisfacer su apetito ni su ambición, no obstante, a la reducción de los recursos no renovables y al efecto que padece la tierra ante la constante extracción.
El pasado 18 de junio de la presente anualidad el papa Francisco publicó la encíclica bautizada ‘Laudato Si’ Amado Seas, en la cual el jerarca del catolicismo describe aspectos relativos con el Cambio Climático y la degradación del Medio Ambiente. Durante mucho tiempo la Ciencia y la Religión han puesto de presente su imperecedero antagonismo, oponerse a la planificación familiar constituye un abierto espacio para el debate, sin embargo, la economía de mercado procura la producción como estilo de vida y necesita consumidores para satisfacer su apetito económico.
El papa Francisco propone en la encíclica la necesidad de un dialogo entre la ciencia y la religión y señala: “sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una política definitiva”, en relación con la tesis que en el diálogo ciencia-teología, constituye un sometimiento. Asimismo, insinúa: “Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica de la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático o destruyen sus zonas húmedas. Todo esto son pecados”.
Este escrito es una promesa, Dios llamó a Abraham y le dijo: Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. (Génesis 12:1-7). Así como este pasaje hay más en la biblia, naturalmente, luego de varios siglos pasando por la primera Revolución Industrial con la aparición de los motores, inició la cuenta regresiva de nuestra casa común. La tierra.
No es casual que el papa Francisco esté visitando países de Suramérica, nuestro continente es denominado la esperanza de la humanidad. El debate empresa y medio ambiente evidencia el mismo choque iglesia-ciencia, no le sumemos nuestra indiferencia. “La paz depende de cómo cuidemos la naturaleza” papa Francisco.